EL PULSO DE LOS MERCADOS

La Argentina podría perder el aliado del primer semestre

Una semana muy tranquila para los mercados. Se mantienen las expectativas que veníamos manejando. En primer lugar, no se disipa la posibilidad de un aumento de tasas en Estados Unidos.­

Días atrás, la Reserva Federal divulgó las minutas más recientes de sus subdirectores. Leemos que el clima de tapering prevalece aunque siempre manteniendo sus tiempos. Es muy posible que la acción para reprimir a la inflación sea antes de lo esperado, han dejado trascender. Un cambio respecto a la afirmación temeraria de Jerome Powell de que no se tocarían las tasas hasta 2023. Esto tiene al mercado patas para arriba. Nadie sabe en que momentos va a actuar la Fed, aunque las últimas cifras dadas a conocer en Estados Unidos sugieren que debería ser no muy tarde.

El mundo se mantiene preocupado por la suerte de los commodities. Con dólar alcista y retracción de compradores (China sobre todo) los precios seguirán cayendo.

El oro, que había desarrollado un proceso correctivo razonable hasta los 1.740/1.50 dólares, ya esta última semana ha mostrado interés por ir a la zona de los 1.800. Hay que mirar los metales preciosos pues suelen delatar los movimientos de los inversores bursátiles, su decisión de salir hasta que aclare. A mí, particularmente, me preocupa el nivel de sobrecompra en la Bolsa estadounidense. Soy alcista en lo global -ya me han leído- pero en los últimos meses no hay habido un desviación correctiva normal y esperable por culpa de los esteroides que la Reserva Federal y la Casa Blanca le siguen inyectando a las venas de la actividad económica. Se ha comprado excesivamente Bolsa. Una caída del 5 al 8% no sería preocupante, antes bien los serruchos son sanos permiten renovar los tenedores y el mercado va tomando impulsos.

Respecto al petróleo ha tocado la zona de 77 dólares. Subió demasiado rápido, lo que no me gusta pues las correcciones puede ser brutales. Pero aquí lo más probable es una corrección en el tiempo; que el crudo Texas WTI se quede estancado entre 75 y 68 para, con el correr de los meses, atacar la cota de los 80 dólares, e incluso más allá, a los u$s 90.­

Las criptomonedas dan la sensación que están en un freezer. El bitcoin en la zona de los u$s 33.500 y el ethereum en los u$s 2.000 y 2.100, parecieran que no quieren despegar. Esperan noticias. A mi juicio, es esta una época de consolidación; el bitcoin quiere forjar un piso en los u$s 30 mil y el ethereum en u$s 1.800.­

El mercado argentino también me preocupa. Veo a mi país en un proceso de decadencia por culpa del populismo desde 1930. Casi la mitad de la vida independiente, descendiendo escalones. Con el progresismo actual parece imposible definir un tipo de cambio razonable. Y para peor los precios de nuestros precios de exportación crujen por culpa del mencionado tapering. No me parecería raro que la soja pierda entre un 10% y un 15% de su valor del último viernes. Podría volver a los u$s 1.100 en Chicago. El Gobierno se quedaría así sin el aliado del primer semestre. Con menos divisas, frenar al dólar libre será una tarea ciclópea; el camino hacia los 300 pesos quedaría despejado. No importa tanto si la explosión es antes o después de las elecciones; lo que opino -desde la técnica nunca desde la camiseta- es que el atraso cambiario resulta evidente.­