Nuestra tradición e identidad

Pensar el 12 de Octubre

El 12 de Octubre es un día para pensar en nuestra tradición e identidad como Nación. Como argentinos entendemos que el significado de celebrar las fiestas patrias supone reafirmar la tradición nacional, lo que representa ratificar y actualizar nuestra identidad, rescatar y renovar nuestro sentido de nación, situando la cultura como su fundamento y resguardando la primacía de la persona humana. Hoy creemos importante compartir algunos pensamientos que nos den fuerza para descubrir o redescubrir, las raíces de lo nuestro, las raíces de nuestra Patria.­

Las raíces... Un árbol tiene que echar las raíces en la tierra para poder crecer y fortalecerse, para dar flores, hojas, frutos. Cada árbol tiene su tierra propia. Uno cosa es el árbol que crece en nuestros montes norteños, otra cosa es el árbol que se agarra a las piedras y que resiste en medio de un clima seco. Un árbol tiene sus raíces en la tierra. Lo mismo que en sus padres y en aquellos que lo han antecedido una planta, en una familia; un hijo tiene las raíces y en aquel nombre y en aquel apellido que recibe. Y el hijo recibe en la familia de los padres y de los abuelos, la educación, el ejemplo de la conducta y el aprender a rezar desde niño, recibe la lengua recibe el aprender a caminar derecho, recibe la Fe, la lengua que habla, y no la aprende en la escuela sino que la aprende de la enseñanza diaria de la madre per eso la llamamos acertadamente "lengua materna''.­

Un árbol necesita una tierra donde echar raíces, un hijo necesita una familia donde nacer crecer y de la cual recibe la cultura y la educación como hombre. Y un pueblo también tiene que echar raíces.­

Las raíces de un pueblo están en suelo de la Patria y en la Historia de aquellos que hicieron de esa tierra una Patria. Las raíces de un pueblo están en la tradición, es decir en aquello que se transmite: en la Fe, en la lengua, en el heroísmo del pasado, en el esfuerzo en el trabajo, en todas aquellas cosas que nos marcan y nos distinguen con características propias y nos hacen ocupar un lugar propio en el concierto de las naciones. ¿Qué pasa si un árbol no tiene una tierra donde clavar sus raíces y no tiene agua que lo alimente? El árbol se seca, queda como una plantita raquítica. Lo mismo le pasa a la Nación que se desentiende, rechaza, olvida o niega sus raíces.­

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MANDATO DE YRIGOYEN­

­Queremos recordar hoy, apelando a la memoria que el presidente Hipólito Yrigoyen estableció, apelando a las raíces, el 12 de Octubre como día de festejo, mediante un decreto del cual cabe citar algunos párrafos:

"El descubrimiento de América es el acontecimiento más trascendental que haya realizado la humanidad a través de los tiempos (...) Se debió al genio hispano intensificado con la visión suprema de Colón. (...) La España descubridora y conquistadora volcó sobre el continente enigmático el magnífico valor de sus guerreros, el ardor de sus exploradores, la­

fe de sus sacerdotes, el preceptismo de sus sabios, la labor de sus menestrales, y derramó sus virtudes sobre la inmensa heredad que integra la nación americana''.­

Eso es lo que escribió don Hipólito, máximo referente del Partido Radical. Pero también tocó el tema Juan Domingo Perón, fundador y líder del Justicialismo, cuando, en una conferencia pronunciada el 12 de octubre de 1947 en la Academia Argentina de Letras, señaló:­

"Para nosotros la raza no es un concepto biológico. Es algo puramente espiritual. Para nosotros, los latinos, la raza es un estilo. Un estilo de vida que nos enseña a saber vivir practicando el bien y a saber morir con dignidad. Nuestro homenaje a la madre España constituye también una adhesión a la cultura occidental. Su obra civilizadora cumplida en tierras de América no tiene parangón en la Historia. Es única en el mundo. (...) Su empresa tuvo el sino de una auténtica misión. Ella no vino a las Indias ávida de ganancias y dispuesta a volver la espalda y marcharse una vez exprimido y saboreado el fruto. Llegaba para que fuera cumplida y hermosa realidad el mandato póstumo de la Reina Isabel de `atraer a los pueblos de Indias y convertirlos al servicio de Dios'''.

Los párrafos citados son suficientemente elocuentes para demostrar qué pensaban las máximas figuras de los dos partidos que canalizan la amplia mayoría del electorado nacional.­

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ENCUENTRO DE CULTURAS­

­Sin embargo, de ninguna manera esto significa rechazar el Respeto a la Diversidad Cultural, o sea del respeto a las manifestaciones culturales que siempre integraron la raíz cultural de nuestra nación.

En nuestras raíces está el encuentro de culturas: las cultura indígena o de los pueblos originarios, con la cultura de la España misionera y conquistadora y de esa madurez de pueblos que se independizaron de la Madre Patria, nació una cultura que es al mismo tiempo muy antigua y muy nueva. Nuestra cultura de la Iberoamérica, que tan bien sintetiza el poeta nicaragüense Rubén Darío cuando desafiando a Roosevelt y al imperio del Norte dice: "Esta América nuestra que tiene sangre indígena, que reza a Jesucristo y que habla en español''.

Esas son las raíces de nuestra historia , de nuestra cultura y de nuestra Patria, raíces tan fuertes que fueron capaces de asimilar al inmigrante que llegó luego a estas tierras, al inmigrante que vino para abrir los surcos , para plantar las viñas, para cultivar la tierra, para levantar las fábricas. Aquellos que vinieron desde Arabia, del Líbano, aquellos que vinieron de Italia, desde Ucrania, de Japón o de cualquier parte del mundo a habitar esta tierra, fueron aceptados, asimilados por esa cultura y aprendieron nuestra lengua y se integraron a este pueblo y sintieron que esta tierra que los había recibido era como su segunda Patria y sus hijos no siguieron siendo extranjeros, sino que empezaron a considerarse argentinos.­

Pero algunos de los que niegan nuestras raíces elogiando a lo extranjero hicieron o hacen de esta tierra una colonia que nada tiene que ver con nuestras raíces. Para cantar como Atahualpa Yupanqui: "Las penas son de nosotros, las vaquitas son ajenas''.­

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DIALECTICA FALSA­

­Nos oponemos a toda dialéctica falsa que quiera cortar las raíces de nuestro ser nacional, porque al cortarlas nos sujetan a los más oscuros intereses contrarios a nuestro pueblo.­

Amar lo nuestro. Nosotros queremos que La Argentina sea La Argentina y nada más que La Argentina, y queremos que nuestra bandera sea la Bandera azul y blanca con los colores del Manto de la Virgen y no otra bandera traída del exterior.

Nosotros queremos que la Bandera represente el alma del pueblo, la tradición del pueblo, la fuerza del pueblo y eso es lo que queremos promover al defender los valores nuestros. Queremos expresar hoy y mañana: el amor por esta tierra, porque esta tierra es la casa de esta familia grande que es el pueblo argentino; el amor por nuestro pueblo, que es el amor por su lengua, que es el amor por su cultura, que es el amor por las tradiciones.

El saber mirar lo nuestro, como escribió Hugo Wast: "No miremos tanto al puerto de donde vienen tantas máquinas buenas y tantas ideas malas, miremos hacia el interior de la Patria que es desde donde viene la salvación''.

Amor por la tierra y amor por el pueblo que sobre esta tierra habita. Amor por las cosas nuestras, sabiendo que en la tierra y en el gaucho se encarna el espíritu español, en el gaucho se encarna lo mejor que hubo en esta del Quijote, el espíritu del Caballero, el espíritu generoso y desinteresado, el espíritu del amigo capaz de tender la mano, el espíritu de poder jugarse en las patriadas, el espíritu del que fue capaz de hacer con el sudor y con la sangre esta Patria.

Amor por nuestros héroes auténticos, por aquellos que nos dieron esta Argentina que hoy tenemos, por aquellos que nos dieron esta Patria con su sangre en las batallas, desde las guerras de la Independencia, que tiraron un día las cadenas sobre las aguas del Paraná en la Vuelta de Obligado para decirles a las escuadras más poderosas del mundo: "¡De aquí no se pasa, porque esto es nuestro!''.

Aquellos que entregaron su vida por la Patria dejando su cuerpo en la turba de las Malvinas y en las aguas heladas del Sur. Hoy a 40 años de la Gesta Malvinera, celebremos entonces nuestras raíces, nuestra tradición e identidad.­