EL VIDEOARTE CONTEMPORANEO EN LA FUNDACION PROA, ENTRE OTRAS MUESTRAS
Sobre distintos soportes
La videoinstalación "Art in Auditorium II" -desde mañana en Fundación Proa- es una de las siete muestras que a lo largo del año se realizarán en destacados centros de arte de América, Asia, Europa y Oceanía, con obras de jóvenes artistas contemporáneos entre los que se encuentra el argentino Charly Nijensohn, autor de "Dead Forest Storm".
Se trata de un proyecto ideado por la galería británica Whitechapel, que se lleva a cabo a través del trabajo conjunto con otras seis instituciones internacionales que eligen -cada una por su cuenta- a un artista para mostrar las obras en conjunto y ofrecer un breve panorama de la producción mundial en el videoarte.
Cada institución decidió cómo mostrar esas obras y es así que en nuestro país Rodrigo Alonso eligió montar una videoinstalación con la producción de Nijensohn, Aida Ruilova, Nova Paul, Inci Eviner, Patrizio Di Massimo, Ursula Mayer y Lars Laumann.
Su trabajo fue organizar los filmes presentados y encontrarles una coherencia. Sobre esa consigna decidió abrir la muestra con "Dead Forest Storm", un hombre que resiste la lluvia sobre una balsa de madera, flotando a la deriva en medio de inmensos árboles talados.
La imagen proyectada en uno de los muros de la sala 1 de Proa es lírica y blanda, aunque el objetivo de Nijensohn fue expresar resistencia. Fundida en tonos azulados, la barcaza se desliza entre bruma clara debajo de la lluvia, un sonido que toma todo el lugar.
El hombre parado en la barca parece ejercer una oposición serena y pacífica, casi desapegada: "El trabajo de Nijensohn está relacionado de alguna manera con el folclore o la historia de este país y Latinoamérica, esto de soportar y resistir las adversidades tiene mucho que ver con nosotros y nuestro continente", dice Alonso.
Este no es el único eje que puede encontrarse en su obra, a lo largo de sus producciones también "se identifica una cosa autobiográfica sutil", señala Alonso. El artista dejó la Argentina después de la crisis de 2001 y desde ese entonces reside en Berlín.
El videasta elegido por su amplia y reconocida trayectoria -recibió el Konex de Platino en 2002 y representó al país en la Bienal de Venecia al año siguiente- suma otro condimento al filme. La tormenta en el bosque muerto fue filmada en el Amazonas, una selva diezmada por la tala indiscriminada de árboles.
"Nijensohn tiene un expreso compromiso de carácter ecológico si querés, el video fue filmado a drede en ese lugar y tiene que ver con una actualidad donde es necesario tomar conciencia sobre los cuidados del Planeta, afectado bruscamente por el cambio climático", indica Alonso.
El coordinador de la muestra que tiene su correlato en Londres (mismos artistas, distintos trabajos, distinta presentación) coordinó tres géneros cinematográficos para armar la segunda edición de "Art in Auditorium".
"Seguí tres líneas de trabajo: una tiene que ver con lo documental, otra se relaciona más con lo simbólico o metafórico (el caso de Nijensohn) y la última está relacionada con la animación y el trabajo plástico de la imagen a través del color y las formas", señala el curador.
"Mediante las postales que conseguí en París y Estambul, he intentado ofrecer a las jóvenes atrapadas en los dibujos una oportunidad de existir y contar su historia", relata la artista turca Eviner sobre su simbólico video "Nueva Ciudadana".
Uno de los documentales repasa la presencia del fachismo italiano en Libia (Di Massimo), y el otro más delirante, del noruego Laumann, registra la historia de una sueca que se declara enamorada del Muro de Berlín y que hasta cuenta con papeles que legitiman su casamiento con la pared, tal vez la más bizarra de las marginales historias culturales que este cineasta suele documentar, inspirado principalmente por la Internet.
La austríaca Mayers, por su parte, crea coreografías con protagonistas femeninas en "Interiores"; el neocelandés Paul reflexiona sobre la delicada construcción de los espacios públicos y privados de dos ciudades de su país; al que se suma "Two-timers", de la estadounidense Ruilova.
Del proyecto ideado por Whitechapel participan además el espacio cultural GAMeC, de Italia; el Kunstsenter, de Noruega; el Istanbul Modern, de Turquía, y la City Gallery, de Nueva Zelanda.
Las exhibición podrá visitarse durante el verano en las salas 1 y 2 del edificio de Pedro de Mendoza 1929, La Boca.
RECUERDO DE RENZI
La exposición del santafesino Juan Pablo Renzi (1940-1992) "La razón compleja", que reúne unas ochenta obras que abarcan desde los años "60 hasta 1992, se podrá visitar hasta el 27 de febrero en el Espacio de Arte de la Fundación Osde.
Curada por María Teresa Constantín, la selección de las obras y el montaje de la exhibición buscan dar cuenta de la riqueza y amplitud del pensamiento de Juan Pablo Renzi.
El recorrido planteado es un itinerario cronológico, y a su vez por núcleos que permiten reflexionar sobre un movimiento artístico, un tema (las nubes, el espacio) o un problema (la política, la historia del arte universal y nacional).
Además, la exposición incluye una nueva reconstrucción de los trabajos conceptuales del artista de acuerdo a las explicaciones, planos, diagramas e instrucciones de montaje que él realizó en los años "60.
"La razón compleja" fue pensado a partir de declaraciones realizadas por Juan Pablo Renzi en las que señalaba: "Creo en una razón mucho más compleja que de alguna manera comprende todos los mecanismos del pensamiento, que no descarta las zonas instintivas, afectivas e inconscientes".
Renzi integró el Grupo de Vanguardia de Rosario; participó en 1968 en Tucumán Arde y posteriormente abandonó la actividad plástica, hasta que en 1975 retomó su actividad artística en Buenos Aires. Se podrá visitar la exposición en Suipacha 658, de lunes a sábados, de 12 a 20, con entrada libre y gratuita.
LA MAGIA DE MAGYAR
La llegada del bicentenario nos encuentra a los argentinos en una búsqueda, a veces escéptica, de un país donde el límite al progreso esté dado por nuestro esfuerzo creativo y la capacidad de "bajar a tierra" que permita concretar esos sueños. Vivimos, además, insertos en un momento de transición en la historia de la humanidad.
Al caer el Muro de Berlín, muchos creyeron que el capitalismo brindaría todas las respuestas a los problemas planteados por nuestra sociedad. Lo dicho es una reflexión que surge tras recorrer la muestra actual de Ladislao Magyar que se asemeja a una culminación en la carrera del artista, que entronca con las mayores expresiones de la plástica nacional.
Usando blanco y negro Magyar esboza paisajes interiores ignorando cualquier graduación cromática, al impulso del gesto seguro. En él los espacios se encuentran superpoblados o despojados.
A través del uso de la pintura, es capaz de despertar las más variadas gamas de sentimientos en el contemplador, desde la sonrisa al ensimismamiento, con medios sencillos, formales, que son los que remiten a la mejor tradición plástica.
En el Centro Cultural Borges, en Viamonte y San Martín, hasta el 28 de febrero, de lunes a sábado, de 11 a 21, y domingos, de 12 a 21.