Un fascinante policial negro

Humor y violencia en "Quién mató a los puppets"

 

"Quién mató a los puppets" ("¡The Happytime Murders!", Estados Unidos, 2018) Dirección: Brian Henson. Guion: Todd Berger. Sobre una historia de Todd Berger y Dee Austin Robertson. Fotografía: Mitchell Amundsen. Música: Rupert Gregson Williams. Actores: Melissa Mc Carthy, Maya Rudolph, Joel Mc Hale, Elizabeth Banks, Bill Beretta. Duración: 91 minutos. Calificación: apta para mayores de 16 años.


La película trata sobre la investigación de un caso policial en Los Angeles. El detective privado Phil Phillips (Bill Berretta) y Connie (Melissa Mc Carthy), una ayudante policial que le es asignada, deben descubrir quién está matando a un grupo que protagonizara un show televisivo para chicos en la década del "80 ("The Happytime Gang").
La particularidad del hecho es que estamos en un mundo nuevo. El detective es un puppet, suerte de títere, y también lo son los integrantes del grupo actoral asesinado. Esta cara de Los Angeles, de la película, es un universo habitado por humanos y por puppets que hablan y se comportan como cualquier persona, pero son considerados ciudadanos de segunda. Si los comparamos, algo así como los replicantes de "Blade Runner". 
A los puppets se los requisa en la calle sin razón, causan la burla de muchos de los que los ven y en general se entregan al alcohol, a las drogas, a ciertos actos en pugna con el orden, pero lo hacen con toda la naturalidad del mundo, a diferencia de algunos humanos que cuando asumen esta actitud la disimulan como pueden.

DINASTIA HENSON
El filme de Brian Henson (uno de los hijos del creador de Los Muppets) se desarrolla en un mundo sombrío, interior, donde el vicio, lo escatológico y los instintos primarios parecen dominar la escena.
La interacción humanos-títeres en el mundo cinematográfico tiene sus años. Ya en 1930 la sexy Betty Boop coqueteaba con su creador Max Fleischer, tan humano como ella, muñeca dibujada, en un inolvidable cortometraje. Zemeckis retomó la magia de la interacción en "Quién engañó a Roger Rabbit?" y no sólo inmortalizó al ya conocido conejo sino a la sexy Jessica Rabbit. Aquí no sólo recordaremos al detective Phillips con su imponente nariz a lo Dick Tracy, sino a verdaderos arquetipos del policial negro clase B, como la secretaria Bubbles (Maya Rudolph, la de "Saturday Night Live") o la platinada Jenny (Elizabeth Banks), verdadera descendiente de Jessica Rabbit.
El tiempo fijó las creaciones de Miss Piggy o la Rana René con su ingenuidad y picardía, personajes que Jim Henson creó con Los Muppets, y antes con los bucólicos personajes de Plaza Sésamo. Su hijo Brian, con la misteriosa vuelta de tuerca de un inteligente guion de Todd Berger, descubre un mundo futuro negro lastimado por la discriminación, en el que un detective puppet es capaz de la mayor introspección, pero también de un desaforado comportamiento (escena en la oficina frente a los policías con la "clienta erótica") y en el que una Connie de armas tomar (desopilante Melissa Mc Carthy) abandona la femineidad para propinar una magna patada a lo Kung Fu frente a una molesta puerta.

UNA PARODIA
Fascinante distopía que Henson Jr. (titiritero como su padre) dibujó con todas las características del policial negro, a lo Raymond Chandler, a lo Ross Mc Donald, y en la que con un humor ácido y una fauna en la que conviven sadomasoquismo y escatología, bromas subidas de tono y los siete pecados capitales, se parodia una realidad convertida en comic. Como "Boogie el Aceitoso", notable animado argentino de Gustavo Cova, con libro de Fontanarrosa, "Quién mató a los puppets" deslumbra con sus artificios, su violencia y ese espacio infinito y futuro enel que algunos humanos todavía satisfacen sus instintos con seres tan parecidos a ellos.

Calificación: Excelente