Descansar en el bosque o en el mar: una elección de salud

Ambas opciones ofrecen beneficios terapéuticos que vale la pena conocer antes de decidir el destino de las próximas vacaciones. La naturaleza al servicio del bienestar.

Elegir el destino de las próximas vacaciones puede ser una cuestión de salud. Y es que nuevas investigaciones ponen de manifiesto que tanto el mar como el bosque son capaces de ofrecer mucho más que un lindo entorno en el cual relajarse. Se ha comprobado que cada uno de estos escenarios naturales tiene beneficios terapéuticos concretos.

Se sabía que darse un "baño de bosque" puede ser una receta muy útil para combatir situaciones de ansiedad o de estrés, pero ahora científicos y médicos encontraron que el contacto con los bosques maduros -aquellos en los que la intervención humana es muy limitada- propicia un aumento de las proteínas anticancerígenas, refuerza el sistema inmunitario, rebaja la adrenalina o reduce la tensión arterial, pero además ha demostrado su eficacia para mejorar el estado de salud y el bienestar de las personas con fibromialgia.

Según los primeros estudios piloto, estos enfermos (que padecen un dolor muscular y una sensación de fatiga prácticamente crónicos) pueden llegar a reducir a la mitad los días que sufren dolor cuando realizan ejercicios en esos espacios naturales.

Los primeros trabajos se han realizado en Gerona, España, donde profesionales de los hospitales Santa Caterina y Josep Trueta, coordinados por el jefe de neurología, Secundino López, han comprobado los beneficios que el contacto con los bosques centenarios tienen para estos pacientes.

MEDICINA FORESTAL

De hecho, la "medicina forestal" está muy extendida en otros países, y en algunos de ellos, como Japón, se invirtieron grandes cantidades en investigación para demostrar el valor terapéutico de los bosques. Además, se han incorporado esas terapias en la cartera pública de servicios, y se han censado medio centenar de bosques con esas cualidades beneficiosas para la salud.

En España, algunas organizaciones e instituciones están impulsando iniciativas similares para salvaguardar y asegurar la conservación del "casco antiguo" de los mejores bosques, de aquellos que tienen un elevado valor natural y potencialidades terapéuticas.

En Cataluña, la organización Accionatura puso en marcha con ese objetivo el programa "Selvans" para localizar los mejores bosques maduros y tratar de asegurar su conservación.

El proyecto involucra a administraciones, empresas, propietarios forestales o instituciones médicas, con la intención de crear una red de bosques de alto valor natural, pero con pretensión también de que esa red pueda ser el motor económico del desarrollo sostenible de las zonas rurales donde se localizan.

La doctora Cristina Oriol, especialista en Medicina de Familia y Comunitaria y colaboradora del programa "Selvans", explicó que los bosques maduros tienen un efecto terapéutico superior a los bosques jóvenes y mayor cantidad de "fitonicinas", sustancias volátiles que inhalan los seres vivos y benefician al sistema límbico cerebral.

Oriol precisó que esas sustancias pasan además a través del sistema pulmonar a la sangre y tienen efectos muy positivos a nivel fisiológico, ya que disminuyen el estrés y activan el sistema inmunitario y, sobre todo, las células "asesinas" que actúan como anticancerígenos y como barrera contra bacterias o virus.

Para compaginar la conservación de esos "cascos antiguos" de los bosques y los legítimos intereses de sus propietarios, los promotores de la iniciativa plantean acuerdos de custodia de esos lugares, sistemas de compensación económica -por ejemplo comprar los derechos de tala- o poner precio al servicio ambiental, en este caso terapéutico, que prestan a la sociedad.

El ingeniero forestal Jaume Hidalgo, responsable del programa "Selvans", señaló que los bosques son una fuente "enorme" de recursos, como la madera, la leña o la biomasa, pero insistió en que prestan otros servicios "ecosistémicos" que es necesario proteger, y entre éstos los beneficios que tienen para la salud.

Hidalgo señaló que la mayor complejidad de los bosques más viejos y maduros hace que existan mayores concentraciones de elementos naturales como musgos, líquenes y sustancias volátiles o fitonicidas que benefician al organismo humano y que por lo tanto será necesario proteger como parte de la biodiversidad que albergan esos espacios naturales.

Es, el de la salud y el bienestar, uno de los servicios más importantes que presta la naturaleza, pero quizás también uno de los más desconocidos por el momento, porque en algunos ámbitos de la sanidad comienza ya a hablarse del "déficit de naturaleza" como un problema nuevo que vincula la falta de contacto con esa naturaleza y determinados síntomas característicos de la vida más urbana.

BAÑOS DE MAR

Otra opción a la hora de planear las vacaciones es la playa. Y en este caso también se la puede relacionar con beneficios para la salud. Es más, un chapuzón en el mar puede incluso constituir todo un tratamiento de belleza.

En la antigua Grecia se tomaban baños de agua marina por sus propiedades curativas para las afecciones cutáneas, además de por ser un buen relajante muscular. En la actualidad existen tratamientos como la talasoterapia, que se basa en el uso de diferentes elementos marinos (agua de mar, algas, barro) como agentes terapéuticos.

Incluso la brisa marina actúa como una especie de spray natural muy rico en yodo, perfecto para regular la glándula tiroides. Su alto contenido en iones negativos también refuerza los mecanismos de defensa del organismo al respirarla. Al parecer, esta bruma también previene enfermedades respiratorias, ya que según algunos estudios, las personas que viven cerca del mar tienen menos posibilidades de padecer bronquitis y otras afecciones similares.

El solo hecho de meterse en el agua tiene un efecto físico sobre el cuerpo humano, pues la acción mecánica del oleaje y las corrientes obliga al bañista a llevar a cabo un esfuerzo permanente por mantener el equilibrio, lo cual fortalece músculos y articulaciones, resultando especialmente recomendable para personas con artritis.

Por otra parte, la temperatura del agua provoca una resistencia en el organismo que actúa sobre el sistema vascular, traduciéndose en una vasoconstricción cutánea y una vasodilatación central, acompañadas de un incremento del ritmo respiratorio y cardíaco, algo muy eficaz para aliviar los problemas de circulación (combatiendo al mismo tiempo la celulitis y previniendo las várices).

En el mar se produce un fenómeno que se conoce como quimiosíntesis, similar a la fotosíntesis de las plantas, pero que además convierte los minerales inorgánicos en nutrientes orgánicos mediante las bacterias marinas. Esas sustancias orgánicas que inciden de forma saludable sobre los tejidos, como antioxidantes y vitaminas, pueden pasar al organismo a través de la piel, aunque en cantidades muy escasas. Combinar los baños marinos con baños de sol ayuda a potenciar el efecto de algunas de ellas, como la vitamina D.

El alto contenido en magnesio del agua también produce una relajación que puede ser muy beneficiosa para reducir el estrés y tratar a personas que sufren problemas de ansiedad. Además, los baños marinos ayudan a corregir las deformaciones de la columna, producen un efecto depurativo y adelgazante, y pueden incluso llegar a corregir déficits nutricionales.

ELEMENTOS ESENCIALES

En el agua de mar se encuentran 89 elementos esenciales presentes en nuestro cuerpo, además de otras vitaminas y microorganismos que liberan sustancias antibacterianas, dotando al líquido elemento de las propiedades antibióticas mencionadas, que funcionan muy bien en los procesos de cicatrización y también son ideales para solucionar afecciones de la piel como la psoriasis.

Nunca faltan los que durante sus vacaciones en el playa fantasean con quedarse a vivir allí y "vivir de la pesca". Lo cierto es que ahora la ciencia ofrece un motivo más para evaluarlo: según investigadores del Centro Europeo para el Medio Ambiente y la Salud de la Universidad de Exeter, en Reino Unido, vivir cerca del mar es muy beneficioso para la salud, principalmente por la facilidad para hacer ejercicio físico y mantener una vida más activa.

Los investigadores analizaron los historiales clínicos de 48 millones de personas en Inglaterra a partir del censo de 2001, comparando lo cerca que vivían del mar y sus respuestas sobre su estado de salud. 
Así hallaron que quienes vivían a menos de un kilómetro de distancia del mar dijeron tener una "buena salud", en mayor medida que aquellos que vivían en el campo o cerca de las ciudades. 

Aunque la diferencia entre ambos grupos no fue tan grande, según los científicos, extrapolando el resultado en los 48 millones de habitantes el impacto sobre la salud pública era muy significativo. 

En el estudio -que publicó la revista Health and Place- se muestra que las personas que residen en las zonas marítimas de Inglaterra, como Skegness, St. Ives o Scarborough, registraban una "mejora significativa" en su salud física y mental. 

Según los investigadores, los factores básicos que ayudan a que tuvieran una mejor salud eran unos niveles de estrés más bajos y más oportunidades para hacer ejercicio. 

Finalmente, el estudio señala que las personas de menor poder adquisitivo suelen beneficiarse más de vivir cerca del mar, mientras que los de mayores ingresos registran menos beneficios para su salud. 
"Unas de las razones más obvias de la asociación entre mar y salud es la oportunidad de hacer más actividad física o estar más motivados para caminar por la playa", aseguró el doctor Ben Wheeler, responsable de la investigación.

El autor del trabajo también apuntó que las personas más sanas y que suelen hacer más ejercicio tienden a mudarse a zonas cercanas al mar. 

Además, estar cerca del mar "genera una sensación de calma y relajación vinculada con los flujos del mar y las olas", subrayó Wheeler. 

Por su parte, el doctor Matthew White, quien participó del estudio de la Universidad de Exeter, presentó una investigación que concluyó que la costa marina es el mejor medio ambiente para crear una sensación de "bienestar general" en las personas.