Emotivo homenaje a Roxana Troquel, oficial de policía que murió en un incendio
La Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina distingue desde hace 15 años a mujeres destacadas.
Roxana Trochel, oficial de la Policía de la Ciudad, de 30 años, madre de tres hijos, murió el 1° de febrero último en un acto de servicio procurando salvar a víctimas del incendio de un edificio en Corrientes y Esmeralda.
El viernes 15 de marzo recibió un merecido homenaje en la Legislatura de la Ciudad en un acto organizado por la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina (ACIERA), que desde 2004 distingue a mujeres por su dedicación a tareas que elevan la dignidad, la solidaridad y el bien común.
Su marido, Gastón Rojas, también oficial de la Policía de la Ciudad, recibió la distinción ACIERA Mujer otorgada “in memoriam” a su esposa, acompañado por sus hijos: dos varones mellizos, de once años, y una nena de cuatro.
Se la entregaron el presidente de la Alianza, pastor Rubén Proietti, y la presidenta de su rama femenina, ACIERA Mujer, Susana Calot ibarbals. “Es una caricia para mi alma, a pesar de tanta tristeza”, expresó el marido, emocionado, teniendo en brazos a su hijita.
“Roxana dio la vida”, dijo. Y aseguró: “Vamos a salir adelante” al tiempo que pedía “un aplauso muy fuerte para mi mujer, en nombre de mis hijos”. El público que llenaba el Salón Dorado se puso de pie y aplaudió largamente.
Previamente un video había mostrado imágenes de la heroica oficial con colegas de trabajo y con su familia, y había cantado el coral Parlamento y Fe, dirigido por la licenciada Constanza Bongarrá.
Incómodas y descontentas
El acto había comenzado con el Himno Nacional y varios discursos. Calot Ibarbals recordó el 8 de marzo de 2004, cuando “un grupo de mujeres evangélicas, comprometidas con la fe en Jesucristo, nos desafiábamos a plasmar el anhelo de descubrir en medio de nuestra sociedad a mujeres valiosas y con valores”.
“Incómodas y descontentas –reconoció- con el trato irrespetuoso y muchas veces grosero de la gran mayoría de los medios de comunicación de todo tipo, gráfico, televisivo y redes sociales en los que se muestra a la mujer “cosificada” en la que sólo destacan la belleza física, la extrema delgadez, los escándalos amorosos y vidas con graves desórdenes que no son ejemplo de nada”.
Exaltó a la mujer sabia, “que en muchos caos nada tiene que ver con su preparación intelectual”, honesta, con valores, afán de servicio. Y señaló que si “como mujeres cristianas defendemos los derechos de las mujeres como seres hechos a imagen y semejanza de Dios tanto como el hombre, nos consideramos complementarias y no competitivas”.
Armonía y complementación, no competencia
“La competencia lleva muchas a veces a extremos y peligros y violentos- dijo-. La complementación entre el hombre y mujer lleva a encuentro, armonía y verdadera realización”.
La titular de ACIERA Mujer sostuvo la igualdad de oportunidades en lo laboral, el respeto por la dignidad, la erradicación de toda violencia –física, emocional, económica- y afirmó: “Defendemos una maternidad segura, protegiendo las dos vidas”. Expresó que Dios nos desafía a vivir amándonos, respetándonos y cuidándonos los unos a los otros.
Mencionó ejemplos bíblicos para señalar que en la historia de la humanidad “fue Jesús el que dignificó y empoderó a la mujer como nadie lo hizo”. Dijo que “el seno de una mujer, la bienaventurada virgen María, fue el que lo albergó hasta su llegada al mundo. Mujeres fueron mayoría junto a la cruz y en aquel domingo de gloria frente a la tumba vacía”.
“El verdadero poder no se consigue con militancia política, discursos estériles y muchos menos con intimidación y violencia. El verdadero empoderamiento de la mujer se encuentra en conocer a Cristo y recibir su gracia y su perdón. Hoy, Jesús nos dignifica. ¡Hoy, Jesús nos da protagonismo!”
A los 93 años teje para los bebitos
Recibieron la placa ACIERA Mujer otras mujeres destacadas. La médica infectóloga Alicia Susana Carratú, de La Matanza, integrante de la Asociación Cristiana de Profesionales de la Salud, egresada de la UBA, que trabajó en el hospital Muñiz y el policlínico de San Justo; Alicia Gutiérrez, voluntaria hospitalaria (dama rosada) que asiste con amor a recién nacidos y madres que dan a luz; la doctora María Romina Girotti, joven investigadora del cáncer de piel e inmunoncología, egresada de la Universidad Nacional del Sur, y Raquel Reisvig de Pinatti, que dirige una escuela y albergue para chicos de la comunidad wichi en Laguna Yacaré, una zona rural formoseña. “Este premio es a la obediencia a Dios. Dios hace las cosas, no las hago yo”, dijo, al agradecer.
También fue premiada Celsa Pilar Álvarez de Tesey, de 93 años, que estaba en silla de ruedas. Habiendo quedado viuda joven y con hijos, trabajó como secretaria de un médico hasta los 82 años. Comenzó entonces a tejer bufandas para sus hijos y bisnietos, y luego comenzó a tejar mantas para bebitos de la maternidad Sardá. “Hice lo que pude –dijo casi temblando por la emoción-. Seguiré haciéndolo hasta que Dios me llame.”
Entre otros, asistieron el director de Culto de la Ciudad, Federico Pugliese, acompañado por su colaboradora Pilar Bosca; el director general de la Sociedad Bíblica Argentina, Rubén del Ré, y el legislador Claudio Cingolani, que al abrir el acto manifestó: “Hoy nos toca reconocer la labor de cinco damas y la de Roxana Trochel, quien entregó su vida en cumplimiento del deber.”