Efecto Milei: Un posible nuevo impacto electoral en CABA
La lista de La Libertad Avanza, para muchos la gran sorpresa de las recientes PASO en la ciudad de Buenos Aires, podría incrementar su caudal de cara a noviembre desde distintas fuentes: votantes liberal conservadores de López Murphy; decepcionados con el gobierno kirchnerista por la pésima gestión; y también, nuevos electores que se abstuvieron en las PASO.
Por una cuestión de afinidad político-ideológica, donde podrían situarse más votantes dispuestos a votar a Javier Milei es dentro del electorado de Ricardo López Murphy, quien participó en la interna de Juntos por el Cambio bajo el rótulo de Republicanos. Se trata de casi 200.000 votos. En este sentido, además de una atracción potencial por las propuestas de La Libertad Avanza, existen incentivos adicionales para el trasvase de voto desde Republicanos Unidos.
En primer lugar, la posibilidad -difícil, pero posible- de relegar al Frente de Todos a un tercer puesto, lo que implicaría un indudable golpe simbólico y político para el gobierno. Esto puede motivar a esos votantes –eminentemente anti kirchneristas- a cambiar de opción.
En segundo término, impulsar el ingreso de candidatos más afines a las ideas defendidas por el mismo bulldog, y así evitar que entren integrantes de la lista encabezada por Vidal que están en las antípodas de ese ideario. Tal es el caso de la séptima de la lista, Sabrina Ajmechet, quien entre otras posturas, manifestó que “las Malvinas son inglesas”, que “en Bolivia hubo un golpe de Estado contra Evo”, y que “la alegría por la libertad de Lula no tiene grietas”. Vale decir, posturas decididamente antitéticas con las del votante medio de López Murphy.
Este mismo votante, también, podría encontrar un atractivo en fortalecer la lista de Milei para evitar que ingrese la candidata del FIT Myriam Bregman, de extrema izquierda, quien también estaría en el umbral de votos de ingreso de acuerdo a los resultados de las PASO.
El voto del sur y los nuevos electores
Por otro lado, la irrupción de Milei se tradujo en una significativa migración de votos en el sur de la ciudad, de votantes que en la elección pasada se habían inclinado por el Frente de Todos. La merma para el kirchnerismo entre 2019 y 2021 fue del 12% en promedio en las comunas 4 y 8.
Más allá que en contiendas legislativas el voto tiende a fragmentarse más que en las ejecutivas, es indudable que en este trasvase ha incidido fundamentalmente la crítica situación socioeconómica profundizada por el actual gobierno nacional. Pero también, resulta evidente que el contenido del mensaje, y la forma disruptiva de comunicación que personifica Milei, encuentran en los sectores más postergados una nueva y potente significación.
Es una posibilidad cierta, entonces, que esta tendencia se acentúe en la elección general y fortalezca el volumen electoral de La Libertad Avanza.
A su vez, la participación electoral en noviembre podría incrementarse significativamente. Al respecto, en las elecciones generales legislativas de 2017, votaron 1.962.504 porteños, contra los casi 1.800.000 que participaron el domingo pasado. Es decir que hay un potencial de más de 150.000 nuevos votantes para ser atraídos que, desde ya, pueden decantarse por las diferentes opciones. Pero no es ilógico pensar que quienes son menos afectos a ir a votar, se terminen definiendo por las alternativas menos convencionales. Sobre todo cuando lo que prima es un clima de hartazgo con las expresiones políticas tradicionales.
Por otro lado, una elección legislativa es siempre una instancia propicia para que prevalezca un voto de preferencia, por sobre decisiones más utilitarias. Y en esa clave de interpretación, pareciera ser “el momento” de las ideas de la libertad.
Escenarios a partir del sistema D´Hont
Las citadas hipótesis de comportamiento electoral, tanto en referencia a potenciales nuevos votantes, como a trasvase de voto entre fuerzas políticas respecto a las PASO, pueden derivar en distintas alternativas de resultado bajo la aplicación del sistema D’Hont en noviembre. En principio, si se repitiera el resultado del domingo pasado, la distribución de bancas sería de 7 para Juntos por el Cambio, 3 al Frente de Todos, 2 corresponderían a La Libertad Avanza, y la restante al FIT-U.
Pero si se combinaran las condiciones referidas precedentemente, podría producirse un resultado que eventualmente podría alterar el orden y la asignación de bancas. Por ejemplo, si la participación electoral se incrementara un 5%, sumándose así unos 100.000 nuevos electores, se podrían contabilizar unos 1.860.000 votos válidos (descartados los votos en blanco).
En un escenario hipotético de máxima, si la casi totalidad de esos votos se inclinaran por La Libertad Avanza y, además, la mitad de los votantes de López Murphy pasaran a votar a Milei, y, adicionalmente, hicieran lo propio el 5% de los votantes del Frente de Todos desencantados con el gobierno nacional, se daría una alteración drástica. (Esto, considerando incluso que los 50.000 votos de fuerzas que no superaron las PASO se repartieran equitativamente.)
En el escenario referido, Juntos por el Cambio obtendría 6 diputados, La Libertad Avanza 4, y el Frente de Todos quedaría con 3 bancas.
Y aunque esta alternativa pueda parecer lejana, la dinámica volátil y vertiginosa que la política argentina ha mostrado en los últimos tiempos hace que, incluso un resultado electoral que aparenta ser poco probable, no suene para nada descabellado.