El juez de Garantías de Gualeguaychú Mario Andrés Figueroa volvió a rechazar hoy un pedido de la defensa para que se revoque la prisión preventiva de Nahir Galarza, la joven acusada de haber asesinado a su ex novio Fernando Pastorizzo el 29 de diciembre último.
De esta manera, Galarza, de 19 años, permanecerá detenida en la comisaría de la Mujer y la Familia de esa ciudad entrerriana hasta al menos los primeros días de marzo, ya que la medida dispuesta rige por 60 días, a partir del 2 de enero.
La joven, vestida con short y remera blancos, fue trasladada desde la comisaría hasta los Tribunales para participar de la audiencia, donde se encontró con sus padres, Yamina Kroh y Marcelo Galarza.
Una vez ante el juez Figueroa, el abogado defensor de Nahir, Víctor Rebossio, solicitó morigerar la prisión preventiva de su clienta debido a que, según sostuvo, "cambió la investigación en los últimos días".
Asimismo, remarcó que la joven "está siendo deteriorada anímicamente" y enfatizó que "es una mortificación" que siga en prisión.
Pese a los argumentos de Rebossio, el juez rechazó el pedido de la defensa por tercera vez en lo que va de la investigación y decidió mantener la prisión preventiva por 60 días.
En la audiencia, que duró poco más de 40 minutos, la defensa no realizó ningún otro pedido, pero la fiscalía requirió que se prohíba la difusión de nombres de testigos y de piezas de la investigación.
En ese caso, el juez resolvió hacer lugar al pedido a partir de hoy, con la conformidad de todas las partes.
Finalmente, tras la audiencia, el abogado defensor explicó que próximamente recurrirán a la Cámara de Apelaciones de Gualeguay para reiterar el pedido de que la imputada sea excarcelada.
Por su parte, el abogado que representa a la madre de la víctima, Rubén Virué, señaló que "no hubo manifestaciones ni fuera ni dentro de tribunales", en donde sólo estuvieron "los padres de la imputada, la defensa, las querellas y el Ministerio Público Fiscal".
Por otro lado, informó que esta mañana personal de la fiscalía y de Criminalística de la Policía de Entre Ríos ingresó al domicilio de Galarza para realizar una constatación en base a planimetria de la vivienda.
La casa, ubicada en calle Pronunciamiento 26, de Gualeguaychú, fue inspeccionada porque "es el lugar donde habrían estado Nahir y Fernando en los momentos previos" al crimen, y para acreditar que los golpes y discusiones que relató Nahir en su última declaración no fueron escuchados por sus padres, explicó el letrado.
"Esto se incorporó a las actuaciones y las partes" deberán hacer sus análisis de cara al juicio oral y público, agregó.
Por último, la fiscal que interviene por estos días en la causa, Martina Cedrés, adelantó a Télam que la semana próxima está previsto que se realice el peritaje psiquiátrico a Galarza e incorporar a la causa el informe final de la autopsia, el balístico, el de los teléfonos y tomar testimonios a amigos de la víctima.
"Si logramos elevar la causa a juicio en febrero, en los últimos días de marzo se estaría llevando a cabo el juicio oral y público", precisó la fiscal.
Cedrés espera que los expertos de Gendarmería Nacional puedan vincular el correo electrónico de la computadora de Fernando a su celular para "obtener información", ya que al igual que los especialistas de la Procuración de Entre Ríos, no lo pudieron abrir.
Sobre un informe médico privado sobre la imputada difundido esta semana, la fiscal explicó que la historia clínica dice "que se presentó el 22 de diciembre con una lesión por erosión por fricción en la entrepierna izquierda, pero no presentaba rasguños ni otras lesiones", detalló.
El crimen fue cometido cerca de las 5 del 29 de diciembre último, en la vía pública de Gualeguaychú, donde a Fernando lo hallaron en estado de agonía, con un tiro en la espalda y otro en el pecho, y su moto y dos cascos tirados a su lado.
El joven murió poco después y si bien Galarza primero declaró como testigo y dijo que había visto por última vez a su ex novio la noche anterior, luego la joven se presentó ante la Justicia y confesó haber cometido el crimen.
No obstante, el 16 de este mes la acusada amplió su indagatoria y aseguró que los dos disparos fueron "accidentales" y que en la primera declaración como imputada mintió porque tenía miedo de que culpasen a su padre policía, quien tenía a cargo el arma homicida.