Adiós a otro irremplazable del tango
A los 96 años falleció el pianista y director Atilio Stampone.
El notable pianista, compositor, director de orquesta y arreglador de tango Atilio Stampone falleció hoy a los 96 años. Nacido en la ciudad de Buenos Aires, con apenas 16 años ya tocaba el piano en la orquesta de Pedro Maffia, pasó luego a la de Astor Piazzolla y en 1952 creó la suya junto al enorme bandoneonista Leopoldo Federico. Entre otras obras compuso `Afiches', `Con pan y cebolla', `De Homero a Homero', `Desencanto' (todos con letras de Homero Expósito), `Aguatero' y `Cadícamo' (en coautoría con Enrique Bugatti).
Stampone murió luego de permanecer varios días internado en el Instituto del Diagnóstico. Los partes médicos previos al desenlace hablaban de un cuadro febril y problemas de oxigenación. Sus hijos Silvia (radicada en los Estados Unidos) y Tony anunciaron que los restos del músico serían velados en Sadaic, institución que presidió durante muchos años, y que hoy recibirán sepultura en el cementerio de la Chacarita.
Stampone no solo brilló en el tango sino que fue también un destacado intérprete de música clásica, llegando a dirigir una orquesta sinfónica en Madrid. “Me gustan mucho la historia, la filosofía, participé en política, soy frondizista de toda la vida. Cuando hablabas con Arturo Frondizi, salías embriagado”, contó alguna vez en una entrevista concedida a la revista La milonga argentina, mostrando el entusiasmo que le generaba ahondar en la política, economía, literatura y en la situación mundial.
COMPOSICIONES
Nacido en julio de 1926 en el barrio de San Cristóbal, Stampone era hincha ferviente de Racing y a lo largo de su extensa carrera artística compuso tangos como `Ciudadano', `El Nino', `El Tapir', `Fiesta de mi ciudad' (milonga con letra de Andrés Lizarraga), `Fiesta y milonga' (en coautoría con Eladia Blázquez), `Mi amigo Cholo' (tal vez una de sus más grandes creaciones), `Romance de tango' y `Un guapo del 900', entre más.
Fue director de la Orquesta Nacional de Música Argentina Juan de Dios Filiberto, presidente de Sadaic en dos ocasiones y también empresario del mítico local Caño 14, que desde los años '60 albergó a los más grandes artistas del tango.