Interrogantes sobre la verdad

Federico León escribió, dirige y actúa "Las ideas", en su propia sala

"Las ideas". Dramaturgia y dirección: Federico León. Diseño de luces: Alejandro Le Roux. Realización de objetos: David D"orazio. Música y sonido: Diego Vainer. Vestuario: Paola Delgado. Escenografía: Ariel Vaccaro. Actores: Federico León, Julián Tello. En Espacio Zelaya (Zelaya 3134).

¿El porro que fuman en escena es porro? ¿El whisky es whisky? ¿El billete que rompen es real? Estas preguntas aparecen en ciertos momentos de "Las ideas" cuando los dos únicos personajes fuman o beben. El estatuto de verdad (teatral), qué es cierto y qué no -y si conviene que así lo sea-, resulta una de las claves de esta poderosa obra, que ya puede llamarse de culto, estrenada hace tres años en Zelaya, el espacio de Federico León.

Actor, director y autor, León logró convertirse en un referente para el teatro argentino y con esta creación, una más que se suma a otras ya históricas como "El adolescente" o "Mil quinientos metros sobre el nivel de Jack", demuestra en su trabajo la intención de investigar y bucear en los diferentes recovecos del hecho teatral.

"Hacía tiempo que quería estrenar una obra en el mismo espacio en el que la había ensayado. Eso no ocurre habitualmente", dijo León en una reciente entrevista. En vez de llevarla a una sala, la pieza se montó directamente en el mismo sitio donde fue concebida. Y el resultado es un material que luce como "hecho en casa", amateur en un buen sentido, aunque sea completamente profesional.

El disparador, lo que se ve, es un director y un actor hablando, en principio muy relajados, sobre una futura obra y qué mecanismos y elementos la integrarían. Nada parece importante, nada trascendente, tanto como el partido de ping pong que juegan casi al comienzo. Sin embargo, esa supuesta liviandad va llevando al espectador hasta interrogantes importantes que cuestionan el estatuto de "realidad" y el teatro mismo.

UN JUEGO

Cada objeto, movimiento o sonido está pensando hasta el milímetro. Sin embargo, lo que aparece nunca deja de ser también el juego de dos amigos que se encuentran para actuar. Y eso sucede, de verdad. Federico León y Julián Tello son amigos en la vida real. Ensayaron juntos, armaron el material y lo muestran. Hacen de ellos mismos o de la idea que de ellos quieren transmitir. Ambos protagonistas tal vez sean otros dos elementos ubicados en el mismo plano del porro, el billete o el whisky. "Lo importante es que sea verosímil", dice uno de los personajes-persona.

Todo acompaña para sostener a los dos actores y al virtuoso andamiaje: la escenografía de Ariel Vaccaro, las luces de Alejandro Le Roux, la música y el diseño sonoro de Diego Vainer, el vestuario de Paola Delgado, la realización de objetos de David D"Orazio. El conjunto de estos elementos realza, genera climas y enmarca a la perfección.

Podría decirse, claro, que "Las ideas" es una pieza "moderna" en el sentido de que contiene todo lo que abarcaría un material por el estilo: hay videos en escena, ruptura espacial y música en vivo.

También, como en ciertas puestas performáticas, todo el artificio parece expuesto. Sin embargo, ya aclaró León que existen ciertos mecanismos ocultos en la obra, que no se ven, y que finalmente representan mucho de lo que a él le interesa. Esos elementos escondidos, innombrados, desconocidos para el espectador, de alguna manera están presentes en el "aura" que rodea a todo el espectáculo.

CUESTIONAMIENTO

Finalmente, "Las ideas" también podría pensarse como una reflexión sobre la escena contemporánea. Es teatro que se pregunta sobre el teatro y la representación, todo el tiempo. Y podría verse también como un barajar y dar de nuevo. León parece decirnos "en esto estamos, esto es lo que estamos haciendo". La pregunta, tan desafiante como implícita, sería: ¿y ahora qué?

Calificación: Excelente