¿UN SISTEMA PARA ELEGIR LIDERES O PARA TOMAR DECISIONES COLECTIVAS?
Reflexiones sobre la democracia
Una forma de gobierno analizada y debatida durante veinticuatro siglos enfrenta hoy una nueva crisis. El pasado, el presente y el posible futuro de la democracia, desplegado en tres textos de reciente edición: dos contemporáneos y uno del período clásico griego.
Según una reciente megaencuesta de la "Fondation Pour l"Innovation Politique", el 56% de los europeos y el 54% de los estadounidenses piensan que sus democracias funcionan mal. Las acechan, entre otros peligros, el populismo, la desigualdad, las migraciones en masa, el multiculturalismo, el desprestigio de los políticos, etcétera.
Males recientes algunos, pero otros muy conocidos, porque la situación no es nueva. La democracia ha pasado por distintas etapas y crisis. Con el actual reverdecer de los regímenes autocráticos populistas se ha reinstalado una pregunta que permanece sin respuesta desde que Aristóteles inauguró en su Política el análisis filosófico de las formas de gobierno: ¿la democracia es un sistema para elegir líderes o para tomar decisiones en forma colectiva?
Frente a este dilema se plantan Emilio Gentile (*) y Osvaldo Guariglia (**) con textos elaborados desde distintas perspectivas y de distinto espesor teórico. Con un estilo cuasi periodístico, Gentile parte de un fenómeno que shockeó a los sectores de izquierda, el triunfo electoral de Donald Trump, y lo atribuye a una transformación de la democracia representativa.
Opina que con la instalación en la Casa Blanca de un político impredecible e histriónico que se burla de los periodistas y privilegia el contacto con la sociedad sin intermediarios se abandonó la democracia representativa y se pasó a la recitativa, que no es otra cosa que la fuerte concentración de poder en un líder. Un sistema en el que los actores son el líder y la multitud, sin otros políticos y con un bajo nivel de institucionalización. En un plano similar al fenómeno de Trump ubica el de Emmanuel Macron, otro ejemplo de líder que no responde a la burocracia partidaria tradicional.
Gentile admite que la personalización del poder puede no derivar necesariamente en una amenaza para la democracia, pero cree que delata una crisis de sus versiones más evolucionadas como son la norteamericana o la francesa. Opina además que las causas que llevaron a esta crisis de la democracia representativa son de naturaleza diversa: la existencia de una "casta" política, la apatía de los ciudadanos producto de la desconfianza, la creciente desigualdad económica, la crisis de los estados nacionales que colaboraron en la integración democrática de la sociedad y la desaparición de los partidos ideológicos de masas.
Innecesario señalar que para este autor es positiva la intermediación de la dirigencia política y el gobierno de partido. Contrario sensu es nefasta la delegación del poder democrático en un líder, más si ese líder es Trump. Califica ese régimen de demagógico y lo asimila a la demagogia criticada por los griegos en los textos clásicos. No propone ninguna solución al problema y cree que la democracia representativa termina siempre autorreparándose. Su nivel de análisis no está muy lejano del de los ""instant books".
Distinto es el caso del libro de Guariglia, un análisis académico minucioso y más erudito, en el que reaparece la crisis de representatividad, pero en el que el foco no está puesto en el líder carismático sino en las oligarquías que se adueñan del poder en beneficio propio.
En la Introducción el autor reconoce que su trabajo surgió en buena medida de la irritación que le causó la multiplicidad de significados atribuidos a los regímenes políticos en los debates sobre la situación de la democracia. Para fijar el campo semántico de las palabras democracia, república y oligarquía emprende un repaso de la filosofía política desde sus comienzos en Grecia que es esclarecedor y evita anacronismos muchas veces producto más de la tendenciosidad que del descuido. Aborda en primer término el fenómeno democrático en Grecia y en la república romana. En la segunda parte desarrolla el fenómeno de la democracia representativa, la génesis del poder oligárquico de la presidencia y la articulación de la república con el orden internacional.
Al finalizar el recorrido el lector dispone de una visión más completa y matizada de los ideas en debate, aunque habrá tenido que esforzarse porque la prosa del autor no siempre es de lectura fluida.
Por último la Universidad de Quilmes publicó con el sello Prometeo tres textos clásicos, dos atribuidos a Jenofonte y uno al Pseudo Jenofonte, autor no identificado al que se conoce asimismo como el Viejo Oligarca por su dura crítica a la democracia ateniense (***). El volumen cuenta con una introducción amplia y didáctica redactada por tres miembros de la cátedra de Historia de la Filosofía Antigua de la UBA e investigadores del Conicet.
Jenofonte pertenecía al círculo socrático y compartía con Platón y otros intelectuales y filósofos atenienses la desconfianza por la democracia que había matado a su maestro, aunque ocupa un lugar mucho menos notorio en la historia de la filosofía que el del autor de La República. Esta visita a los orígenes de las formas de gobierno que en sus rasgos centrales sobrevivieron hasta el presente es ilustrativa y ayuda a evitar anacronismos, en particular respecto de conceptos fundamentales como el de democracia.
(*) El líder y la masa. La génesis de la democracia recitativa, de Emilio Gentile, Edhasa, 201 páginas.
(**) Democracia, república, oligarquía. Origen, concepto y perspectiva de unos regímenes en constante mutación, de Osvaldo Guariglia, Edhasa, 191 páginas.
(***) Constitución de los Lacedemonios. Constitución de los atenienses. Hierón,
de Jenofonte/Pseudo Jenofonte, Prometeo, 236 páginas.