La imagen de Nuestra Señora de Luján que acompañó a los soldados argentinos durante la guerra de Malvinas regresa a la Argentina luego de 37 años en la catedral castrense de Gran Bretaña.
Originalmente, la imagen había sido donada por una familia argentina y llevada a las islas por el entonces capellán mayor de la Fuerza Aérea Argentina, monseñor Roque Manuel Puyelli, el 9 de abril de 1982, a días del inicio de la guerra del Atlántico Sur.
La Patrona de la República Argentina, en primera instancia permaneció en la Base Aérea Militar Malvinas (BAM MLV) y posteriormente fue trasladada a la parroquia Saint Mary (Santa María) en las Islas Malvinas.
Después de la misa y procesión celebrada el 8 de mayo de 1982, no se supo más de ella, pero se sabe que, concluida la guerra, la imagen fue trasladada a la iglesia catedral castrense de Gran Bretaña.
Luego de 34 años, en una entrevista con La Gaceta Malvinense, el médico militar inglés James M. Ryan, relató que la imagen se encontraba en la catedral castrense de Gran Bretaña. A mediados de 2018, ese testimonio llegó a manos de un laico integrante del grupo "La Fe del Centurión", de la diócesis de Quilmes, quien dio los primeros pasos para el retorno de la imagen de la Virgen a la Argentina.
Marcela Mariel Hernández y Daniel Doronzoro, en representación de "La Fe del Centurión", se dirigieron a la Conferencia Episcopal Argentina, donde su presidente, monseñor Oscar Ojea, les encomendó ver y acompañar a monseñor Santiago Olivera, obispo castrense de la Argentina para iniciar así el proceso de regreso de la imagen. Fruto de ello, monseñor Olivera se encontró el 8 de marzo en Roma con el obispo castrense inglés, monseñor Paul James Mason, quien con generosidad apoyó esta iniciativa.
Aprobada la solicitud, monseñor Olivera decidió obsequiar una nueva imagen de Nuestra Señora de Luján, que antes de viajar a Inglaterra, estará presente el 3 de octubre en la misa en ocasión de la peregrinación diocesana castrense a Luján y finalmente será entronizada en la catedral castrense de Gran Bretaña.
En el marco de la audiencia general del papa Francisco, y con motivo del V Curso de Formación de Capellanes Militares Católicos, el Santo Padre bendecirá el 30 de octubre las imágenes de Nuestra Señora de Luján, iniciando así su retorno a la Argentina.
Al respecto, monseñor Mason le adelantaba al obispo castrense de la Argentina sobre el encuentro que celebrarán en el Vaticano donde intercambiarán las imágenes: "Haremos un intercambio como un signo de nuestra conexión, fe compartida y buena voluntad pacífica".
Por su parte, desde la Secretaría de Estado Vaticano, monseñor Robert D. Murphy señalaba a los obispos: "Estoy seguro de que será una ocasión conmovedora, así como una señal importante de reconciliación en el contexto del encuentro de los obispos militares de todo el mundo".
Finalmente, la imagen de la Virgen retornará con el obispo castrense de la Argentina, el 3 de noviembre, procedente de Roma, y será recibida con honores en el aeropuerto por los efectivos de las Fuerzas Armadas y Fuerzas Federales de Seguridad acompañados por Veteranos de Guerra, familiares y sociedad, quienes trasladarán en procesión y caravana a la Madre hasta la basílica de Luján.
El 4 de noviembre, la imagen presidirá la asamblea plenaria de obispos de la Conferencia Episcopal Argentina, que se desarrollará en la Casa de Retiros Nuestra Señora del Cenáculo, en la ciudad de Pilar. Seguidamente, acompañará el final del IV Encuentro de Vida y Esperanza, organizado por el grupo, "La Fe del Centurión" en la basílica de Luján donde se celebrará una misa y se dará inicio la peregrinación diocesana castrense, según informó la agencia AICA.
"Sin lugar a duda, que la imagen de Nuestra Señora de Luján retorne a casa, a nuestro país, que vuelva a la Argentina, es un motivo de mucho gozo. También por lo que significa la Madre, la Virgen de Luján que se hace cercana a los hijos en situaciones tan difíciles, como lo fue la guerra. Hoy en este tiempo de paz, María nos vuelve a renovar y recordar el camino por el encuentro, por el diálogo y por el respeto", expresó monseñor Olivera.
"TODOS PERDEMOS"
Profundizando su reflexión, señaló: "En la guerra sabemos que todos perdemos, en la paz ciertamente ganamos todos, que María de Luján también en este signo de mi hermano Paul Mason y de la Iglesia de Inglaterra, sea un signo de fraternidad de encuentro, de senderos siempre de diálogo y de respeto, porque la Virgen es Madre de todos".
Por último, monseñor Santiago Olivera reconoció que toda esta misión la vive, "con mucha alegría, con mucha gratitud, por sentirme un instrumento y parte de este encuentro, en el que el Santo Padre nos bendice y que en cierta manera envía a nuestro hermano país, Inglaterra, a la catedral castrense de Gran Bretaña, la imagen de Nuestra Señora de Luján donada por nuestra diócesis".