EL COLUMNISTA INVITADO

El encuentro con la tecnología plantea nuevos retos al teatro

Una obra en la que el proceso dramatúrgico se vio afectado de manera directa por los recursos digitales abre un campo de experimentación de cara al futuro del lenguaje escénico.

POR LUCIANO SAIZ *­

 

­­'Human Tecno Trans' nace de un desafío específico, escribir una obra que incluya las tecnologías digitales desde el comienzo, que acompañen el proceso dramatúrgico de modo indisoluble, como si tuvieran sobre la mesa palabras de un lado y algoritmos del otro, y los mezclara permanentemente, atento a lo que suceda en esa relación, sin ideas previas, en busca de caminos desconocidos.

Me propuse no escribir ni una sola escena que no incluyera tecnologías y esa restricción funcionó como un abismo creativo. La primera imagen fue una señora sentada en una camilla que le hablaba con ternura a la máquina que la estaba curando; de ahí surgieron diferentes historias en las que personas comunes se relacionaban con entidades y situaciones tecnológicas. Sentí que manejaba la computadora de un Dios-Frankenstein del futuro que todo lo puede, con la impunidad y la libertad de estallar mi imaginación.­

A medida que el nuevo mundo iba tomando forma se separaba de la realidad, se volvía ciencia ficción, pero a su vez se parecía a nuestra vida cotidiana, porque incluía personas con problemas reales, de afecto, de pérdida o de miedo a la muerte. Los personajes y las historias se multiplicaban, se superponían y se fragmentaban. Por momentos el proceso se volvió caótico, hasta que se ordenó bajo la órbita de una clínica-laboratorio de biotecnología que curaba los deseos imposibles de la gente: cambiar su pasado, su futuro, transferir su alma, adquirir otro cuerpo, reconquistar un amor, vivir en una ficción o superar la muerte.

El resultado fue una obra en donde las soluciones tecnológicas intervinieron no solamente los sucesos de los personajes sino también sus cuerpos y los de un público presente.­

 

­LABORATORIO­

En 2020, después de muchos años dedicado al diseño gráfico animado, a las artes multimediales y al teatro, decidí juntar esos saberes en la creación del grupo MUTA multimedia, hoy compuesto por Sara Degaetano y Danae Pienica, dedicado a investigar la relación entre el teatro y las nuevas tecnologías aplicadas a la escena, con quienes después de participar en numerosos proyectos decidimos poner en escena `Human Tecno Trans', la primera obra de producción propia. El desafío era grande porque todo el mundo fantástico que había inventado en la escritura ahora debíamos llevarlo a la práctica, construirlo y ponerlo en funcionamiento, desde un brazo artificial hasta una máquina que reconfigura los recuerdos o un proceso de clonación. Pero no era cine, era teatro, o al menos una experiencia teatral mixta. La pregunta se imponía: ¿cómo haríamos realidad este laboratorio descomunal de personajes reales-virtuales con los recursos del teatro? Necesitábamos combinar el poder evocador que producen las actuaciones con un dispositivo multimedia posible, para lograr la articulación humano-tecnológica que el texto requería, en un editado de escenas que imaginaba de un ritmo cinematográfico, implacable y vertiginoso.­

El espacio Area 623 nos brindó el marco ideal por su estructura, su equipamiento y su visión multimedia, experimentamos con los proyectores y las superficies hasta encontrar el efecto deseado. El espectáculo se empezaba a armar en mi cabeza como un laboratorio de experimentos, pero también como un show circense de magia y fenómenos.

El Dr. Calvo (Manuel Vicente) presenta los casos de la clínica mientras estudia los comportamientos neuronales del público en vivo. Esto lo construimos por medio de unos sensores que proyectan gráficos animados. El primer caso es el de Florencia (Verónica Piaggio). Es clonada para curarle definitivamente un tumor, pero durante el proceso dialoga con sus propios clones virtuales, grabaciones de ella misma proyectadas en pantallas gigantes. Marcos (Lucas Ferraro) es un paciente que tuvo un ACV y la clínica almacenó su conciencia a la espera de un nuevo cuerpo. Por medio de videomapping sobre un muñeco se puede ver y escuchar todo lo que su conciencia dice. Paula (María del Mar Juan) quiere transformarse en el personaje de animé Puki, pero no solo desde su aspecto físico sino también incorporando sus comportamientos mentales. Para ello la hicimos dialogar con el dibujo animado en forma interactiva.

El cuarto caso es el de Lola (Déborah Turza), una madre que busca modificar el recuerdo doloroso de su hija (Graciana Edul) a partir de reconstruir el viaje en avión del día en que la abandonó. Por medio de realidad aumentada hicimos aparecer la imagen de la niña en el asiento del acompañante para que recreen aquel viaje juntas. El último tratamiento es el de Marisa (Laura López Moyano). La clínica le concede eutanasia a cambio de que sea implantada en su cuerpo la conciencia de un ciclista, pero antes debe comprobar si sus parámetros motrices son compatibles con la bicicleta del beneficiario. En este caso interactúan las acciones físicas de la paciente con el videomapping proyectado en la bicicleta.

Todas las escenas requirieron una notable destreza de lxs actantes para adaptarse al dispositivo tecnológico, además de una interpretación potente y luminosa que se integre a los estímulos audiovisuales que propone la obra.­

 

­DESAFIOS­

A la comprobación de lo tecnológico como parte intrínseca de la estructura y la acción dramática, se sumaba la dimensión estética y conceptual de la dirección escénica, la cual incluía la realización audiovisual de MUTA multimedia, el diseño de vestuario de Gabriella Gerdelics, la música original de Marcelo F. Martínez, el diseño lumínico de Víctor Chacón, la realización escenográfica de Laura Cardoso y el diseño de movimientos de Luciana Taverna.

El proceso de ensayos requería el ensamble de todas estas áreas en permanente diálogo con lxs actantes, sobre una base tecnológica que debíamos ajustar a cada instante hasta conformar un entramado de conexiones lógicas, pero también emocionales.

En un contexto en el que los medios, las formas de comunicación interactivas y las inteligencias artificiales transforman nuestra cultura día a día, pienso que la dramaturgia debe ser permeable a su creciente intermedialidad, habitando la zona híbrida que atraviesan las artes, para concluir en la posibilidad de pensar 'con' la tecnología, sin oponerla en forma binaria sino aceptando el encuentro con lo distinto.­

­* Autor y director de 'Human tecno trans', que se presenta los viernes a las 21 en Area 623 (Pasco 623). Localidades a través de Alternativa Teatral. ­

 

FOTO: ­GENTILEZA MARIA PAULA DEL OLMO­