Jaime se negó a declarar por Lafsa, la aerolínea estatal que nunca voló pero tuvo pilotos y azafatas

El detenido ex secretario de Transporte adujo problemas de salud y se negó a declarar como imputado en la causa por presuntas irregularidades en la creación y funcionamiento de la fallida empresa Líneas Aéreas Federales.

 

El detenido ex secretario de Transporte kirchnerista Ricardo Jaime adujo problemas de salud y se negó a declarar como imputado en la causa por presuntas irregularidades en la creación y funcionamiento de la fallida empresa Líneas Aéreas Federales SA (LAFSA).

En la audiencia de declaración indagatoria, realizada este viernes luego de tres intentos anteriores, en el juzgado federal número 12, cuyo titular es Sergio Torres, dos médicos del Servicio Penitenciario Federal (SPF) debieron revisar a Jaime, que aseguraba no sentirse bien y en forma para hablar.

“No está en su mejor momento. Bajó 19 kilos en la cárcel (de Ezeiza). Es celíaco y tiene arritmia”, aseguró su abogado defensor, Andrés Marutián. 

De todos modos, la audiencia de indagatoria finalmente se llevó a cabo, Jaime tomó conocimiento de los cargos y se negó a declarar, aunque la defensa anticipó en el juzgado que más adelante acercará un escrito de descargo, informaron las fuentes.

Jaime, que cumple una condena unificada a seis años de prisión en el penal de Ezeiza, fue trasladado esta mañana a los tribunales federales de Comodoro Py 2002 por el Cuerpo Especial de Intervención del SPF, que desplegó comandos con capucha, chalecos antibala y armas largas.

Esta causa se inició en 2008 por una denuncia que radicó el abogado Ricardo Monner Sans e investiga supuestas irregularidades por unos 40 millones de pesos en LAFSA, una compañía aérea estatal creada en 2003 que nunca llegó a funcionar ni a tener flota propia, pese a lo cual en los papeles siguió existiendo y con presupuesto hasta 2012.

La aerolínea se estableció por decreto el 21 de mayo de 2003, en el final del gobierno del presidente Eduardo Duhalde, con la finalidad de ser una empresa estatal temporaria hasta su privatización aglutinando al personal de las firmas DINAR y LAPA.

El 100 por ciento del capital iba a pertenecer al Estado Nacional: 20 por ciento de Intercargo SAC, 40 del Ministerio de Economía y 40 por ciento del Ministerio de Producción, cuyo titular entonces era Aníbal Fernández. El acto inaugural tuvo lugar el 3 de octubre de 2003, ya durante la gestión de Néstor Kirchner, en un acto desarrollado en el Aeroparque de la Ciudad de Buenos Aires.

En esa oportunidad, Kirchner dijo que LAFSA permitirá "unir la Argentina y terminar con los caprichos de los vuelos organizados por determinados grupos, en forma monopólica".

Kirchner también había puntualizado que LAFSA tenía por objetivo "constituirse en una alternativa para tener un espacio aéreo sin monopolios", en clara alusión a la posición dominante del mercado de Aerolíneas Argentinas, en ese momento, gestionada por un grupo empresario español.

"Quiero que LAFSA preste un gran servicio, para que Aerolíneas (Argentinas) preste un gran servicio y todo en beneficio de los argentinos", enfatizó por entonces. Sin embargo, la compañía en nueve años no realizó vuelo alguno, a pesar de haber llegado a contar con un millar de empleados compuestos por más de un centenar de azafatas, diez pilotos, personal de rampa, gerentes y empleados administrativos, además de recibir transferencias por más de 140 millones.

El 6 de noviembre de 2009, la entonces presidenta Cristina Fernández dispuso la disolución y liquidación de LAFSA, en un decreto firmado por el propio Aníbal Fernández, por entonces jefe de Gabinete, y los ministros de Planificación, Julio de Vido, y de Economía, Amado Boudou.

Además de a Jaime, el juez Torres citó a indagatoria a De Vido, para el próximo martes 1, y a otros ex integrantes de la Subsecretaría de Transporte Aerocomercial, entre ellos el dirigente gremial Ricardo Cirielli (titular de la Asociación de Personal Técnico Aeronáutico -APTA-) y al directorio conformado de LAFSA en todos sus períodos.