Relato mayor en torno al fútbol

En "El partidito" se juega de verdad, y además se reflexiona

 

"El partidito. Un delirio patronal". Dramaturgia y dirección: Tamara Dawidowicz. Diseño de vestuario: Mariano Castillo. Asistencia de dirección: Santiago Piva, Loana Pagani. Actores: Martina Kobrinsky, Verónica Zelwianski, Eduardo Yañez, Victoria Reyez Benz, Jesús Caraballo, Brenda Taubin, Nayla Golvas y elenco. En el Club Estrella de Maldonado.


"El partidito" puede llamar a confusión. Si se ve la gráfica de la obra, bien podría creerse que se trata de un espectáculo que sencillamente celebra al fútbol. Y en cierto modo lo es, pero apunta -y logra- profundizar en muchos otros temas y problemáticas que lo transforman en un relato mayor.
Por empezar, el "partidito" en cuestión fue organizado por una empresa dedicada a la venta telefónica de seguros, bastante inescrupulosa y explotadora. De ahí el subtítulo "un delirio patronal". Bajo la excusa de generar mejores relaciones entre los empleados y empleadores, se arma un encuentro deportivo laboral en un día domingo. En realidad, lo que se busca es disciplinar. Y eso ya queda claro desde el minuto cero cuando el gerente les habla a todos, les agradece por estar ahí apoyando y les baja la filosofía "berreta" de la compañía.

Los empleados, en tanto, saben que están ahí para lograr mejorar las cifras actuales y maquillar los conflictos latentes. Si bien les gusta mucho jugar a la pelota -festejan, se ceban con la tribuna-, van por obligación, porque en este contexto hostil deben mantener su trabajo. Y cuesta mucho no ponerse del lado de ellos. Los empleados trabajan, hacen que la empresa se agrande, pero reciben muy poco a cambio.

Entre los elementos que llaman la atención de "El partidito" se destaca el hecho de que los intérpretes juegan al fútbol en escena de verdad y si bien se nota que existen ciertas situaciones coordinadas de antemano, el azar de la pelota le imprime a la propuesta una frescura muy particular.

A PULMON
El equipo está conformado por un grupo de teatro independiente que, a pulmón, lleva adelante la segunda temporada de la obra cada domingo en el sede del Club Estrella de Maldonado (avenida Juan B. Justo 1439). En cierta medida, esa cancha real donde se desarrolla la pieza le otorga también un perfil muy creíble al relato. Sin dudas, el espacio barrial, el olor a club, es uno de los grandes hallazgos del espectáculo.

Finalmente, la directora y dramaturga Tamara Dawidowicz lleva de la mano a sus intérpretes -un elenco muy parejo- con mucha soltura, permitiendo improvisación, tanto en movimientos como en textos. En conclusión, en muchos momentos "El partidito" -con su espíritu festivo pero también doloroso- logra entusiasmar y conmover como un muy buen partido de fútbol.

Calificación: Muy buena