La ONG reclamó por la continuidad de las clases presenciales en el país
Los padres esperan la vuelta a las clases
A un año de aparecer en la agenda pública, la entidad de Padres Organizados continúa reclamando por la vuelta a clases presenciales en todo el país. Chubut y Santa Cruz no completan el ciclo de 190 días de clases desde hace 5 años.
"A veces parece que nuestro reclamo es uno de gente de elite o clase alta u opositora y, en realidad, es un reclamo más bien social que defiende tanto a los niños como a los adolescentes que tienen su derecho a ir a la escuela, sin importar cualquier color político o ideología que se tenga", resaltó a La Prensa Julieta Sicialiano, miembro de la Ong Padres Organizados, en un contacto virtual desde su provincia natal de Chubut.
Así, a través de una reunión organizada por Zoom, La Prensa dialogó con siete madres de distintas provincias, que integran la ONG federal Padres Organizados, luego de un año de su conformación como entidad frente a la necesidad de dar una voz y defender los derechos de sus hijos frente a la pandemia.
Así, separadas por miles de kilómetros entre sí María José Navajas, en CABA; Gabriela Pestrín, en Córdoba; Melissa Silva, en Formosa; Natalia Godoy, en Catamarca jan, en Neuquén; Julieta Sicialiano, en Chubut; y Luciana Bártoli, de provincia de Buenos Aires, reivindicaron el papel de los padres en la mesa de discusión con los sindicatos y los gobiernos.
La organización federal surgió como un espacio donde miles de padres y madres de toda la Argentina se fueron conectando y sumando, a través de las redes sociales, por la desesperación que sentían y veían ante la interrupción de la actividad presencial educativa en las escuelas en 2020 y que se extendió en hasta el 2021 en algunas localidades.
-¿Están a favor de la vacunación de los menores?
- JS: La mayor parte de nosotros somos pro vacunas aunque algunas familias tienen sus diferencias sobre la vacuna contra el COVID. Como cada familia tiene que decidir sobre inoculaciones que no son obligatorias en niños y adolescentes, la falta de vacunación en un chico no le puede impedir el derecho a ir a la escuela. Si bien hay provincias como Catamarca que implementaron el pase sanitario, tampoco hay una sociedad que se revele en contra del pase sanitario en las escuelas. Creo que es parte de la función de las asociaciones de padres, como ésta, hacer saber la ilegalidad de establecer un pase para que un chico vaya a la escuela. Nuestro trabajo de brindar información a diario y hablar en medios es justamente con ese objetivo de evitar la implementación de un pase sanitario en esos lugares donde están impuestos hacer que se tome conciencia en la población para que no empiecen estas limitaciones absurdas, ilegales e inconstitucionales.
-¿Cómo perciben el impacto psicológico que dejó la pandemia en los chicos?
-MJN: Con respecto al impacto de la pandemia en lo emocional y psicológicos en los chicos es algo que se está viendo y que basta notar que los profesionales de la salud especializados en pediatría están desbordados en la atención a los menores que estaban con cuadro de ansiedad o depresivos y desórdenes alimenticios. De hecho, situaciones que se daban más en la adolescencia se adelantaron y que se están viendo niños más chicos. De este tema se habla muy poco.
-¿Esa angustia se repite?
-MJN: Esa angustia que le generó a los chicos a estar tanto tiempo encerrados en la casa, sin la rutina que le brinda la escuela y la contención que le dan sus maestros se reactiva cuando vuelven a ocurrir estos aislamientos por los casos positivos o sospechosos. En la mayoría de las provincias rigen protocolos que mandan aislamiento cuando hay un caso sospechoso. Creemos que lo que se debería tener como criterio es el que está enfermo tiene fiebre y tiene un cuadro de algo se quede en casa, no vaya a la escuela y que se reincorpore cuando este bien y tenga el alta médica. Así, el resto del curso sigue yendo a la escuela porque si no entramos de nuevo en la locura de protocolos super estrictos que solamente en el único lugar que se aplican es en la escuela y que es la población con menor riesgo por el COVID.
-¿Les afectaron mucho en Formosa las burbujas que implementaron desde el gobierno? ¿Qué percepción tienen del pase sanitario?
-MS: Hay veces que yo digo no lo van a hacer y van y lo hacen. Vivimos en una incertidumbre y siempre digo que en Formosa existe un silencio que aturde porque llegan en sigilo y dos días antes que empiecen las clases tiran algo. Lo que nos ocurrió en 2021 que el domingo anterior de que empiecen las clases las suspendieron. Notamos que a veces toda la bajada de línea que daba Nación, Formosa no lo hacía. Así, si decían ""vuelvan a las escuelas"" Formosa no lo hacía. Si decían ""terminen las burbujas"" en Formosa no se terminaban y nosotros seguíamos reclamando, pero al final se termina sintiendo que hacen lo que quieren.
-¿Alguna otra ha enfrentado este tipo de dificultad?
-MS: Yo creo que en todas las provincias sucede algo de eso. Creo que es muy importante hablar de cómo se impuso una lógica de el ""por las dudas"" como si suspender cosas así no tuviera ningún costo. Eso es una falacia y es una de las cosas que más nos complicó como sociedad porque si yo ""por las dudas"" lo dejó a un chico en mi casa como si no fuera a pasar nada, no es así porque sí hay consecuencias. Entonces, cualquier acción que se tome tiene una consecuencia y lo que hay que empezar a ver es cuál es el costo menor. Por eso los chicos que no son de riesgo el tema de ponerle o no barbijo tiene un impacto en todas las edades.
-¿Te impactó en lo particular esa situación?
-MS: Mi caso en particular tengo una nena que pasa ahora a cuarto grado. A ella le agarró toda la historia de la cuarentena en su segundo y tercer grado lo que hizo que su aprendizaje de la lectoescritura no fue igual que los hermanos más grandes. Cuando empezaron las clases por Zoom había nenes que estaban en sus casas con barbijo. Hay muchas de esas situaciones que nosotros vemos como padres y que son increíbles. La realidad es que se usó todo el aparato estatal para impartir un gran pánico sin tener certezas, no es que sabían efectivamente qué sucedería, sino que era todo "por las dudas". En el grup de los niños quedaron muy librados a la suerte.
-Vi que en las redes ustedes pedían que los chicos más chicos no fueran más con barbijo, ¿por qué?
-JS: Mi hijo está por empezar el primer grado. La pandemia para él tuvo un costo en la lecto-comprensión que tiene que ir a la academia para estudiar con otros chicos que no tienen el problema de metabolismo que tiene él. El uso del barbijo, además, no ayuda a que su problema fonoaudiológico mejore y, entonces, la terapia fonoaudiológica se extiende en el tiempo y en vez de cerrar el año pasado todavía sigue con el tratamiento por esto.
Mi hijo es un caso menor, porque, así como él hay otros chicos que tienen más problemas y otros padecimientos que son más graves. No solamente el uso de barbijos es ineficaz para evitar contagios entre los menores, sino que termina siendo eficaz para causar otros problemas o para acrecentar los que se existen.
Hay que preguntarles a los padres cómo el chico lleva de vuelta su barbijo a su casa luego de cuatro o seis horas de clase, sea que este en el preescolar o en primaria. Seguro habrá mocos, restos de comida y baba. El docente también tiene que hacer un análisis de por qué les hace usar barbijo al chico ya que tiene que conocer las limitaciones que tiene sus estudiantes para mantener la higiene del barbijo o para comprender lo que está diciendo el maestro.
Además de todo esto la efectividad no está probada, por eso nos manifestamos en contra del barbijo, principalmente en el nivel inicial y en primer grado o los primeros años de presencia en la escuela.
-¿Se siguen restringiendo derechos?
-GP: Hay una situación donde se van sumando cuestiones que van cercenando derechos y, además, mete el tema de la discriminación por el tema de vacunas sí o no y el pase sanitario va a discriminando esa población de niños y adolescentes para un lado o para el otro.
-¿Hubo muchos problemas para que los chicos se pudieran integrar a las clases presenciales luego de un año virtual?
-GP: Retomando el impacto del encierro, hay situaciones que nosotros podemos hablar de nuestros hijos y otras que lo tendrán que hablar los especialistas, pero de lo que no se habla es de esas situaciones que no llegan al profesional y son situaciones menores, pero muy centrales en la vida de un niño: ya no respetan las reglas de la escuela. Muchos tienen una gran confusión entre lo que la clase virtual le indicaba y la clase presencial le dice y el estar en la casa o estar en la escuela los chicos no se ubica fácilmente de un día para el otro.
En términos personales nos pasó con el más chico que empezó la escuela y todos los días venía una nota de conducta que tenía que ver con que él se revelaba a que los adultos no respetaban ciertas reglas. En realidad, era él el que no las estaba respetando, pero él estaba con las reglas cambiadas. Eso nos lleva a una situación de tirantes en el año muy complicada y yo no podía hacerles entender al grupo de docentes y directivos que esto era una situación que se presentaba como impacto al encierro del año entero y de la incertidumbre del año siguiente. Creo que esas situaciones que no llegan al profesional hay muchas y los padres no se están dando cuenta del resultado la consecuencia del encierro de los chicos.
-¿Y los que no pudieron tener clases virtuales?
-Tampoco tuvieron esa posibilidad, pasaron de tener clase a no tener y de volver en intervalos a la escuela. En mi caso a mi hijo no hizo educación virtual porque yo no quise porque la pasaba mal y como soy una mamá que me paro y pongo a mano al frente de una autoridad que dicta reglas tontas preferí que no tuviera ese tipo de modalidad. Pero la mayor parte de los chicos en Argentina no tiene esa posibilidad porque es pobre y la falta de recursos muchas veces conlleva no conocer de todos sus derechos y cuáles son sus posibilidades. Si le quitas a un país la posibilidad de desarrollarse no sólo económicamente, sino culturalmente, después vas a tener una cantidad de gente muy sumisa a las reglas absurdas. (1) Creo que las limitaciones de cada familia, muchas no las vamos a saber tampoco porque hay padres que no saben qué les pasó a sus hijos por sus problemas coyunturales y demás.
-Dicen que la verdadera igualdad es darle las mismas oportunidades, ¿cómo lo perciben ustedes?
-JS: Te puedo hablar de lo que pasó de la provincia de Chubut de donde yo vivo. Hace 5 o 6 años que no hay regularidad en la escuela porque hay varios sindicatos docentes que tomaron de rehén a la educación, entonces no se cumple de los 190 días de clases.
Eso hace que tengas chicos de primaria y secundaria que no sólo no saben leer o escribir o comprender textos, sino que son incapaces de relacionarse con sus pares o de tener trabajo bien remunerados. Eso hace que culturalmente haya mucha la gente joven en la calle, sujeta a mayor cantidad de enfermedades de salud mental e incluso también las adicciones y un gobierno que parece que no entiende la injerencia de la educación en la vida de las personas y en el ciudadano. Creo que en Argentina si nos revertimos la situación a nivel nacional de lo que está pasando en educación vamos a tener más provincias como Santa Cruz o Chubut y más como Formosa, La Rioja o Catamarca que son rehenes de un sistema de gobierno muy autoritario. Espero que nuestra lucha despierte cada vez a más padres para evitar esto.
-MS: Acá en Neuquén los consejeros escolares dijeron que 70% de los nenes no tenían conexión virtual y que esas eran las estadísticas que ellos manejaban. En realidad, lo del 2020 fue una un año sin clases salvo para una pequeña elite y también el 2021 en unos meses sin clases. La realidad es que estamos generando una sociedad muy injusta y a mí como mamá me preocupa eso, -¿Qué sociedad vamos a construir?
-GP: Respecto a eso yo también quería decir que me parece que es un desafío que nosotros podemos tomar porque no es sólo un problema nuestro, que tenemos hijos en la escuela, sino que esto es un problema social y lo que estamos viviendo nosotros ahora, pero tiene una traslación directa a la sociedad. Es decir, el día de mañana tenemos menos chicos educados, en general, no solamente en la adquisición de conocimientos, sino también en la formación de ciudadanos. Si esto no se toma como un problema central para nuestra sociedad difícilmente logremos un cambio. Podemos tener clases presenciales, pero si no cambiamos el fondo de la cuestión ante la menor duda la escuela desaparece y nadie dice nada.
-¿Cómo percibieron que se les prejuzgara y acusara de que su principal motivo como entidad surgía de no querer tener a sus hijos en sus casas?
-MS: Siempre fuimos tildados como padres que teníamos nuestros hijos en colegios privados de elite y que no queríamos tenerlos en casa, algo totalmente falso. Creo que la sociedad ignora todas las dificultades que tienen los otros niños para poder aprender, lo que repercute la falta de educación. Más allá de lo que no hallan tildado, somos personas que luchamos por los que no tenían voz, más allá de nuestros hijos, por esos menores que quedaron fuera del sistema. Y eso es otro punto por destacar, hasta hoy en día no sabemos cuántos son, porque todavía no hay estadísticas certeras, por lo menos en Formosa nunca dieron a conocer los números. Entonces, si no tenemos un diagnóstico ¿cómo vamos hacer para solucionar este gran problema educativo?