Comedia francesa que no es tal
"Algo celosa" (Francia, 2017). Dirección y guion: David y Stéphane Foenkinos. Actores: Karin Viard, Dara Tombroff, Anne Dorval, Thibault de Montalembert. Duración: 102 minutos. Calificación: apta para menos de 13 años.
"Algo celosa" tiene pronósticos para ser una de esas comedias que desde lo agrio de algunas verdades sacuden al espectador, primero con el chiste fácil y luego con una compleja reflexión. Pero irremediablemente y a medida que se suceden las situaciones, el filme cae en lo obvio y convierte a la exquisita Karin Viard, en el superlativo rol de Nathalie Pcheux, en una protagonista que hace lo imposible para que nada se desplome. Y aunque no lo logra, ella sale inmune, perfumada, y vale por toda la película.
Inmutable, con cara de piedra, en su ácida e inestable verborragia, Nathalie le vomita a su mejor amiga: "Mi psicólogo dice que estoy en una etapa de tránsito, pero tú no lo puedes entender porque eres feliz y tu hija es fea". Con semejante ecuación mental entendemos que la protagonista, una profesora de francés separada y perdida en su norte, envidia todo a su alrededor. Y parece dispuesta a hacerle la vida imposible a su ex marido, quien logró rehacer su vida sentimental con una mujer diametralmente opuesta a ella; desestabilizar la tranquilidad de su hija Mathilde (Dara Tombroff), una bella bailarina de apenas dieciocho años que ya siente el amor en su novio Félix; y perturbar a su amiga, colegas, vecinos y hasta a su nuevo pretendiente. Toda una bola de irascibilidad que frena cuando conoce a una anónima confidente, una anciana que coincide con ella en el club de natación al que va por las tardes, porque -según su matemática existencial- "necesita lavar las heridas de su cuerpo".
APENAS UNA MUECA
Hasta aquí, salvo la envidia a su hija, todo visto. Una antihéroe que deambula por su día a día a los tumbos, hasta que un cimbronazo la hace recapitular en sus relaciones y decisiones.
Con muy poco humor -aunque inentendiblemente se presenta como una comedia-, pasajes de verdadero drama y baches argumentales que alimentan ese prejuicio de que el cine francés es lento, "Algo celosa", de los hermanos David y Stéphane Foenkinos ("La delicadeza", 2011), es un filme a priori pretencioso que queda en la mueca y que una vez terminado, uno lo resetea rápidamente.
Sólo perduran la actuación de Karin Viard (la misma de "Delicatessen" y otras cincuenta películas) y la banda de sonido (música original de Paul-Marie Barbier y Julien Grunberg y versiones de John Coltrane), que es un mimo al oído, entre lo predecible de un guion que nos lleva a un puerto muchas veces visitado.
Calificación: Regular