Por la amplia vereda del peronismo transita el economista Agustín D"Attellis, a todas luces un heterodoxo de la economía. Un especialista que descree de los postulados monetaristas absolutos.
"El Gobierno desde que arrancó tiene un error de diagnóstico. Está parado en la creencia de que la inflación es un fenómeno estrictamente monetario. Claro, una de las causas es esa, pero no es la única. Creer a ciegas en esto conduce a errores", enfatiza.
-¿No da resultado la política antiinflación?
-Analicemos la situación a la luz de dos años de gestión. La economía tuvo como resultado una caída del PBI durante 2016 y 2017, que de punta a punta fue de 0,7%, con una población que crece al 1% anual. Estamos en una economía estancada, con tendencia a la caída.
-Sin embargo, el Gobierno sostiene que la inflación está bajando.
-En 2016 fue del 41%; el año pasado llegó al 25% y ahora arrancó con dos puntos más que lo esperado, y sería del 2% en marzo. El proceso acumula un 67% de inflación en dos años, y comienza a acelerarse nuevamente. Esto tiene un costo enorme: el Banco Central, sólo de intereses de Lebacs, pagó en pesos el equivalente a u$s 21.000 millones. Esa plata fue a las manos de los sectores más altos. Hubo una transferencia de recursos monumental para controlar el proceso inflacionario, y no se pudo controlar. Y ahora el Central cayó en su propia trampa. El ala política mira las elecciones y decide bajar la tasa, pero donde la baja, el dólar se dispara y esa suba pasa a precios. El stock de Lebacs es de 1 billón 50 millones de pesos. Más grande que la base monetaria. Es una bomba de tiempo. El Banco Central no decide nada sobre la tasa. Hoy es un quebrado que tiene que aceptar la tasa que le impone el mercado para sostener la bomba de tiempo.
-¿Se debería ampliar la mirada a la hora de combatir la inflación?
-Ignoran el rol de los formadores de precios. Están en desacuerdo con regular y que el Estado tome partida en la cadena de precios. El fenómeno inflacionario es multicausal y requiere de una solución abarcativa.