Jueces llevaron un mensaje del papa Francisco a las 400 presas de la cárcel de mujeres de Ezeiza

"Rezo por ustedes, porque llevan adelante una tarea muy difícil: mantener la fe, la dignidad y la capacidad de trabajar para el bien de sus familias y la sociedad", fue el mensaje del Papa que llevaron el presidente de la Cámara Federal de Casación Penal, Alejandro Slokar, y la jueza de Ejecución Penal María Jimena Monsalve.

El presidente de la Cámara Federal de Casación Penal, Alejandro Slokar, y la jueza de Ejecución Penal María Jimena Monsalve llevaron un mensaje del papa Francisco a las 400 presas de la cárcel de mujeres de Ezeiza, quienes habían enviado al Pontífice un crucifijo hecho por ellas.

"Rezo por ustedes, porque llevan adelante una tarea muy difícil: mantener la fe, la dignidad y la capacidad de trabajar para el bien de sus familias y la sociedad", fue el mensaje del Papa que los magistrados transmitieron a las internas.

Según explicaron fuentes judiciales, Slokar y Monsalve "compartieron con las internas la experiencia vivida el pasado 4 de mayo con el Santo Padre, durante la audiencia en la que le entregaron a Francisco un crucifijo de madera vitrificada confeccionado por ellas". 

Durante el encuentro con las presas, los jueces "transmitieron personalmente el relato de lo ocurrido en el Vaticano, cuando Francisco recibió la ofrenda y las cartas escritas por ellas".

Los voceros recordaron que "en el Año de la Misericordia se ha puesto de resalto la situación de extrema vulnerabilidad de las mujeres presas, que en el sistema federal son aproximadamente 760, de las cuales 40 se encuentran presas junto a sus niños menores de cinco años de edad y 14 de ellas actualmente cursan su embarazo".

Detallaron además que "casi 400, alojadas en el Complejo IV de Ezeiza, trabajan en los talleres de carpintería, pintura decorativa, encuadernación, muñequería, panadería, confección de bolsas de papel y de carpetas de cartón. Muchas han aprendido el oficio allí y pueden ver los resultados a través de la realización de trabajo productivo".

El papa Francisco alude recurrentemente en sus mensajes acerca de la situación de los presos. Así lo hizo en el documento que abrió el Año de la Misericordia, "Misericordiae Vultus", al exhortar a los cristianos a visitar a los presos, como obra de misericordia.

En la homilía de la audiencia que presenciaron los jueces el 4 de mayo, Francisco reflexionó sobre la parábola del pastor y la oveja descarriada y sostuvo que "ninguno está perdido".