Hace solo unos meses mi nieto Valentín, alumno de séptimo grado de una escuela perteneciente a la Ciudad de Buenos Aires, vivió la siguiente situación durante una clase. La maestra preguntó en una prueba, "¿Qué clase de animal es un delfín?". Valentín escribió "Un mamífero" y entregó la hoja a su señorita.
Al día siguiente mi nieto recibió una dura crítica sobre "el horror de su respuesta". "¿Cómo podés decir que el delfín es un mamífero?, es un pez Valentín, un pez." De nada valieron los intentos del niño de explicarle a su maestra lo que él sabía y de lo que estaba seguro. Cuando conocí la historia le sugería a mi hijo que fuera a hablar con la docente y aclararle su grueso error pero me dijo "Si hago eso lo va a tener todo el año cortito, mejor lo dejo así".
Y me dio rabia e impotencia, como puede ser que haya al frente de un aula una maestra que ignore algo que elemental; cómo y dónde se preparó para ser docente. Un episodio ocurrido hace unos días revivió aquella historia de Valentín. Al programa de preguntas y respuestas "Quién quiere ser millonario" se presentó una docente que ahora da clases particulares llamada Gabriela Kurk.
En una de las primeras preguntas, las más fáciles de la serie, el conductor Santiago del Moro, se la formula y le da cuatro opciones: "¿En qué continente se encuentra Ucrania? ¿Oceanía, Europa, África o Asia?". La mujer duda, dice "no estoy segura" y apela al uso de uno de los comodines que propone el juego que es el voto del público que asiste al programa. Todavía le seguían las dudas por lo que decide usar un segundo comodín que elimina dos de las cuatro opciones que obviamente eran incorrectas. Le quedan solo dos: "Europa y Africa". Finalmente se decidió y optó por responder "Africa". Cuesta mucho suponer que una docente que ha recibido una educación al menos, un poco superior a la media, no sepa que Ucrania está en Europa. ¿Nunca leyó nada sobre ese país?, ¿Cómo puede sonarle que es africano?
La mujer abandonó el estudio de televisión mientras las redes sociales mostraban indignación y burlas. El "delfín" y "Ucrania" son dos ejemplos del nivel con que se preparan a nuestros alumnos. ¿Quién controla la capacidad de nuestros maestros? Sabemos que los resultados del operativo "Aprender" arrojaron que los alumnos aprenden poco y mal de casi todo. Hay sin duda una pésima formación docente cuyos penosos resultados jamás son evaluados, al menos de forma obligada. Cuando se intentó aplicar una evaluación docente obligatoria los sindicatos amenazaron con huelgas y otras defensas de su mala capacidad de enseñanza. El último estudio a nivel internacional, realizado por la Varkey Foundation demostró que la capacidad de los docentes argentinos está entras las más bajas del mundo. Sobre 35 países que participaron de la prueba, el nuestro quedó en el puesto 31.
El estatuto docente vigente tiene más de 60 años y no recibió una sola actualización. Es fundamental que los maestros tengan que ser los mejores, estar calificados y que solo puedan ponerse frente a un aula los mejores y no podrán hacerlo hasta que aprueben todas las pruebas de capacidad a las que sean sometidos. Hoy no quieren hacerlo porque saben que serán muy pocos los que conserven su trabajo, mientras tanto siguen mal formando alumnos que terminan la escuela con sus conocimientos cargados de escasos recursos, tan pocos que más de la mitad de los niños de primaria que terminan su escolaridad son capaces de comprender un texto que leen aun siendo este de una enorme simpleza.
Mucha huelga, muchos derechos laborales pero de prepararse para ayudarnos a tener un país con mejores ciudadanos ni hablar; hace años se perdió la vocación y no solo en la docencia, pero al menos usemos los elementos que las técnicas de educación modernas nos ofrecen para prepararnos y preparar a los alumnos. Por favor señores docentes, que no hay más ninguno de ustedes al cargo de una clase que no sepa que el delfín es un mamífero y que Ucrania está en Europa.
V. CORDERO