La Cámara de Senadores aprobó por unanimidad la autorización al juez Claudio Bonadío para que allane tres domicilios de la senadora Cristina Fernández de Kirchner en la causa por corrupción en la obra pública.
El cuerpo votó dividido, en cambio, la propuesta del kirchnerismo de condicionar las facultades del magistrado para hacer la diligencia. En ese punto Cambiemos y el bloque Justicialista liderado por Miguel Pichetto derrotaron por 47 a 20 a la ex presidenta y a distintos sectores peronistas y opositores que la apoyaron.
Los senadores oficialistas y Pichetto impusieron su postura de sólo “recomendar” al magistrado que la diligencia se realice con “prudencia y decoro” para evitar su repercusión indebida en los medios. Quedó desestimada así la pretensión de la ex presidenta para que se le prohibiera al juez tomar fotos y filmaciones del operativo y que todos estuviese supervisado por un senador y un abogado de la imputada.
Durante el debate la mayor parte de los oradores fueron peronistas y defendieron a la ex presidenta con argumentos repetidos. Acusaron al juez de la causa de ser su “enemigo” y de haber transformado el proceso en un “mamarracho”. Calificaron también la causa de “circo mediático” y de “cortina de humo” para ocultar la “crisis económica”. Fueron reiteradas, asimismo, las advertencias al macrismo de que cuando deje el poder puede sufrir acoso judicial.
Ninguno de los oradores del PJ usó las palabras bolsos, José López, De Vido, Uberti, Lázaro, Oyarbide o Wagner.
Los oradores del oficialismo destacaron en tanto la gran cantidad de testimonios e indicios coincidentes sobre el pago de coimas a una larga lista de ex funcionarios muchos de los cuales están presos. También hicieron hincapié en la necesidad de terminar con la impunidad de los políticos y la necesidad de oir los reclamos de la calle.
En ese sentido el miembro informante, el cordobés Ernesto Martínez, sostuvo que “los senadores deben aproximarse al mundo real, la sociedad nos reclama paridad. Somos gentes del común y debemos dar el ejemplo”.
Opinó que los fundamentos remitidos por el juez “exhiben justificación suficiente” para autorizar el allanamiento.
Se expresaron también a favor del allanamiento los peronistas Dalmacio Mera y Maurice Cross. Este último defendió los fueros y sostuvo “no nos podemos dejar llevar por las masas”. Adhirió indirectamente a la hipótesis K de que en lugar de sobornos lo que había en el caso era una persecución política.
El cierre del debate se caracterizó por un duro cruce entre dos peronistas, Cristina Fernández y Miguel Pichetto. La primera habló durante 45 minutos para repetir los argumentos de persecución política, parcialidad de Bonadío y dudas sobre el proceso. Agregó una comparación de su caso con el de Lula y de una presunta proscripción electoral futura. Sostuvo que los arrepentidos no dicen la verdad y comparó su situación con los desaparecidos durante el último régimen militar. Usó también el argumento de que las acusaciones en su contra eran para distraer a la opinión pública de la situación económica.
En respuesta, el peronista Miguel Pichetto, recordó que cuando se aprobó la actual ley de fueros la entonces diputada CFK se opuso porque la consideraba era una “tapadera” de los senadores. Le pidió que no se victimizara y mientras la ex presidenta hacía gestos de desagrado señaló que deberá defenderse ante la Justicia. “Espero que sea verdad lo que ha dicho”, remató. Adelantó también que no votará ningún pedido de desafuero en contra de la ex presidenta.