"El consumo superior al 400% lo terminará pagando el Estado"

Emilio Apud cuestiona el tope al aumento del gas y advierte sobre sus consecuencias. El límite va en contra de una política de uso racional de la energía y favorece el accionar de inescrupulosos. En los "90 el precio de las tarifas pagaba el costo de producción e inversión, remarca el ex secretario de Energía de la Nación.

La idea que alienta al gobierno es loable: talar el déficit de las cuentas públicas. Pero la manera en que instrumentaron las medidas en el sector energético, tarifazo mediante, estuvo plagada de errores. Abundan los malentendidos, el teléfono descompuesto entre funcionarios, los airados reclamos populares, los políticos oportunistas, la comunicación distante.

Con el clima social enrarecido, preludio de una inminente pérdida de imagen positiva por parte de Mauricio Macri, más la intervención del aparato judicial, el avance de las tarifas del gas quedó rengo. Limitado a un techo del 400%, que es alto para el bolsillo de parte de los consumidores residenciales, y tremendamente bajo para el afán oficial de lograr que las tarifas cubran, al menos, los costos de producción.

"Lo que hizo la Corte fue pedirle al Poder Ejecutivo que informe sobre algunos puntos claramente detallados, son puntuales y me parece bien -destaca Emilio Apud, ex secretario de Energía de la Nación y actual representante del Estado en el directorio de YPF-. Los magistrados solicitan a través del Enargas que se explique cómo fue la evolución de las tarifas de gas desde que se dictó la ley 25.561 de emergencia económica, en el 2001, que abrió las puertas a los subsidios en las tarifas energéticas.

También se reclama un informe sobre los parámetros tenidos en cuenta para aplicar los aumentos de precios y tarifas, entre otras cosas. También pide detalles de la tarifa social. Básicamente la Corte quiere conocer los criterios por los cuales se llevó adelante el ajuste tarifario en el gas.

-No queda claro la decisión de ponerle un tope de 400% al aumento. ¿Qué pasa si se consume por encima de ese porcentaje?

-El tema del tope del 400% al aumento es sobre la factura, es el producto que surge de multiplicar precio por cantidad. Si la tarifa aumentó cuatro o cinco veces, lo que está diciendo esto es que si una persona consume al mismo nivel que hace 1 año atrás, tomando esto como referencia, entonces quedará contemplado dentro del 400%. Pero si consume más, eso no se le va a cobrar. No sé si es que no se le cobra ahora, pero sí más adelante, o si directamente lo subsidia el Estado. No queda claro.

-De ser así, es una invitación al derroche.

-Este sistema de limitación del consumo no condice con una política de uso racional de la energía. Habrá gente inescrupulosa que dirá: me da lo mismo, total al excedente no lo voy a pagar. Esto tomando como eje el consumo residencial. Es verdad que cuando comienza a hacer frío se consumen más metros cúbicos de gas. Pienso que si no hay grandes variaciones de temperatura entre 2015 y 2016 no habrá un gran cambio en los costos. Igual no creo que este sistema sea lo más apropiado, pero alguna medida había que tomar.

-¿El Gobierno retrocedió por el clamor popular?

-No lo sé, pero lo que es seguro es que si se toma como referencia el bimestre abril-mayo, los consumidores residenciales se van a ahorrar unos cuantos pesos. También hubo algo de mala suerte ya que este año se adelantó el invierno y creció el consumo de gas. Tal vez el excedente del 400% lo termine financiando el Estado, no lo sé. Hay que tener en cuenta que el incremento para los consumidores residenciales fue del 400%, y para el comercio y el sector productivo, del 500%.

DECADA DEL "90

-Vayamos atrás en el tiempo. ¿Cómo era el nivel de las tarifas en los "90, cuando no había subsidios y se habían privatizado los servicios?

-El nivel de precios ya estaba asumido por la sociedad. Hubo un aumento fuerte de las tarifas cuando se produjeron las privatizaciones de las empresas energéticas, pero luego el nivel fue hacia abajo. Al final de la década del "90 se pagaba por kilovatio menos que al comienzo. Eso se produjo porque se introdujeron equipos de mayor rendimiento, con lo cual mermó el costo marginal y las tarifas bajaron mucho. En aquel entonces las tarifas se actualizaban semestralmente, con audiencias públicas. El sistema funcionó, pero como se hizo en la época de Menem, entonces no sirve. 

-Una descalificación ideológica...

Hay que decir que algunas de las cosas que hizo el gobierno menemista fueron terribles, pero otras no estuvieron nada mal, como la privatización de los servicios de electricidad. En los "90 la tarifa pagaba todo el costo de producción y las inversiones. La gente lo podía afrontar y no había cortes. Lamentablemente el kirchnerismo desvió las políticas del sector energético para lograr sus objetivos políticos.

-Luego vino la debacle, la salida del esquema de Convertibilidad, la devaluación y se congelaron las tarifas. ¿Esa medida de emergencia debió haber durado mucho menos tiempo?

-En el 2002 se justificaba el esquema de los subsidios porque la crisis era profunda. Pero luego en el 2003, con el viento de cola, ya no se justificaba más. Pero claro, esto garantizaba un resultado importante en las urnas. Y terminaron pagando el pato los habitantes del resto del país y nos beneficiamos los que vivimos en la Capital. Hay que recordar que Eduardo Duhalde sacó la ley para renegociar los contratos en el sector energético, que habían perdido objetividad tras la devaluación. Pero el gobierno kirchnerista luego no cumplió con esto. Comenzaron las arbitrariedades, y así fue que perdimos el autoabastecimiento energético en el 2008.

LARGO TIEMPO

-No se puede resolver un descalabro de 15 años en apenas seis meses. ¿Cuánto tiempo demorará llevar las tarifas a un nivel razonable, que cubra al menos el costo de producción?

-Eso tiene que ocurrir lo antes posible, en el tiempo que lo permita la política y la sociedad. El Gobierno lo quiso hacer este año, pero no pudo. Será tal vez el año que viene. Mientras más perduren los subsidios energéticos, más dinero se le quitará al Gobierno para llevar adelante inversiones relevantes. Los subsidios se pueden pagar a través de la recaudación impositiva, pero ya no se pueden aumentar más los impuestos; se pueden pagar con emisión monetaria, pero no se puede emitir más porque dispara la inflación; se tiene a mano el endeudamiento externo, pero sería lógico que ese dinero fuera destinado a la infraestructura que tanto le hace falta al país.

-Siendo 2017 un año electoral, no parece posible que puedan avanzar con medidas de ajuste.

-Sí, claro, sobre todo con el oportunismo que tiene la oposición. No se entiende cómo Sergio Massa propone ir marcha atrás con los aumentos de tarifas si el año pasado firmó con nosotros un acuerdo que dice que la tarifa debe reflejar los costos. Ahora hay malestar en la sociedad, entonces afirman lo contrario.

-¿Faltó muñeca política para manejar el asunto?

-No lo sé, porque no sé cómo fue que surgió la decisión de llevar adelante el aumento. El ministro de Energía hizo los cálculos y supongo que lo habrán discutido en el Ministerio de Hacienda. En realidad lo que hizo saltar por los aires esta propuesta fue el gran aumento del consumo. Se hablaba de un incremento del 400% en la tarifa, y eso aumentó, pero hay que multiplicar por los metros cúbicos, que se fueron por los cielos por el frío intenso. Lo que queda claro es que el Gobierno no tiene que claudicar en el objetivo de alcanzar la tarifa de equilibrio, que es que cada usuario pague lo que cuesta la energía que consume, ya sea el metro cúbico o el kilovatio. Salvo que la gente no esté en condiciones de hacerlo, para ese sector se aplica la tarifa social porque no se los puede privar de un servicio tan vital. El resto, el 80% de la población, tiene que ser responsable y saber que estuvo en una fiesta donde se distorsionó todo.

-¿Por qué los consumidores no reclaman por el incremento del servicio eléctrico?

-Eso no pasa porque se aumentó solamente un tercio de lo que hay que aumentar. No sé cuándo se dará el siguiente incremento de las tarifas eléctricas. La realidad es que por cada peso de un kilowatt, pagamos 30 centavos.