Correo de lectores

Carta de un católico al Presidente

Antes que nada deseo aclarar que su estrategia, Señor Presidente, de instalar el tema del aborto como una cuestión religiosa, da cuenta del grado de la deslealtad con la que trata a los que piensan distinto a Ud.

En sus audaces afirmaciones, Ud. desconoce la genética, la biología y la aseveración de nuestra Academia Nacional de Medicina respecto a la indubitable humanidad del niño por nacer, y embiste contra las religiones para darle a su postura anticientífica y puramente ideológica, un falso barniz de intelectualidad desprovista de influencias dogmáticas.

Esa postura que a falta de argumentos tiene como único objeto embarrar la cancha, agrega a su macabro plan, el fomento del odio contra quienes tenemos Fe, pero no conforme con eso, además propone un sisma religioso absurdo, consistente en una nueva religión católico-abortista, burlándose abiertamente del pueblo católico y todos sus pastores, desde el Papa hasta los curas villeros.

Por tal motivo, por única vez, y al sólo efecto de sacarlo de su calculado confusión, voy a tratar el tema del aborto desde la religiosidad.

Sr. Presidente, su grave error radica en creer que Ud. es católico, pero no se preocupe, no ser católico no lo hace peor ni mejor persona, es simplemente aclararle que los católicos, por dogma, doctrina y fe, vivimos en la verdad que se revela a través de las ciencias que estudian las leyes de la creación y a través de nuestras verdades de Fe, no creemos en las autopercepciones interesadas, caprichosas o enfermizas, y si adoptamos una ideología, la iluminamos con el conocimiento científico y los Evangelios. En nuestras mentes, esas tres cosas se complementan, no se oponen ni las confrontamos. Y muy probablemente sea esa la razón por la que los países cristianos son los que más han avanzado en conocimiento científico y derechos humanos.

Posiblemente Ud. esté bautizado, quizá haya hecho la comunión y quien sabe algún otro sacramento, pero le aclaro que esas cosas son rituales que tienen efecto cuando uno se mantiene en la Fe, de lo contrario representan sólo formalidades vacías de sentido.

Si Ud. fuese católico, sabría que la Eucaristía es el signo fundamental de nuestro credo y que no es posible acceder al estado de común-unión, atacando a las personas de manera injusta, no lo culpo, puede que la mayoría de los católicos no lo sepan, muchos toman la comunión alrededor de los diez años de edad, después de dos años de catecismo y pasan la vida creyendo que con eso les alcanza; pero eso es imposible, lo que fue una introducción para niños, jamás podrá ser sabiduría o conocimiento suficiente que pueda satisfacer el intelecto de un adulto.

Quienes por descuido o decisión abandonan la escucha de la Palabra, el estudio del Evangelio y el anuncio Kerigmático, por lo general terminan desilusionados de una religión cuya práctica abandonaron y por tal motivo terminan ignorando.

Ud., desde una evidente ignorancia religiosa, debe creer que Jorge R. Videla era católico y tomaba la Comunión ¿pero sabe que no es así? Nadie puede comulgar el Cuerpo de Cristo estando en pecado y mucho menos asesinando o promoviendo con planes o leyes injustas el asesinato de seres humanos y peor aún si son inocentes.

De igual manera que confesarse en el sacramento de la Reconciliación no tiene efectos sin auténtico arrepentimiento de corazón, comulgar sin haberse reconciliado con Dios es como decir que… ¡aquí Ud. es el mejor ejemplo! Como decir que se es católico y estar a favor del aborto o de su legalización, que si se analizan los proyectos de ley con inteligencia, terminan siendo posicionamientos fusionados en idénticos efectos.

Pero no se preocupe, le repito, decirse católico no lo convierte en mejor ni peor persona, eso lo sabemos todos y hasta los católicos lo reconocemos. Simplemente que muchos dictadores asesinos y los curas abusadores, por dar dos ejemplos contundentes, se parecen a Ud. al menos en tres cosas: Que abusan de su autoridad, que han perdido su relación con Dios, al menos con el Dios en el que creemos los católicos, y que por ignorancia dogmática y doctrinaria siguen diciendo ser católicos.

Aún cuando excepcionalmente concurran a misa y realicen los rituales para quedar bien con el mayoritario pueblo cristiano, la realidad es que en los hechos ya han apostatado.

No es necesario hacer un trámite burocrático de apostasía, tal como provocativamente fomentaron frente a la Catedral y por las calles de CABA hace un par de años. El Dios que mira en el interior de nuestros corazones sabe muy bien quien dialoga con Él en la oración y al menos manifiesta un interés en hacer su voluntad, y por supuesto, también conoce a quien prefiere vivir sin esa relación personal y comunitaria.

¿Qué clase de católico puede jurar por los Santos Evangelios, tal como Ud. lo hizo, y posteriormente atacar a la Iglesia que decidió canonizar esos libros y no otros? ¿No le parece una contradicción? Ud. podrá decir que su gobierno no ataca a la Iglesia, porque hablar es tan fácil en un país libre… pero ¿Qué va a hacer cuando los médicos o las miles de instituciones de salud católicas se nieguen a asesinar niños en los vientres maternos o enseñar en las Escuelas esos métodos anticonceptivos para después de la concepción? ¿Contradictorio no? ¿Qué van a hacer los funcionarios que Ud. nombró como colaboradores y a los cuales les entregó las armas legales para castigar penal y profesionalmente a quien se niegue a envenenar o descuartizar a una criatura?

Le pregunto Sr. Presidente, como católico que Ud. dice que es ¿Alguna vez rezó un Rosario? ¿Se acuerda de los Misterios Gozosos? Le pregunto particularmente por el segundo y por el cuarto, le cuento, porque estoy seguro de que ya se olvidó: En el segundo Misterio Gozoso recordamos la visita de la Virgen María a su prima Santa Isabel, cuando aún no le había contado a nadie que llevaba a Jesús en su vientre, Santa Isabel esperaba el nacimiento de San Juan Bautista ya con varios meses de embarazo, y es para los católicos (no para Ud.) Dogma de Fe, que San Juan Bautista  (Lucas 1:41)  saltó en el vientre de su madre cuando ésta oyó la voz de María, es decir, San Juan Bautista ya era él mismo, y fue capaz de estremecerse en la presencia del Señor escondido en el seno de su Madre, no eran dos fenómenos como dice su Ministro Ginés González García al que Ud. realmente venera. Si bien la reacción de San Juan fue un acontecimiento milagroso, toda la ciencia avala el hecho de que, en esos vientres ya estaban Jesús y su primo segundo Juan, perfectamente íntegros en su individualidad genética y humana.

¿Y qué pasa en el cuarto Misterio Sr. Presidente? Se lo recuerdo, porque a los lebreles que persiguen hasta el monte a las utopías sobre cuyas rodillas se criaron, al decir del Nano Serrat, se les suele olvidar todo, como a su Ministro de Salud y al Ministro del Presidente anterior que les falla la memoria científica y empiezan a balbucear incoherencias cuando los negocios multinacionales asoman en el horizonte.

Mire que interesante detalle: El griego Hipócrates que vivió 500 años antes de Cristo ya sentenciaba que quien se dedicaba al arte de curar no podía asesinar bebés en el vientre materno ¿Observó que no se trata de un tema religioso? Hipócrates no era judío, ni cristiano, ni musulmán, ni siquiera pudo haber sido monoteísta y no contaba con ecografías, sólo evidencia física y sentido común. La estratagema suya y de sus secuaces es hacerle creer a la gente que los bebés en el vientre materno son fenómenos que no existen hasta que pasan por el canal de parto, y que sólo desde un dogma religioso puede sostenerse lo contrario. Pero para su desgracia no es así y los bebés patean, se dan vuelta, se mueven, viven y en las ecografías de hoy en día se puede observar absolutamente todo.

Pero Uds. están tan cerrados en su ideología dictada desde las agencias de la ONU, que al no poder contrastar la realidad palpable, intentan inventar ahora, el delito de “violencia ecográfica”, lo que equivaldría a decir que quien tuviese el tupé de mostrarle a un nazi las imágenes de las atrocidades de los campos de concentración, hubiese estado incurriendo en el delito de “violencia fotográfica o fílmica”. Es razonable, para los criminales que viven en la oscuridad, la verdad y la evidencia son muy violentas.

Perdón, me fui por las ramas y no le conté lo del cuarto Misterio, pero valió la pena el paréntesis para que entienda un poco mejor. En el cuarto Misterio Gozoso, recordamos cómo la Virgen María, la Madre de Dios, obedece las leyes de su pueblo y lleva al Niño Dios para ser presentado en el Templo. Meditemos un poquito esto, cosa que ya hubiese hecho Ud. en caso de ser católico: La mujer más pura, que por la Gracia de Dios y por sus propias Virtudes mereció ser la única progenitora humana del Verbo Encarnado, llevó junto a su esposo San José, al mismísimo Dios a cumplir con las leyes de su pueblo. ¿Y Ud. Sr. Presidente? Ud. que hasta el momento excepcionalmente pudo lucir alguna virtud, viola flagrantemente la Constitución Nacional que es la Ley Fundamental de su pueblo ¿Lo ve? ¿En qué ejemplos se inspira Ud.?

Resumiendo, Ud. dice que es católico porque hace rato que su palabra, junto con las teorías disfóricas de la autopercepción, se ha convertido en un simple ruido vacío de sustancia real y porque pretende provocar la ira de la Iglesia y de esa manera, llevar una cuestión ética, moral, legal y científica al plano de la Fe, ahí está su artero negocio político.

Ud. se abusa por encontrarse en un país que afortunadamente es infinitamente respetuoso de la libertad de pensamiento, casual o causalmente nuestro país es católico. No podría abusarse así en otros países en los que han optado por otras religiones o filosofías y en los que llamativamente, no se observan a sus funcionarios y sus hordas feministas de género pronunciándose para cambiar absolutamente nada.

La cosmovisión de la libertad de pensamiento y de conciencia (de la que deviene el derecho a la objeción de conciencia) es justamente la que Ud. pretende cambiar de manera dolosa o por impericia, igual que lo han hecho los golpistas y los dictadores de toda laya, el primer paso es lograr ponerse por encima de la Constitución Nacional, después de eso ya nada está mal, interesante paralelo con el aborto, práctica de la cual la Madre Teresa de Calcuta, católica de verdad y con una autoridad moral y méritos que Ud. no obtendría ni multiplicando por un millón su acomodaticia existencia, dijo: “Si el aborto no está mal, entonces nada está mal”.

Sin otro particular, y esperando haber aclarado un poco su negado estado de apostasía, de la cual no debería avergonzarse si no asumirla con coherencia, lo saludo con la distinguida consideración que su investidura merece.

Juan Manuel Beati