Buscando otro referente pop

Para renovar el sueño de miles de jóvenes alrededor del América latina, esta noche a las 22 se estrenará simultáneamente en Sony y Canal 9 la nueva temporada de "Latin American Idol". El formato inglés que ya lleva ocho temporadas consecutivas sólo en los Estados Unidos, tendrá la particularidad de contar con un argentino en el jurado.

Se trata del productor Oscar Mediavilla, quien habló con La Prensa acerca de este nuevo desafío que le propone su carrera. Luego de ser juez en "Operación triunfo", "Cantando por un sueño" y "El casting de la tele" Mediavilla está listo para juzgar a nivel internacional.

A diferencia de los ciclos mencionados, el productor siente que en "LAI" las cosas son un poco diferentes: "Acá la producción tiene muy claro lo que tiene que pasar adentro del programa y cómo se provoca. Creo que estamos ante un gran show".

SEMILLERO DE ARTISTAS

Con el ojo afilado para los nuevos talentos, Mediavilla reconoce que en cada país hubo "un par de artistas que a mi criterio llegan a ser muy interesantes porque se salen del formato habitual".

Otra de las diferencias con los formatos locales es que en este concurso, "el artista viene armado. Acá lo único que haces es seleccionar pero nunca decís: a este cuando lo hagamos y le pongamos tal cosa o tal otra va a funcionar mejor", explica el jurado.

Y si bien él mismo reconoce que algunos quizás eran muy talentosos pero justo el día de la audición se dejaron llevar por los nervios o eligieron un repertorio incorrecto, también hubo lugar para los personajes disparatados que nunca faltan en estos programas: "Hay personajes que cantan muy mal pero están convencidos que cantan muy bien, entonces ahí esta el juego de desenmascarar a alguien que supone que lo hace bien y en realidad no lo puede hacer".

LA AUDIENCIA DECIDE

"Cuanto más débil es el personaje más mirás. Si el participante te logra emocionar no te da tiempo para pensar. Cuando un artista tiene esa dosis de talento y te hace olvidar de que tenés que fijarte todo lo que está haciendo, es porque ese tipo está transmitiéndote", señala Oscar.

Pero sin dudas, otro de los grandes jueces es el público, que a veces puede ser más despiadado que cualquiera de los verdaderos: "La gente es inteligente, yo no subestimo al público. Sabe quién canta bien y quién canta horrible".

"En la primera etapa de la selección uno está muy duro, al menos en mi caso fue muy difícil la elección. Una vez que está la elección, uno tiene que tratar de no decirle al participante que se vaya, porque si es uno de los elegidos tenés que trabajar para que pueda mejorar. Pero finalmente es el público el que va a decidir, nosotros ya decidimos".

Los elegidos en los castings siguen el arduo, exigente y emocionante camino a la fama. La siguiente etapa será la calificación para los "workshops". Allí, cada aspirante tendrá oportunidad de mostrar sus condiciones en el escenario a capella.

Los veinte que triunfen en esa instancia viajarán a Buenos Aires, recibirán asesoramiento de los coachs musicales, de los estilistas de la producción y el voto del público definirá quiénes son los diez finalistas.
El participante que logre la aprobación de los jurados y consiga cautivar a los televidentes será el ídolo pop latino elegido para obtener el premio mayor: un contrato con una firma de representación y otro con Sony Music para grabar un disco. Un negocio redondo.

M. A. C.