Ascienden a 400 los muertos y al menos a 7.000 los heridos por el terremoto en Irán
El Gobierno iraní informó la cifra de víctimas por el terremoto de 7,3 grados en la escala de Richter que el domingo sacudió a una provincia fronteriza con Irak.
Más de 400 personas murieron y 7.000 resultaron heridas por el terremoto de 7,3 grados en la escala de Richter que asoló anoche a la provincia de Kermanshah, en el oeste de Irán, en la frontera con Irak, según los últimos datos oficiales.
El vicepresidente de la Organización de Gestión de Crisis de Irán, Behnam Saidi, comunicó hoy que hasta el momento se confirmó el fallecimiento de al menos 407 personas, mientras que otras 6.700 sufrieron heridas, reportó el portal de noticias iraní Hispan TV.
En tanto, el ministerio de Salud del Kurdistán iraquí informó que siete personas murieron, mientras que otras 321 resultaron heridas como resultado del terremoto, consignó el sitio de noticias Iraqi News.
Edificios convertidos en escombros, vehículos aplastados, campamentos improvisados para los damnificados y comercios y escuelas cerrados eran el desolador paisaje de varias poblaciones de la provincia occidental de Kermanshah, fronteriza con Irak.
Miles de personas pasaron la noche en las calles ante el temor a las réplicas, que se contaron por decenas, según el Centro Sismológico de Irán.
Las autoridades iraníes movilizaron a todos los cuerpos de seguridad para acelerar las tareas de rescate y de retiro de escombros en las poblaciones de Kermanshah más afectadas por el sismo.
Las operaciones de búsqueda se desarrollaban contra reloj para intentar salvar a posibles sobrevivientes y en ellas participaban el Ejército, los Guardianes de la Revolución, la fuerza de Voluntarios Islámicos y la Media Luna Roja de Irán.
Saidi explicó a la televisión estatal que se enviaron 19 helicópteros y tres aviones a las zonas afectadas para el traslado de los heridos, en las que se desplegaron unas 140 ambulancias y miles de efectivos de los servicios de emergencia y otras organizaciones gubernamentales.
El epicentro del sismo se produjo a las 21.18 hora local de ayer (15.18 en Argentina) cerca de la ciudad iraquí de Halabya, en la región del Kurdistán, fronteriza con Irán, a una profundidad de 33 kilómetros.
Las poblaciones más afectadas en Irán son Sarpul Zahab, donde se estima que la mitad de los edificios se derrumbaron, Ghasr Shirin y Azgale.
Las numerosas réplicas, algunas de 4,5 grados, se hicieron sentir en varias provincias del país, incluida la capital Teherán, así como en Turquía, Kuwait y El Líbano.
En Irak, en declaraciones a la prensa, el ministro de Salud de la región autónoma del Kurdistán, Rekawt Hama Rasheed, precisó que cuatro personas murieron en Darbandikhan, dos en Garmian y una en Sulaimaniya.
Por su parte, Rahman Khani, director de la central hidroeléctrica de Darbandikhan, ubicada en el lago homónimo, dijo en un comunicado que el movimiento telúrico abrió grietas en la superficie del dique.
Aunque aclaró que los daños no se pueden evaluar aún debido a la interrupción de la energía, el funcionario hizo un llamamiento a la población que vive río abajo para que abandone sus hogares debido al peligro de un derrumbe.
Además, el hospital de Halabya tuvo que ser parcialmente clausurado por los daños causados por el terremoto en el edificio y por el temor a las réplicas, por lo que varios pacientes fueron atendidos en el patio del centro médico.
El presidente iraní, Hasan Rohani, se refirió hoy al terremoto "en gran parte de las provincias occidentales del país, especialmente en la provincia de Kermanshah, que es la tierra de los héroes" y remarcó el "gran dolor y tristeza" que causan al pueblo de su país, difundió la agencia estatal de noticias iraní IRNA.
El mandatario aseguró que "desde el comienzo de este doloroso desastre" su gobierno movilizó "todas las instalaciones y recursos del país en instituciones públicas y militares y ONG" para asistir a las víctimas.
Irán tiene frecuente actividad sísmica por una falla que atraviesa todo el oeste del país y se extiende por el noreste de Irak y el sureste de Turquía.
El terremoto más grave hasta la fecha sucedió en junio de 1990, cuando perdieron la vida 37.000 personas en varios pueblos del norte del país.
Otro sismo en diciembre de 2003, en la provincia de Kerman, dejó 31.000 víctimas fatales.