Crítica: "La vida en tiempos difíciles", padres e hijos por Todd Solondz
Una ácida y tierna comedia negra
El cineasta despliega toda su artillería de personajes que se parecen "nerds" o "freaks", en este filme que se lee como una aguda sátira a la sociedad estadounidense y en particular a la comunidad judía.
Ficha técnica:
"La vida en tiempos difíciles" (Life during wartime). Estados Unidos, 2009. Dirección y guión: Todd Solondz. Fotografía: Edward Lachman. Actores: Shirley Henderson, Ciarán Hinds, Allison Janney y Michael Lerner. Presenta: CDI Films. Duración: 96 minutos. Calificación: Para mayores de 16 años.
Los prejuicios del norteamericano de clase media es un tema recurrente en la filmografía del estadounidense Todd Solondz.
Como en "Felicidad", en este filme que se conoce ahora, aunque es de 2009, el tema de la pederastia vuelve a aparecer en el hogar de una familia de origen judío.
Solondz lo aborda en tono de una comedia tan corrosiva, como tierna y es capaz de hacer un ácido contrapunto entre la ingenuidad del hijo y la perversidad de la madre.
En "La vida en tiempos difíciles", un padre sale de la cárcel luego de cumplir una condena acusado de ser un pederasta; mientras sus hijos, uno universitario y dos más pequeños rehacen su vida junto a su madre y el nuevo novio que la mujer les presenta como si fuera el hombre de sus sueños.
UN PROVOCADOR
El director se vuelve un provocador furtivo a través de dos escenas que son jugadas de una manera muy simple, pero que alcanzan un intenso impacto en el espectador por su humor negro.
Una de ellas es cuando le madre (Allison Janney) intenta convencer al hijo, que se puede ser gay, a través del simple roce de la mano de un hombre, o de un informal apretón de manos. Por eso aconseja: "no dejes que te toquen".
Otro item es lo que vive el hijo al concluir la ceremonia de su Bar Mitzvah, cuando toma conciencia de algunas de las falsas creencias transmitidas por esa madre, que por momentos parece desenvolverse en la vida en un estado de constante alucinación.
El cineasta despliega toda su artillería de personajes que se parecen "nerds" o "freaks", en este filme que se lee como una aguda sátira a la sociedad estadounidense y en particular a la comunidad judía.
El equipo actoral resulta admirable y el absurdo de muchas de sus situaciones hacen que el público se pregunte si debe reír o ponerse serio, frente a lo que dicen y hacen estos insólitos personajes, imaginados por el director norteamericano.
Calificación: Buena