Dulces con música y fantasía

Después de los problemas técnicos que impidieron que el espectáculo debutara el día pautado, "Chiquititas" instaló finalmente en el escenario del Gran Rex para divertir y emocionar a su público. Manteniendo el mismo estilo que lo llevó a su éxito a lo largo de los años, Cris Morena volvió a los escenarios actualizando su temática ya clásica. Un espectacular montaje escenográfico, una pantalla gigante y varios cambios de decorados, sirven de marco para que los chicos bailen y canten al ritmo de las tradicionales canciones. Tampoco faltaron colores, humo y la famosa explosión de papelitos plateados que bañaron a la tribuna. Además, hubo un gran despliegue de producción para que los artistas volaran sobre el público colgados de arneses. Otro punto a destacar fue la coordinación para los cambios de vestuario, y las entradas y salidas de escena. FABRICA DE DULCES Siguiendo con el hilo de un hogar de huérfanos, la historia teatral se sitúa en la fábrica de dulces de la familia Demont, una pareja de aristócratas que abusan del trabajo infantil. Julita (María Carámbula) y Pierre (Alejo García Pintos) hospedan en su empresa a un grupo de chicos a los que maltratan y explotan. En el mismo lugar vive Kili (Gastón Ricaud), cocinero y único aliado de los chicos. Por su parte Teresita (Mariana Briski) es la clásica celadora, que sirve a los intereses de los Demont. Cuando parece que la historia no puede tener un final feliz, aparece Lilí (Jorgelina Aruzzi), quien les enseña a los chicos a soñar. Con una estética muy similar a la que Tim Burton selló en "Charly y la fábrica de chocolate", el escenario del Gran Rex cautivó la atención infantil durante poco más de una hora. Al ritmo de las canciones de temporadas pasadas, un nuevo elenco de pequeños actores bailó las coreografías sin descanso. A diferencia del programa de televisión, el crédito se lo llevan los bajitos, que con muy poca edad demostraron su talento. Al mantener un mismo estilo y narración a lo largo de los años, Cris Morena ha logrado exitosamente transformar a "Chiquititas" en una cuestión intergeneracional. Lejos de aburrir con un formato siempre igual, la productora ha logrado reinventarse y dar vida a una historia que sigue gustando. Milagros Díaz Mathé y Melisa Miranda Castro