La primera quincena de junio nos muestra un mercado bursátil en calma pero con dudas. La economía estadounidense nos ha mostrado su enorme resiliencia frente a los embates del virus chino. Hemos conocido horas atrás buenos datos semanales de empleo lo que alimenta las posibilidades de tapering, es decir de que la Fed pulso el botón de arranque de los engranajes para el aumento de las tasas de interés (0,25% actual). El miércoles 16 por la tarde sabremos si la Reserva Federal mueve ficha. Y cuándo.
Días atrás también conocimos datos de inflación minorista en Estados Unidos. Fue del 0,6% en mayo (un 50 % más alto a lo esperado) y del 5 % interanual, la tasa más alta desde agosto de 2008. Esto le dice al mercado que la economía sigue en crecimiento, los empleos aumentan y la confianza del consumidor también. Se acumulan las presiones inflacionarias. Quisiera recordar que cada vez que la tasa americana sube los grandes perdedores son los commodities, lo que naturalmente golpeará a la Argentina. La soja que había superado hace poco los 1.650 dólares, el viernes cayó a u$s 1.508. Esto demuestra que cuando sube el precio del dólar respecto a otras monedas por efecto de la tasa las materias primas no son inmunes. Lo vemos en el oro y la plata, también en un proceso correctivo por el mismo tema.
Debo decir que, si bien en el mediano plazo veo al oro por encima de los 2.000 dólares y la plata por arriba de los u$s 38, en el corto podrían establecerse en torno a los u$s 1.830 y u$s 26 respectivamente.
Con respecto a los criptodivisas, no hemos tenido noticias de magnitud sino uun proceso continuo de volatibilidad. El conflicto está planteado. Por un lado los países que quieren apretarle las clavijas para quedarse con una parte del pastel y por el otro los individuos libres -el pilar de la prosperidad mundial- que apuestan por esta novedosa forma de inversión. Hasta Basilea quiere controlar al mundo cripto. La intención de máxima de los burócratas es que todo aquel que tenga criptomonedas en su patrimonio sea investigado; qué explique de donde sacó el dinero.
El bitcoin opera en el terreno de los 36 mil dólares, acompañado por un ethereum en los u$s 2.430. Estamos en un proceso de sana corrección. La cripto más negociada encontrará, a mi juicio, un piso en u$s 30 mil y la segunda en u$s 2.200 en un ciclo a mediano plazo alcista.
EL MERVAL Y EL BOVESPA
Amables lectores me han pedido un comentario sobre las bolsas de Argentina y Brasil. Primero hay que destacar las diferencias. El Merval en pesos viene ganando este año en pesos un 30 %, mientras que el Bovespa acumula un 9% en reales. Esa nominalidad no es pareja, pues nuestro país carece de una moneda digna de ese nombre y el real -si bien no es considerado una moneda dura- opera en libertad, sin cepos ni restricción alguna, por lo que la cotización de 5,11 reales por dólar me parece correcta, acorde a las fuerzas del mercado.
En lo personal, la cotización de 129.400 puntos del Bovespa me parece algo exagerada hoy por hoy. Lo esperable sería una pequeña corrección, en torno de los 122.000/125.000. No más allá. Los expertos en el país vecino prevén una expansión sostenida de la economía brasileña, por lo que el principal indicador bursátil debería acompañar hasta la órbita de los 150 mil puntos.
Qué pronosticar del Merval, hoy en los 66 mil puntos. Miremos el dólar, con su absurda cotización oficial que delata un retraso cambiario del 100 por ciento, a mi juicio. Entonces, una ganancia del 30% en pesos es una pérdida si se mide según los parámetros internacionales, es decir contra la cotización real del dólar en la Argentina, no la que dibuja el Gobierno (los inversores miden sus ganancias y pérdidas en términos de moneda dura). El blue se consigue hoy en la City por 158/165 pesos; debería buscar los 300 cuando las ataduras estatales se desflequen. No me parece una inversión razonable apostar a mediano plazo a acciones locales contra esa perspectiva.