Apoteosis en Roma

Dos millones de peregrinos participarán desde esta tarde, en Roma, en la vigilia de oración antes de la misa de clausura de la XV Jornada Mundial de la Juventud. Juan Pablo II compartirá las oraciones con la multitud de fieles y participará de un colorido espectáculo en el que actuará, entre otros, Luciano Pereyra. Medio millón de Papa-boys participaron del vía Crucis que concluyó en el Coliseo, como se ve en la foto.

Ciudad del Vaticano - Desbordando todas las previsiones, dos millones de peregrinos participarán desde hoy a la tarde en el campus universitario de Tor Vergata de una vigilia de oración con el Papa, previa a la misa dominical que clausurará la XV Jornada Mundial de la Juventud, la cita más multitudinaria del Gran Jubileo del 2000. Frente a esta ``avalancha humana'' y la amenaza del fin de semana más tórrido del año -el pronóstico meteorológico anticipó 38 grados, humedad superior al 80% y viento cálido-, las autoridades romanas reforzaron los servicios médicos, que diariamente atienden un promedio de 250 desmayos, e incrementaron el número de refugios. En el lugar de la ceremonia, situado 12 kilómetros al sur de la capital italiana, los organizadores del encuentro han acopiado 3,5 millones de litros de agua embotellada para distribuir entre los presentes. Juan Pablo II llegará al campus a las 19.30. Acompañado por 5 feligreses que representarán a los distintos continentes, atravesará a pie el arco con un enorme Cristo de bronce que simboliza el peregrinaje hacia la Puerta Santa. Antes de retornar a descansar a la residencia veraniega de Castelgandolfo -cerca de las 23-, inaugurará la vigilia con un breve mensaje y compartirá con los fieles un espectáculo de cantos y bailes que incluirá una exhibición de fuegos artificiales. EL VIA CRUCIS Al menos 500 mil ``Papa-boys'', como los bautizó la prensa local, asistieron ayer al Vía Crucis que concluyó en el Coliseo y que fue presidido por el cardenal Camillo Ruini, vicario de Wojtyla en la Ciudad Eterna. El Evangelio y las estaciones fueron leídas en español, italiano, inglés, francés y polaco, mientras un grupo de adolescentes cargaba la ``Cruz de los Jóvenes'', entregada por el Pontífice en 1984 y que ya estuvo en Buenos Aires, Santiago de Compostela (España), Czestochowa (Polonia), Denver (Estados Unidos), Manila y París, anteriores sedes de la reunión. CUBANOS Y CHINOS Poco después del mediodía, el Santo Padre recibió a la delegación cubana. ``No tengan miedo a abrir sus corazones a Cristo, cuyos ojos llenos de ternura siguen fijándose en ustedes, esperanza viva de la Iglesia'', subrayó el anfitrión. Según la agencia vaticana Fides, a esta jornada han venido católicos chinos, que lograron ``burlar'' la prohibición del gobierno de Pekín. Los visitantes confiaron que la persecución del régimen comunista ``nos hace sentir como los antiguos cristianos en el Coliseo romano''.