El coronel (r) Horacio Guglielmone, un héroe de la Guerra de Malvinas que tuvo además una destacada labor en la recuperación de la Guarnición militar de Azul, tomada por asalto por el ERP en 1974, falleció hoy, a los 67 años, en el Hospital Italiano, pocos días después de ser operado de un cáncer.
Guglielmone era en los últimos años un activo defensor de los militares detenidos por su actuación en la guerra contra la subversión y un incansable luchador por el reconocimiento de las víctimas del terrorismo. Un desafío que llevaba adelante desde distintas agrupaciones, como la Unión de Promociones, de la que era un miembro fundador.
Afable, cordial, generoso con su tiempo, preocupado por el sesgo ideológico con el que se cuenta la historia de los setenta, fue despedido en las redes sociales por numerosas personas, tanto civiles como militares.
Quienes lo conocieron lo describieron como un hombre de notable porte militar, muy inteligente, dotado de una gran capacidad de análisis, humilde, componedor y un gran ser humano.
El coronel había ingresado muy joven al Colegio Militar, con 16 años, y se recibió en 1972 como subteniente del arma de Artillería, igual que su padre.
Tan pronto como en su primer destino encontraría su bautismo de fuego. Fue en el Grupo de Artillería Blindado 1 de Azul (GA Bl 1), que en la noche del sábado 19 de enero de 1974 sería objeto de un masivo asalto por parte del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP).
Guglielmone, que se encontraba en una fiesta de cumpleaños en el Barrio Militar, estuvo entre los primeros oficiales que cruzaron a la Guarnición para participar de la resistencia en aquella noche cálida y confusa, cuando los atacantes llegaban con uniforme militar y los defensores acudían a defenderlo con lo puesto, vestidos de civil.
La dotación de la unidad estaba reducida por licencias y por el fin de semana, pero la resistencia imprevista de oficiales y suboficiales contuvo a los 120 integrantes de la compañía Héroes de Trelew, dirigidos por Gorriarán Merlo, que buscaban apoderarse de la Sala de Armas. Su accionar terminó por frustrar el copamiento. Un mérito que no impediría a los atacantes asesinar al jefe de la Guarnición, el coronel Arturo Gay, y tomar de rehén al jefe del GA Bl 1, el teniente coronel Jorge Ibarzábal, quien iniciaba así diez meses de calvario para acabar fusilado.
Guglielmone, quien fue condecorado por su actuación con la medalla de la Nación al Heroico Valor en Combate, sería convocado dos veces después para combatir contra el intento del ERP de instalar un foco revolucionario en el monte tucumano.
Después de esa experiencia hizo el curso de comandos e integró la primera unidad de soldados con esa especialidad del Ejército, creada en 1978 con motivo del Campeonato Mundial de Fútbol que se disputó en nuestro país. Para esa ocasión se formó un equipo especial de lucha contra la subversión, llamado "Halcón 8", para brindar seguridad en el espectáculo deportivo. El equipo estaba al mando del mayor Mohamed Alí Seineldín.
Hasta el comienzo de la Guerra de Malvinas no había compañía de comandos. Quienes alcanzaban esa aptitud eran disgregados en diferentes unidades. La primera compañía que se formó fue la 601, al mando del mayor Mario Castagneto. Entonces se organizó rápidamente la compañía 602, que cruzó a Malvinas al mando del mayor Aldo Rico. Ahí estaba Guglielmone. Esa compañía fue la que más se empeñó en combate y la que más muertos y heridos tuvo.
Guglielmone, inquieto, cursaría después de Malvinas la Escuela Superior de Guerra para graduarse como oficial de Estado Mayor. Sus diferentes destinos lo llevarían en 1995 a regresar a Azul como jefe del Grupo de Artillería, el mismo que había sido atacado por el ERP.
Una vez retirado no se detuvo. Se volcó a una lucha cultural y por la memoria histórica desde distintas organizaciones, como UnoAmerica (Unión de Organizaciones Democráticas de América), una plataforma formada por muchas ONG como contracara del Foro de San Pablo.
Con su partida, Argentina pierde a otro querido soldado, un héroe de Malvinas y un hombre probado varias veces en el combate contra la subversión. Sus restos serán despedidos hoy a las 11.15 horas en el Cementerio de la Chacarita, donde habrá un responso y una posterior rendición de honores.