Linus Pauling, pionero en describir el origen molecular y atómico de las enfermedades

Pauling es uno de los pocos que han recibido el Premio Nobel en más de una ocasión: en 1954 el de Química y en 1962 el de la Paz. Fue pionero en describir el origen molecular y atómico de las enfermedades. 

Entre muchos de sus descubrimientos, está el de la capacidad de los átomos para combinarse con otros abriendo con esto el camino a Watson y Crick para el descubrimiento del ADN, base del genoma humano. También hizo su aporte para el descubrimiento de los radicales libres de oxígenos y sus acciones deletéreas sobre las células. En 1973 fundó el Instituto de Ciencia y Medicina que lleva su nombre, en Oregon State University, con el fin de estudiar la prevención y el tratamiento de las enfermedades usando dosis óptimas de vitaminas y minerales.  

En 1970 escribió el libro "Vitamina C y el resfrío común"´, que provocó gran controversia en la comunidad médica. Éste fue el origen de una biomedicina que continúa su desarrollo previniendo y tratando las enfermedades desde sus orígenes moleculares y atómicos. 
A finales de la década de 1950, investigó la acción de las enzimas sobre las funciones cerebrales. Pensaba que las enfermedades mentales podrían estar causadas, en parte, por disfunciones enzimáticas. Se dio cuenta de que las vitaminas podían tener importantes efectos bioquímicos sobre el organismo; además de aquellos efectos relacionados con la prevención de las enfermedades provocadas por la deficiencia vitamínica.
En 1968, Pauling publicó en la revista Science su artículo más importante sobre este tema: "Psiquiatría ortomolecular" en el cual inventó la palabra ortomolecular para describir al concepto de control de la concentración de los compuestos presentes en el cuerpo humano para prevenir y tratar las enfermedades. Las ideas vertidas constituyeron la base de la medicina ortomolecular, que tiene como objetivo reparar el desequilibrio que ocurre en las células.
En 1973, fundó junto con dos colegas suyos el Instituto Linus Pauling de Ciencia y Medicina.   
El éxito obtenido durante la década de 60´ con el desarrollo de la medicina ortomolecular ligada al estudio de las enfermedades mentales tuvo su continuidad en la siguiente década. Aquellos trabajos habían partido de la idea de que muchas de las enfermedades mentales eran producto de un desequilibrio bioquímico del cerebro y que la recuperación de la armonía perdida podía conseguirse por medio de la administración de grandes dosis de vitaminas.  
El equilibrio, el balance ortomolecular adecuado era producto de una alimentación rica en macronutrientes -proteínas, carbohidratos, grasa- pero también de otros factores nutricionales importantes como lo eran los micronutrientes; vitaminas, minerales, aminoácidos y otras sustancias vitales utilizadas en la formación enzimática, el metabolismo y miles de sustancias fisiológicas complejas imprescindibles para la vida.  
Todos estos nutrientes esenciales han de venir a través de la comida y en casos necesarios, pueden obtenerse por medio de suplementos alimenticios especiales.   
 
En ese sentido, la vitamina C es uno de los antioxidantes tradicionales y conocidos mejor establecidos y, con el tiempo, se han demostrado claramente sus poderosos beneficios para la salud, especialmente para la prevención y tratamiento de las enfermedades infecciosas.  
Uno de los precursores más famosos del tratamiento de vitamina C en dosis altas para los resfriados y otras enfermedades fue Pauling.  
Se sabe que la vitamina C es fundamental para nuestra salud porque todo mecanismo de estrés  psicofísico ya sea por emociones bruscas,  por razones de una muerte, un divorcio u otras razones, es cuando se desencadenan los procesos bioquímicos que utilizan la vitamina C en la producción de hormonas del estrés tanto la dopamina, como las acth, y el cortisol.  

La poca vitamina C que se consume es a través de frutas y verduras crudas y por lo tanto hay que incrementar su consumo porque si no, nos oxidamos.
 
La vitamina C es una molécula que produce numerosos efectos en todo el organismo: está relacionada con la cicatrización y la integridad de los vasos sanguíneos, pero también tiene la capacidad de combatir la oxidación excesiva de los tejidos, facilitar la absorción de hierro e intervenir en la función de los linfocitos y otras células protagonistas del sistema inmune. 
Una de las propiedades principales es su capacidad para oxidarse y convertirse en ácido dehidroascórbico. El nombre "ascórbico" proviene del prefijo a- ("sin") y del  latín  scorbuticus  ("escorbuto"), procede de su propiedad de prevenir y curar el escorbuto. El ácido ascórbico es un ácido de azúcar con propiedades antioxidantes. Su aspecto es de polvo o cristales de color blanco-amarillento. Es soluble en agua. El enantiómero L- del ácido ascórbico se conoce popularmente como vitamina C.   
Con el tiempo, el daño por los radicales libres puede acelerar el envejecimiento y contribuir al desarrollo de las enfermedades cardíacas y otras condiciones de salud.  Al ser un poderoso antioxidante, la vitamina C, también ayuda a prevenir el daño causado por los radicales libres. 
Es a través de este efecto antioxidante que se cree que la vitamina C podría jugar un papel en la protección de la salud cardíaca. 
 

Dra. María Alejandra Rodríguez Zía 
Médica clínica y endocrinóloga UBA (M.N. 70.787)