EL PULSO DE LOS MERCADOS
Con estos precios en Wall Street, lo más razonable sería pasarse a ‘cash’
El mercado sigue bailando al compás del virus chino. Es algo reiterativo decirlo todas las semanas, pero es verdad: los inversores globales miran con mucha atención lo que ocurre en las principales industrias vinculadas al consumo.
Estados Unidos mantiene su razonable recuperación, con la desocupación en orden del 6 % (tocó el 15 % en el peor momento de la pandemia). El mercado esperaba que los pedidos de subsidio al desempleo estuvieran en el orden de los 730.000; sin embargo el jueves pasado fueron a cobrar el cheque 712 mil personas. Una buena señal.
Durante los primeros quince días de marzo el otro eje de atención fue el paquete de estímulo de Joe Biden por 1,9 billón de dólares. Los inversores lo tomaron a bien, lo esperaban con ansias. Como consecuencia, el Dow Jones logró un avance semanal del 4,07%, por encima de los 32.700 puntos después de tres récords consecutivos; el S&P 500 del 2,64 %, rozando los 4.000 puntos con dos máximos seguidos, y el Nasdaq del 3,09 %, en 13.300 puntos (lejos de sus niveles más altos).
Algunos clientes -los que no están en el día a día y sólo acuden al mercado como ahorro- me están preguntando si semejante plan de estímulo es suficiente como para mantener tan arriba las cotizaciones. Le recuerdo que los valores de Wall Street están hoy un 45 % por encima de los mínimos de marzo y abril en 2020, cuando estalló, a nivel planetario, la neumonía de Wuhan. ¿No es demasiado?
Veamos. Primero digamos que Joe Biden ha sido una magnífica sorpresa por su moderación. Uno le escucha hablar y, claro, no es Donald Trump, el paladín de los negocios. Pero en cuanto a las medidas concretas hasta aquí no ha habido demasiadas diferencias. La moderación se impone. Y las vacunas siguen fabricándose.
Yo sigo siendo alcista, creo en el fondo de mi conocimiento e intuición que seguirán subiendo los precios a mediano plazo. Pero los anabólicos que he mencionado ya cumplieron su efecto, lo que da una cuota de incertidumbre a mi visión del mercado estadounidense. Años de experiencia me dicen, por otro lado, que las burbujas nunca son muy sanas. Las correcciones siempre son necesarias. Y en momentos de euforia generalizada, el hombre y la mujer precavidos tomas ganancias, se quedan en cash y la miran de afuera, esperando la oportunidad que nunca tarda en aparecer.
¿Cuánto podría ser la corrección en Wall Street? Y, el Dow está en 33 mil. Un diez por ciento no sería malo. Nadie habla de un crash. Usted, amigo y amiga, habrán escuchado decir que la Bolsa americana está sobrevaluada. Lo que significa en realidad es que necesita una corrección razonable para encontrar ímpetus que le permitan prolongar el ciclo alcista.
Con estos precios, entonces, lo más razonable es pasarse a cash, insisto.
Por otro lado, el oro -uno de mis inversiones favoritas- opera en la órbita de los 1.700 puntos y tiene mucho para subrir. Estamos en zona de pisos.
El petróleo de referencia de Texas vale u$s 65,5. Vamos a ver aquí también una remontada hacia los 80 dólares.
Conceptualmente, estoy enamorado de las criptomonedas y en particular del bitcoin, que volvió a los u$s 56.500, cuando escribía la nota que me pidió Belcore. Aquí la euforia esta desatada por tres razones que habíamos hablado: refugio contra la emisión monetaria; forma de pago y ahorro sin demasiadas preguntas; escoba nueva barre bien. Importantes administradores de fondos de terceros y empresas innovadoras de primera línea olfatean que el bitcoin es la moneda de la década. Por eso la escalada.
¿La fiesta del bitcoin está empezando o terminando? Yo diría que es una fiesta que preanuncia otras similares, es decir la consolidación de más criptomonedas. Mi intuición es que el bitcoin -con importantes correcciones en el medio- se encamina por encima de los 100.000 dólares e incluso podría tocar los 150.000.
¿Y la Argentina? Mal, gracias. El riesgo país se encamina a los 2.000 puntos; mientras que el dólar libre a 140 pesos es un regalo.