Hay una tendencia positiva hacia una mayor inclusión en los primeros niveles educativos en la Argentina­

La importancia de la educación inicial­

El país permanece detrás de varios países de América latina. En algunas provincias se han ampliado la cantidad de establecimientos, pero otras continúan muy retrasadas en su oferta.­

"Sabemos la importancia que tienen esos primeros años de vida para el neurodesarrollo, que va a estar condicionado por un montón de factores que van a influir en su vida. Ellos son los biológicos, psicológicos, culturales y socioeconómicos por eso es importantísimo que se cuide ese primer momento y que se estimule ese desarrollo en ese período de tiempo. Ese neuro-desarrollo óptimo va a ser importante para la maduración del sistema nervioso e importante para que se desarrollen todas esas funciones cognitivas e incluso para la formación de la personalidad'', explicó a La Prensa la Doctora en Psicopedagogía Adriana Napque, docente titular de Psicología y de Sujetos del Aprendizaje dentro del Departamento de Educación de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Católica.­

El estímulo inicial para un niño se encuentra generalmente en su casa, pero la vida laboral actual motiva a ingresarlo en algún jardín maternal o de infantes a muy pronta edad. Así, la matrícula de los jardines de infantes más los jardines maternales de la Argentina creció un 16,4% entre 2010 y 2020, pasando de 1.553.418 a 1.807.986 niños en ambos segmentos educativos. Así lo reseña el más reciente informe del Centro de Estudios de la Educación Argentina (CEA) de la Universidad de Belgrano, basado en los Anuarios Estadísticos de 2010 y 2020 del Ministerio de Educación.­

En tanto, se observan grandes diferencias entre provincias respecto al crecimiento de la oferta de jardines. San Juan y La Pampa presentan crecimientos superiores al 85%, mientras que la de San Luis no supera el 19%. Con relación al sector de gestión pública sólo hubo cinco distritos con aumento de la matrícula estatal sobre la privada: La Pampa, Mendoza, Salta, San Juan y Entre Ríos. En el resto, el aumento de la matrícula privada superó al de la gestión estatal, con marcadas diferencias en Catamarca, Chubut, Neuquén, Formosa y en la ciudad de Buenos Aires.­

"Hay una tendencia positiva hacia una mayor inclusión de los niños en el nivel educativo inicial en la Argentina. Según la Unesco, se trata de una de las mejores inversiones que un país puede emprender para el desarrollo de sus recursos humanos, la igualdad entre los sexos y la cohesión social, y también para reducir el costo de los posteriores programas de recuperación'', indica Alieto Guadagni, director del Centro de Estudios de la Educación Argentina (CEA) de la Universidad de Belgrano.­

Sin embargo, en la comparación internacional, la tasa bruta de matrícula en educación preprimaria del 2020 de nuestro país apenas presentó un índice del 77,8 por ciento. De esta manera, la Argentina ocupó el puesto número 12 en el ranking de las 30 naciones de América latina y el Caribe, justo por encima del promedio de la región, que corresponde al 77,5 por ciento, de acuerdo con la CEPAL.­

Países como Costa Rica, Cuba, Uruguay y Brasil presentan tasas superiores al 95 por ciento, en tanto que Chile está por encima del 80 por ciento. En el otro extremo, naciones como Guatemala, Honduras y Panamá se encuentran por debajo del 50 por ciento.­

A escala global, en tanto, la tasa de inscripción de niños de 3 a 5 años de edad en nivel preprimario coloca a la Argentina en el 30º puesto de una lista de los 42 países que estudia la OCDE, con una tasa similar del 77 por ciento, quedando por debajo del promedio, que alcanza el 83 por ciento. Dicho ranking es liderado por Francia e Israel, con tasas del 100 y el 99 por ciento, respectivamente. Incluso 19 de los países mencionados cuentan con tasas por encima del 90 por ciento.­

"Sin embargo, este hecho no debe eliminar el compromiso de que dicha evolución sea sostenida en el tiempo, para alcanzar a países vecinos como Brasil y Uruguay, y posicionarnos en un mejor lugar frente al resto del mundo. Al mismo tiempo, debemos avanzar hacia una reducción en las diferencias de crecimiento observadas entre nuestras provincias, para que los beneficios de una mayor inclusión en la educación infantil se expandan por todo el territorio'', asegura el especialista de la Universidad Belgrano.­

Luego agregó que "nuestras leyes apoyan dicho crecimiento e inclusión. Por ello, es muy importante cumplir no sólo con la Ley N°27.045, que estableció la obligatoriedad de la educación a partir de los cuatro años de edad, sino con todas las leyes educativas, ya que nos indican el camino hacia la posibilidad de forjar ciudadanos abiertos, capaces y responsables en el futuro''

­LAS CLAVES­

El nivel inicial es importante en la vida del niño porque va a ir ayudando en su estimulación temprana y a posibilitar ese despliegue integral de todas las áreas y funciones. "Va a ir permitiendo que ese niño vaya creciendo, fortaleciéndose y generando una progresiva seguridad en sí mismo. Adquirirá mayor despliegue y destreza en todos los planos sea en el emocional, en el social, en el motriz, en el plano del lenguaje. Potenciará todas las funciones cognitivas y permitirá un desarrollo gradual y paulatino de las funciones ejecutivas que son tan importante para la perseverancia, para el desarrollo de hábitos y de rutinas. Todo lo que tiene que ver con esa formación integral y saludable que es la base del desarrollo'', resaltó Adriana Napque.­

Al respecto, agregó: "Pensemos que la personalidad es ese entramado entre lo dado, lo adquirido y la autodeterminación que comienza antes de nacer y continua a lo largo de toda la vida. Esos primeros meses son claves para todo ese desarrollo''

Durante las primeras semanas el bebe no puede controlar sus emociones y las reacciones están condicionadas con estímulos internos y externos "que al bebe le cuesta regular o auto regular. Es un trabajo paulatino donde el cuidador primario ayuda a ir calmando el llanto, ir tranquilizándolo, apaciguándolo cuando está nervioso. Esa coregulación y, después, el desarrollo del niño va a ir transformándose en auto regulación. Esto es un desarrollo paulatino de ir logrando desde muy temprana edad, desde la infancia, y continua a lo largo de toda la vida''

Consultada sobre qué va a influir en el desarrollo de esa regulación comportamental, la especialista resaltó que "el temperamento que lo que se trae la pauta parental, el entorno cultural, todas las oportunidades socioeconómicas y la pauta de apego, es muy importante esto en el nivel inicial de la guardería. Las experiencias que haya tenido desde el minuto de nacer es todo aprendizaje porque hasta tiene que aprender incluso a respirar en que pasa de una placentaria a una pulmonar. Después empiezan ese llanto que es un inicio de ir trabajando y adaptándose al mundo, el pasaje a la comida semisólida, el caminar, el hablar. Hay una génesis de aprendizajes que son centrales y en ellos la figura del cuidador que va a andamiar va a ser clave para generar esa matriz o modalidad de aprendizaje a futuro y la capacidad también de controlar la atención. El juego, las experiencias de interacción con pares. Todo eso es fundamental y en eso el nivel inicial ayuda mucho''

 ­DIAGNOSTICO PRECOZ­

La posibilidad de contar con un jardín maternal o de infantes permite a las familias a organizar las actividades familiares con las laborales. Pero también esto va más allá al permitir realizar un diagnostico precoz. "A veces los padres ven algo como neurotípico porque no tienen parámetros o se les dificulta tomar distancia desde lo emocional para ver algunas cuestiones. Ahí, las miradas de las maestras y de los profesionales de la institución pueden orientar mucho y guiar en el desarrollo que pueden mostrar los comportamientos o destrezas físicas que son esperables en los niños a lo largo de su vida. Con ello se puede aprovechar esas ventanas de oportunidad y en base a una estimulación temprana y adecuada hacer un trabajo y lograr ese desarrollo saludable de esas áreas y con intervención externa si fuera necesario'', recalcó Napque.­

La falta de acceso a estos centros especializados en la educación de los niños desde temprana edad podría alejarles la oportunidad para que se inserten en la vida social y los diferencia de otros menores que sí han podido acceder a esos espacios de aprendizaje. El rol de la familia para amortiguar esa disparidad es clave.­

"En esto cobra un papel realmente central la estimulación recibida en el hogar y en el contexto de crianza que rodea al niño. No hay una regla general ni una diferencia entre un niño que tuvo una educación inicial en el jardín al que ingresa por primera vez en nivel escolar y prescolar, es muy variable entorno a esa familia, a ese contexto que rodeo a ese niño. De por si es saludable que el niño ingrese antes y es una oportunidad de sociabilización secundaria que ayuda en el desarrollo de pautas, a la sociabilización, a generar hábitos y conductas generales y es un bueno andamiaje para los padres incluso como socios en la crianza de ese niño'', concluyó la Doctora en Psicopedagogía.­