Lo último en el tratamiento de quemaduras graves

Presentaron en el país una nueva técnica, denominada "debridación enzimática", que permite perfeccionar la eliminación del tejido dañado e irrecuperable. Las ventajas se traducen en un mejor pronóstico y recuperación del quemado.

Descuidos en el hogar, falta de mantenimiento de equipamientos eléctricos o a gas, manejo imprudente de pirotecnia o del fuego son algunas de las causas más habituales de quemaduras, que pueden marcar para siempre la piel y la vida de un ser humano.

A nivel mundial, "las quemaduras continúan representando el modelo más severo de lesión traumática, siendo un desafío considerable ofrecer el tratamiento adecuado para mantener la vida, la función y la recuperación psicofísica", reconoció la doctora Anahí Crocenzi, cirujana plástica, especialista en quemados y jefa de la Unidad de Internación de Adultos en el Hospital de Quemados.

La evolución en el tratamiento de las quemaduras en los últimos años demuestra "una clara preocupación por disminuir el impacto que puede ocasionar la propia cirugía sobre la lesión y acortar los tiempos de internación, así como disminuir las secuelas", agregó Crocenzi.

Según detalló la especialista, hasta hace poco tiempo, la mejor manera de separar el tejido quemado de la piel sana en la zona afectada era a través de una cirugía, con un bisturí directamente sobre la lesión. Esta tarea artesanal del cirujano sigue vigente, pero presenta algunas desventajas, ya que el profesional debe asegurarse de que elimina todo el tejido quemado o muerto -para evitar infecciones- y por esto se puede "quitar" de más, añadió.

La excesiva extracción de tejido sano conlleva a la pérdida de valiosos queratinocitos, que son células muy importantes para la regeneración de la piel. Lamentablemente, por más avezado que sea el profesional, su ojo no le permite distinguir a nivel microscópico las células dañadas de las sanas. Eliminar más piel sana de la necesaria representa más tiempo de recuperación, necesidad de más autoinjertos, más cirugías, recuperación y rehabilitación más prolongadas.

Sin embargo, una nueva alternativa terapéutica permite sortear esta problemática: se trata de un producto compuesto por un complejo enzimático, que el médico especialista aplica sobre las quemaduras. "El proceso de debridación enzimática, mediado por este complejo, disuelve el tejido dañado a raíz de la quemadura severa, dejando tejido viable y limpio, lo que favorece la recuperación de la piel sana y reduce notoriamente la necesidad de injertos y la cantidad de cirugías complejas", explican.

Este complejo concentrado de enzimas enriquecidas con bromelaína, obtenida del tallo de la planta del ananá, se presenta como un gel tópico y su uso ya fue aprobado en Europa, Israel y otros países, incluida la Argentina.

Hay dos instituciones locales, con centros especializados en quemaduras, que lo utilizan: el Hospital Alemán y el Hospital Marcial V. Quiroga de San Juan. A esto se suman especialistas que han hecho sus experiencias en instituciones privadas a demanda, como sucedió recientemente en el Sanatorio de Los Arcos y el Sanatorio Agote, adonde recibieron casos severos en los que se utilizó esta nueva herramienta.

En opinión del doctor Alberto Bolgiani, médico especialista en quemados y jefe del Centro de Excelencia para la Asistencia de Quemaduras del Hospital Alemán (CEPAQ), es una forma absolutamente innovadora de abordar la cirugía del quemado aunque tardará algún tiempo que todos los especialistas la adopten.

"Los beneficios que uno ve en los pacientes hacen pensar que en un futuro será el tratamiento de referencia para separar el tejido muerto, protegiendo las células cutáneas sanas", anticipó.

"El complejo enzimático es muy novedoso y confiamos en que se siga avanzando para que se puedan ampliar los protocolos actuales", remarcó por su parte el doctor Martín Cobos Maldonado, jefe del Servicio de Cirugía Plástica y Quemados del Hospital "Marcial V. Quiroga" de San Juan, quien ya utilizó el producto durante procedimientos de desbridamiento.

BENEFICIOS

Según detallaron los expertos, esta nueva alternativa terapéutica reduce un 74,7% el tiempo necesario para eliminar las escaras, el tejido muerto (esto es casi una semana). Además, disminuye un 65% la demanda global de actos quirúrgicos en un paciente, tanto de escarectomías (extracción de tejido) como de autoinjertos, y un 60,9% el área que necesitará injerto de piel, puesto que sólo diluye las células necrosadas, sin dañar nada del tejido sano.

"La separación selectiva del tejido necrosado es fundamental porque no deja células dañadas, reduciendo enormemente el riesgo de infecciones a las que la persona quemada está mucho más expuesta, porque la piel justamente es la primera barrera contra las infecciones. En ocasiones, una bacteria en la zona afectada puede trasladarse al torrente sanguíneo y comprometer la vida del paciente considerablemente más que la propia quemadura", enfatizó el doctor Enrique Monclus, coordinador médico de la Unidad de Grandes Quemados del hospital "Miguel Servet de Zaragoza", en España.

"Menos área que requiera autoinjertos redundará en menos cirugías, menos intervenciones de zonas donantes, menos daño funcional o estético y menos tiempo de rehabilitación posterior; todo en beneficio de la sobrevida y la calidad de vida del paciente", especificó Bolgiani.

"En nuestra experiencia -agregó Crocenzi-, la posibilidad de reemplazar o coadyuvar procedimientos quirúrgicos con desbridamiento enzimático aceleró los tiempos de curación -con o sin injertos-, permitiendo curaciones posteriores que no requirieron soporte anestésico, con curaciones húmedas que facilitaron la rehabilitación kinésica precoz, disminuyendo los requerimientos de transfusiones, el tiempo de internación en la institución y los costos finales".

CINCO ETAPAS

Los especialistas enfatizaron que lo primero que debe hacerse ante una quemadura es identificar rápidamente la gravedad del cuadro. Sobre este punto, Cobos Maldonado remarcó que siempre es preferible que un profesional idóneo asista y evalúe al paciente, tanto ante quemaduras leves como graves: "Estas se diferencian por la coloración que toma la herida. Si sólo presenta algún grado de enrojecimiento, seguramente sea una lesión más leve, pero si presenta ampollas o una coloración intensa, es factible que la quemadura sea severa".

En todo paciente quemado, las primeras 24 horas tras el incidente marcan el pronóstico. Por eso es necesario realizar un adecuado diagnóstico de la profundidad de la quemadura (hasta dónde llega la lesión) y de su extensión (superficie corporal quemada). La gravedad está directamente relacionada con la temperatura y la duración de la exposición al agente que la causó.

Al recordar las cinco etapas que implica el tratamiento del paciente quemado, los expertos detallaron:

1. Salida del shock que produce el episodio. Demanda entre 48 y 72 horas, según cada persona. Se suele sedar al paciente o inducirle el coma farmacológico para que no sienta dolor. Es necesario mantener la vía aérea permeable, reponer la pérdida de líquidos que ocasionó la quemadura y calmar el dolor. Una vez que el paciente se estabiliza, el equipo médico realiza un diagnóstico certero.

2. Remoción del tejido necrosado (las células de la piel que son irrecuperables). Esta es la instancia quirúrgica que se realiza con bisturí y que ahora puede complementarse o suplantarse -según el porcentaje de superficie afectada- mediante un procedimiento de debridación enzimática.

3. Reposición cutánea transitoria y definitiva con piel del paciente extraída de sus mejores zonas donantes. Si es mucha la superficie afectada, se hará en etapas y varias cirugías. En este campo, el futuro es muy promisorio, puesto que se espera que en los próximos años haya novedades en la producción de la propia piel del paciente a través de impresoras 3D.

4. Tratamiento de las secuelas, tanto funcionales (que impactan en el día a día de la persona) como estéticas (en zonas expuestas, como el rostro o las manos). Aquí es fundamental la habilidad del cirujano para minimizarlas. Según el caso, puede demandar decenas de cirugías en el tiempo.

5. Rehabilitación, de la mano de fisioterapeutas y terapeutas ocupacionales, que comienzan a trabajar con el paciente desde el primer día, pero cuyos programas se intensifican en esta etapa.

MAYOR SOBREVIDA

Se estima que en el país suceden 190 mil quemaduras por año, de las cuales el diez por ciento son graves o críticas.

Durante los últimos 50 años, la atención a pacientes quemados ha visto una importante mejora en la supervivencia después de la quemadura. "En 1950, un hombre de 25 años de edad con una quemadura en el 45 por ciento de su superficie corporal tenía una chance de sobrevida del 50 por ciento. En cambio, en la actualidad, llega a tener ese pronóstico inclusive un paciente con el 80 por ciento de su superficie corporal quemada", apuntó Crocenzi.

Entre las causas más frecuentes de quemaduras, los profesionales enumeraron: líquidos calientes, fuego directo, electricidad de bajo voltaje, sustancias químicas y otras (arácnidos, aguas vivas, resinas, roce con alfombras).

En tanto, los episodios más frecuentes siguen siendo el incendio hogareño y el accidente automovilístico seguido de incendio del vehículo.