Delicias de un Verdi tardío

"Falstaff", encomiable puesta en el teatro Avenida

"Falstaff", ópera en tres actos. Libreto: Arrigo Boito. Música: Giuseppe Verdi. Dirección musical: Ramiro Soto Monllor. Dirección escénica: Adriana Segal. Vestuario: Sidney Page. Escenografía: Manu Tangir Farrés. Cantantes: Luis Gaeta, Sabrina Cirera, Sebastián Sorarrain y otros. Orquesta y coro de la Compañía Lirica Giuseppe Verdi. El jueves 2, en el teatro Avenida.

La Compañía Lírica Giuseppe Verdi, fundada y dirigida por Adriana Segal para explorar sobre la prodigiosa operística verdiana, así como asumió el primero de los títulos del maestro, "Oberto, conte di San Bonifaccio", ahora presentó también en el Avenida el último trabajo de esa magistral producción. "Falstaff", ópera de un Verdi ya octogenario, queda como cierre de su carrera compositiva, sorprendente si cabe, al abordar una temática que su libretista Arrigo Boito le llevó sobre temas originales de William Shakespeare, ya que está basada en "Las alegres comadres de Windsor" y en las dos primeras partes de "Henry IV", del afamado autor inglés.

Pero Verdi muestra con soltura un nuevo lenguaje, innovador al máximo, suprimiendo los números cerrados, y con el declamado, el recitativo y el arioso da a esta partitura teatral un ininterrumpido trascurrir a lo largo de los actos, cerrando con la admirable fuga final "Tutto nel mondo é burla" como moraleja conclusiva.

Sumamente trabajada se notó la versión en el perfil musical, a cargo del joven director Ramiro Soto Monllor, al frente de una orquesta de cerca de cuarenta músicos y otros tantos coreutas, dando el tempo y el ritmo adecuados en una amalgama con el trabajo escénico, enjundioso, plasmado con ajuste al texto y la acción, de Adriana Segal, al mismo tiempo dando a los cantantes la justa medida de su accionar escénico gestual y actoral.

Con una visualidad con proyecciones de video mapping de Manu Tangir Farrés sobre fondo de motivos temáticos arquitectónicos, con la taberna de época por ejemplo, en también respetuoso contexto, y pocos y suficientes elementos corpóreos y un vistoso y atractivo vestuario inteligentemente confeccionado con elementos reciclados por Sidney Page.

PAREJO DESEMPEÑO

En el escenario, Luis Gaeta, con su sapiencia escénica y vocal trazó un Falstaff admirable, y en monólogos como "L"onore!, ladri" o "Mondoladro" demostró un alto nivel interpretivo en el manejo del personaje central. Eficaz sin duda el grupo de damas, con la actuación conjunta muy ensamblada de Sabrina Cirera (Alice), Laura Dominguez (Meg), Alicia Alduncin (el personaje de Quickly con sus emblemáticos "Dalle due all tre") y Fabiola Massino como Nannetta, formando la pareja de jóvenes con el Fenton de Iván Maier (que mostró buen estilo en su breve romanza "Dal labbro il canto"). Así como la soprano tucumana Fabiola Masino en las bellas frases verdianas de "Sul fi d"un soffio etesio".

En otros roles se destacaron el barítono platense Sebastián Sorarrain (como Ford) con su aria "E sogno, o realtá", y en las demás partes de flanco Sergio Spina, Luis de Gyndelfeldt, Fernando Tasende y Agustin Aduriz.

En suma, una versión aleccionadora en nuestro medio para una entidad privada de ópera, con el consiguiente esfuerzo que ello demanda. Lástima el reducido público (eso sí, muy entusiasta) en este estreno que es de esperar se multiplique en funciones subsiguientes. El esfuerzo de la Compañía Lírica Verdi lo merece.

Calificación: Muy bueno