Escuela Naval Militar: 150 años formando los Oficiales de la Armada Argentina
Uno de los institutos educativos más importante de la Armada Argentina que brinda educación de excelencia a los jóvenes hombres y mujeres, futuros Oficiales de la Armada Argentina es la Escuela Naval Militar (ESNM) ubicada en el partido de Ensenada en la provincia de Buenos Aires, a orillas del Río Santiago.
Si bien fue fundada en 1872 por Domingo Faustino Sarmiento, el proyecto de su creación surgió en 1870, cuando el destacado marino Clodomiro Urtubey, oficial formado en el Colegio Naval Militar de la Armada Española y comandante del buque transporte “Coronel Rosetti”, y el Comandante del vapor “Pampa”, Sargento Mayor Erasmo Obligado, tuvieron una reunión de camaradería que concluyó en la necesidad de constituir una escuela que diera instrucción teórica y práctica a los futuros oficiales de Marina.
Previamente, el Presidente Domingo Faustino Sarmiento había creado en 1869 el Colegio Militar, y en 1872 se sancionó la Ley de Armamento que preveía incorporar nuevas unidades de guerra. Estas medidas, sumadas a la experiencia de la Guerra de la Triple Alianza, derivaron en la Ley N° 568 del 5 de octubre de 1872, que establecía la fundación de la Escuela Naval a bordo del vapor “General Brown”, con apostadero en Zárate. Su primer Director fue el Sargento Mayor de la Marina Clodomiro Urtubey.
La escuela transitó por diferentes buques como asiento para la instrucción de los cadetes: el vapor “Coronel Espora”, luego nuevamente el vapor “General Brown”, la cañonera “Uruguay” y una tercera estadía en el vapor “Brown” –desde 1880 a 1881– hasta que pasó a desempeñar la totalidad de sus tareas de instrucción en tierra, dada la complejidad de las actividades académicas. De esta forma, el 15 de agosto de 1881, la Escuela Naval Militar (ESNM) fue trasladada a instalaciones en la Capital Federal, en una quinta situada en los que es hoy la Avenida Alvear.
En ese entonces asumió como nuevo Director el Teniente de Navío Francisco Beuf, quien marcó un cambio notable en la vida de la institución naval, dándole al instituto un nuevo reglamento interno y un plan de estudios más severo. Beuf le dio una nueva impronta a la Escuela: se destacó por aplicar normas modernas de enseñanza – tanto teóricas como prácticas -, redujo los años de estudio, y dividió a los cadetes según fueran los estudios preparativos o profesionales.
Desde 1885 los cadetes cumplían su viaje de instrucción en la corbeta “La Argentina”, traída de Europa. En los primeros periplos, el navío cumplió periplos mundiales y después viajes al Pacífico y al sur.
A principios de 1888, la Escuela se trasladó al pueblo de Diamante en Entre Ríos, teniendo su asiento en la corbeta “Chacabuco” –ex vapor “General Brown”, que fue sometido a varias modificaciones considerándose una nueva clase de corbeta–. Ya en 1893 se instaló nuevamente en tierra firme y regresó a Buenos Aires, al barrio porteño de Palermo, en la residencia anterior del Gobernador Juan Manuel de Rosas; y en 1899 se mudó al barrio de Caballito, por una década, hasta su asiento definitivo en Río Santiago.
Es así que la ESNM logró organizarse de la mano del Director de aquél momento, Capitán de Navío Manuel José García Mansilla, contando con un laboratorio de química, gabinete de física, departamento de máquinas, sala de torpedos, batería de cañones, entre otras instalaciones. Además, durante su gestión, García Mansilla reformó el reglamento orgánico y plan de estudio, adaptándolo a las actualizaciones de la vida naval; todo ello le dio a la entidad académica un alto vuelo profesional y la jerarquizó significativamente. Los viajes de instrucción se llevaron a cabo en la Fragata Sarmiento, aula móvil.
Será el mismo García Mansilla quien, durante su destacada administración (1900 -1910), designó el 5 de octubre como “Día del Cadete”, en conmemoración a la fecha en la que fue sancionada la Ley de creación de la Escuela Naval. Otros caros símbolos y tradiciones se deben al activo director, como son el escudo de la Escuela y la tradición del cine los días jueves. Todos ellos hacen a la vida e identidad del Cadete Naval.
Con su nuevo asiento en instalaciones de la Base Naval Río Santiago, a partir de 1909, la Escuela se fue reorganizando y adaptando por el aumento de cadetes, que pasó de 122 a triplicarse en 1925. Finalmente, pasados más de 30 años, en 1937 el Estado decidió cumplir una promesa largamente esperada: darle a la Escuela una sede propia, de acuerdo a las necesidades del momento. Es así que se sancionó la Ley que autorizó la construcción del edificio que actualmente ocupa, colocándose la piedra fundamental en febrero de 1938.
El traslado se inició en 1942 y las actividades comenzaron en su totalidad en 1944. A partir de la nueva sede se ejecutaron más reformas al reglamento y plan de estudios, especialmente cuando el cadete comenzó a demostrar un gran interés por el deporte.
Un solo espíritu para un mismo ideal
La ESNM tiene como objetivo formar ética, militar, académica, profesional y físicamente a los futuros oficiales de la Armada en lo que refiere a la conducción de personal, la administración y el empleo de sistemas navales a fin de prepararlos para el ejercicio de las funciones y responsabilidades de su competencia y, asimismo, contribuir a la defensa de los intereses nacionales en el mar.
Desde sus inicios, el establecimiento educativo capacita, forma e instruye a los jóvenes cadetes de la Armada Argentina otorgándole valores inquebrantables que abrazan la vocación del ser marino. La Escuela Naval Militar toma vida y perdura en el tiempo gracias a estos jóvenes, quienes viven cuatro años en ella, adoptándola como su segundo hogar. El quinto año de su formación lo completan como guardiamarinas en comisión a bordo de la fragata ARA “Libertad” incorporada en 1963 –primer buque escuela construido en el país, realizando su práctica profesional y representando a todos los argentinos en lejanos países, llevando un mensaje de paz y amistad.
Durante su paso por la ESNM toman clases teórico-prácticas vinculadas al ámbito naval y al desarrollo de actividades deportivas como navegación a remo, vela, natación, fútbol, prácticas de artes marciales, rugby, hockey, esgrima, entre otros deportes, que contribuyen a proveer una completa formación física.
Asimismo, los cadetes embarcan en unidades de la Flota de Mar y de la Escuadrilla de Ríos y participan de adiestramientos en destinos de la Infantería de Marina –quienes optan por esa especialidad–, para conocer de cerca el quehacer naval.
Si bien las mujeres en 1981 ya habían ingresado a la Armada como profesionales, otro hito importante en la historia de la Escuela Naval Militar se dio en 2002, cuando por primera vez se incorporaron seis mujeres que egresaron como oficiales del Cuerpo Comando, haciendo su Viaje de Instrucción en 2007. Más recientemente, se graduó en 2010 la primera promoción mixta de infantes de Marina.
Asimismo, en la Escuela Naval Militar se dicta anualmente el Curso de Integración Naval (CUINA), destinado a profesionales de distintas carreras quienes egresan como oficiales de la Armada; y el Curso de Ascenso de Suboficial a Oficial (CASO).
La pandemia producida por el COVID-19 hizo que la educación se viera afectada en su formato tradicional. Ante las restricciones ordenadas de aislamiento obligatorio, la ESNM profundizó
la utilización de su plataforma on line educativa, en la cual los profesores pudieron subir los contenidos de sus currículas y exámenes, siendo estos complementados por clases virtuales.
Hoy como ayer, la enseñanza del arte de navegar, junto a las tradiciones y la camaradería son algunos de los pilares en la formación de los jóvenes hombres y mujeres que, impulsados por una profunda vocación de servir a la Patria, ingresan a la Escuela Naval Militar para completar sus conocimientos académicos, sumando a los mismos valores que forjarán a los futuros custodios de los intereses argentinos en y desde el mar. Jóvenes que mantienen vivo el lema del Cuerpo de Cadetes: “Eodem espíritu in modero animo” que significa: “Un solo espíritu para un mismo ideal”.
Actualmente, la ESNM está compuesta por un total de 397 cadetes de los cuales 107 son mujeres. Hay 10 becarios: 7 provenientes del Estado Plurinacional de Bolivia, 1 de la República Dominicana, 1 de la república de Panamá y 1 de la República de Haití.