Familiares de las víctimas de la Masacre de Trelew recorrieron el penal al cumplirse 50 años del hecho
Por Leonardo Castillo (Télam)
Familiares de las víctimas de la Masacre de Trelew y ex-presos políticos visitaron las instalaciones del penal de Rawson, donde varios de ellos estuvieron detenidos, en una jornada cargada de emotividad y memoria.
Varios de esos exdetenidos rememoraron durante estas visitas sus vivencias y los padecimientos que afrontaron en esa cárcel patagónica, en la cual estuvieron confinados durante los tiempos del terrorismo de Estado.
La actividad de señalamiento del penal como lugar en el que se cometieron crímenes de lesa humanidad fue organizada por la Secretaría de Derechos Humanos, donde también se llevaron a cabo visitas a esta instalación carcelaria.
En horas del mediodía, las columnas de militantes de derechos humanos, familiares de víctimas y ex-presos políticos comenzaron a llegar al lugar donde iba a realizarse este acto como parte de las conmemoraciones por los 50 años de la Masacre de Trelew.
En la puerta, comenzaron a organizarse para entrar y confeccionaron listas de 30 personas con un responsable para cada grupo.
Luego del acto de señalamiento que encabezó Horacio Pietragalla Corti, los grupos de familiares y ex-presos comenzaron a ingresar a las instalaciones del penal.
Tras franquear el acceso principal, los grupos recorrían cien metros hasta el puesto de control, donde debían entregarle sus documentos y celulares al personal del servicio penitenciario.
Télam pudo acceder a las instalaciones carcelarias al sumarse a uno de estos grupos y recorrió los lugares en los cuales estuvieron alojados los presos políticos de la última dictadura cívico militar.
Luego de superar el ámbito donde chequean habitualmente a las visitas, el grupo al cual se sumó este cronista pasó junto al memorial que recuerda a Juan Valenzuela, el efectivo penitenciario que murió durante la fuga del 15 de agosto de 1972 que antecedió a la Masacre de Trelew.
Una corona de flores estaba depositada en sitio en homenaje a la única víctima que tuvo la evasión del penal en la que participaron militantes de las organizaciones armadas de ERP, FAR y Montoneros.
De camino hacia el siguiente puesto de control y mientras arreciaba el viento de la estepa patagónica en la zona occidental de Chubut, un exdetenido inició una conversación con los cronistas que lo acompañaban.
Se trataba de Fernando Caviglia, actual secretario de Industria y Comercio de Entre Ríos, que en tiempos de la dictadura estuvo detenido por su militancia en la Juventud Peronista (JP), una organización de superficie de Montoneros.
“Cuando llegué acá me consideraban un irrecuperable y nos sometieron a un régimen de detención muy estricto. Nos bañábamos con agua helada, sufríamos maltrato y aislamientos. Mis familiares tenían que hacer más de 1800 kilómetros desde Entre Ríos para visitarme”, recordó Caviglia.
Al cruzar la tercera puerta, se accedió al patio de uno de los pabellones, donde aún puede apreciarse un mural pintado con motivo de los 40 años de la masacre de Trelew.
En el pabellón que visitaron los familiares están alojados actualmente jóvenes con problemas de adicciones que forman parte de una comunidad terapéutica y que se mostraban solícitos con los ex-presos cuando les pedían referencias del lugar.
“-¿Este es el pabellón siete? Yo estaba en el ocho.
-Ese está arriba. Acá vivimos nosotros".
Eran los diálogos que se reproducían entre los exdetenidos políticos y los actuales internos del penal de Rawson.
Al pasar por el pasillo de este pabellón, se podían ver las celdas que ocupaban los expresos; reductos de dos metros de ancho por otros dos de largo que eran ocupados individualmente.
Oscar Mellían, un exdetenido oriundo de Viedma, sentía al transitar el pabellón que había perdido las medidas, las referencias de ese lugar donde estuvo cautivo.
“Me parecía más grande, no me ubico. Acá era donde teníamos los mecheros y los calentadores. Eran ocho pabellones de presos políticos los que había en esta cárcel. En la última dictadura militar éramos todos hombres. A las mujeres se las llevaron después de lo de Trelew”, recordó Oscar.
Patricio Torne, otro de los antiguos presos políticos que estuvo detenido entre 1975 y 1982, recordó que durante el Mundial de Fútbol de 1978 estuvo “en la denominada fila de la muerte”.
“Estábamos como rehenes con otros compañeros. Si Montoneros o alguna organización cometía un atentado durante el Mundial, a nosotros nos iban a matar”, aseguró Torne.
En la salida, se encontraban los que egresaban de la recorrida y los que entraban, y antiguos compañeros de prisión o militancia se fundían en interminables y sentidos abrazos.
Patricio salió hacia la calle, lo acompañaban dos personas que podrían ser sus hijos, el sol se ponía en la estepa patagónica y la memoria seguía ahí, donde aún arden los sueños de esa generación que luchó por cambiar el mundo.