POR JUAN JOSE LLACH *
La inflación al consumidor en los Estados Unidos bajó al 0,6% mensual en mayo pasado -desde un 0,8% en abril- pero todavía es alta. Además, la inflación núcleo fue 0,7% y la anualizada pasó del 4,8% en abril al 5% en mayo. La Reserva Federal considera que el alza de los mercados se debe a factores transitorios.
Por ello, el pasado martes 16/6 decidió mantener la tasa de interés de referencia en 0,25% anual, anunciando también que recién a fines de 2023 habrá dos alzas. El momento es delicado, pero la RF no quiere pinchar la reactivación en los Estados Unidos, ahora alentada también por la intensa vacunación y el retroceso de la pandemia.
La situación laboral mejoró y la economía de Estados Unidos generó 492.000 nuevos empleos privados en mayo, un salto relevante desde los 219.000 en abril, sobresaliendo los sectores de esparcimiento, hotelería, educación, salud y asistencia social. La tasa de desempleo bajó 0,3 puntos porcentuales en mayo y es ahora 5,8%.
Es una apuesta fuerte la de la Reserva Federal, dado el gran crecimiento de la deuda pública y privada, pero quizás es necesaria dado que una pequeña alza podría desencadenar una corrida. No obstante, la amenaza financiera sigue vigente.
La mayoría de las proyecciones de abril del FMI fueron más optimistas que en enero. El mundo crecería 6,0% en 2021, superando la caída del 2020, y el PIB global en 2021 sería bastante mayor que en 2019, aumentando 7,0% entre 2019 y 2022. A la Argentina le iría bastante peor, dado que caería 2,4% en el mismo trienio, en marcado contraste con la mejora de países emergentes de porte (9,6%), China (16,7%), los desarrollados (4,5%), y aun Brasil (2%). No son muchos los países que caen más que la Argentina en el trienio y, en su gran mayoría, son pequeños y muy turísticos.
El valor del dólar de Estados Unidos se mantiene casi constante, aunque fortaleciéndose desde el anuncio de la Fed. Pese al aumento de la inflación, los bonos del Tesoro de USA se mantienen bastante firmes porque no se espera una suba rápida de las tasas de la Reserva Federal, como se mostró el pasado 1 de este mes.
En sintonía, las acciones y las commodities volvieron a un terreno de firmeza, salvo la soja, que cayó cerca de 15% en un mes y otros granos (con caídas menores con caídas menores y no mostrados en el cuadro).
Como dijimos el mes pasado, ojo con el "viento de cola", porque si bien los granos han subido mucho, ello se debió en buena medida a meteorologías desfavorables en varias zonas núcleo globales, que ahora se revertirían.
Como en todas las subas rápidas, los mercados en general -commodities y acciones, principalmente- oscilan entre una excesiva fortaleza y el sentimiento de que no está lejos una corrección bajista. Recordemos que también acecha una gigantesca deuda global, pública y privada, que es más de tres veces el PIB mundial.
El mundo, y la Argentina especialmente dada su vulnerabilidad, dependerán mucho, de aquí en más, de la eficacia y la velocidad de difusión de las vacunas, aun contra nuevas cepas. Pese a la gravedad de la situación, nuestro país tiene una nueva oportunidad, al impulso de la demanda de los países emergentes. Pero para hacerla efectiva deberá adoptar el rumbo de los países que crecen. Si no, y más allá de la recuperación cíclica de este 2021, no será posible dejar atrás el estancamiento y el deterioro social registrado en la última década y, en verdad, desde bastante tiempo atrás.
* Ex secretario de Programación Económica. Catedrático del IAE Business School de la Universidad Austral.