Están imputadas y fueron citadas a indagatoria por el presunto delito de "lavado de dinero"

La madre y la hermana de Nisman recusaron al juez Canicoba Corral

Pablo Lanusse, defensor de Sara Garfunkel y Sandra Nisman, recusó al magistrado por las causales de "enemistad manifiesta" y "prejuzgamiento", configuradas a partir de las declaraciones públicas que formuló el juez en el marco de la investigación.

Sara Garfunkel y Sandra Nisman, madre y hermana del extinto fiscal federal Alberto Nisman, recusaron hoy al juez Rodolfo Canicoba Corral en el expediente en el que ambas están imputadas y fueron citadas a indagatoria para la semana que viene por el presunto delito de "lavado de dinero".

Fuentes judiciales informaron que el abogado Pablo Lanusse, defensor de Garfunkel y Nisman, recusó al magistrado por las causales de "enemistad manifiesta" y "prejuzgamiento", configuradas a partir de las declaraciones públicas que formuló el juez en el marco de la investigación.

El planteo deberá ser resuelto por el propio juez, quien está de licencia hasta el viernes y es reemplazado por su par Daniel Rafecas, y luego darle intervención a la Cámara Federal para que sea ese tribunal, en definitiva, el que resuelva la continuidad o no de Canicoba Corral en el expediente. 

Ese trámite procesal podría postergar las indagatorias de Nisman y Garfunkel previstas respectivamente para el martes y el viernes de la próxima semana.

A pedido del fiscal federal Juan Pedro Zoni, Canicoba Corral citó la semana pasada a Garfunkel, Nisman, al empleado informático Diego Lagomarsino y al empresario Alejandro Picón a prestar declaración indagatoria como presuntos testaferros de Nisman.

El fiscal Zoni pidió que todos sean indagados como supuestos "lavadores" de activos que Nisman habría incorporado a su patrimonio de manera anómala.

Para Zoni, los acusados lavaron cerca de 10.428.483 pesos a través de la compra de un Audi Q3, una cuenta en el banco Merril Lynch en Nueva York con 600.000 dólares, un fideicomiso y terrenos en Uruguay que habrían sido de Nisman y que sus familiares y allegados ocultaron con sus nombres.

En tanto, en la causa en la que se investiga la muerte de Nisman, ocurrida el 18 de enero en el baño de su departamento de Puerto Madero en circunstancias todavía no esclarecidas, la fiscal subrogante Estela Andrades, quien reemplaza esta semana a su colega Viviana Fein, avaló la declaración testimonial que prestó al inicio de la causa Lagomarsino, imputado por haberle dado al fiscal el arma de la cual salió la bala que lo mató.

La declaración de Lagomarsino había sido cuestionada por el fiscal de cámara Ricardo Sáenz (superior jerárquico de Fein y de Andrades), puesto que sostiene que el empleado informático debe ser imputado no sólo por haberle prestado el arma que causó el deceso de Nisman sino también por la muerte en sí.

De hecho, Sáenz le pidió a la Cámara del Crimen que dejara establecido por escrito que Lagomarsino estaba imputado por "todo el hecho", lo que incluye no sólo el suministro del arma sino también la muerte de Nisman.

Lagomarsino se presentó voluntariamente ante la fiscal Fein y el por entonces juez de la causa, Manuel de Campos, al día siguiente de que se conociera la muerte de Nisman, y narró voluntariamente que había sido él quien le había "prestado" el arma que causó el deceso.

Ese relato podría ser considerado "autoincriminatorio" y en consecuencia nulo, situación que se profundizaba a partir de la postura del fiscal Sáenz, quien consideró que "no resulta posible escindir con las particulares circunstancias de esta causa la imputación de la entrega del arma a la víctima con el hecho de su muerte".

A partir de esa situación se formó un "incidente" para determinar si la declaración fue válida o no, y en el marco de esa decisión que deberá tomar la jueza Fabiana Palmaghini, la fiscal Andrades se pronunció a favor de avalar la declaración.

Ahora deberá pronunciarse el resto de las partes, esto es la querella y la defensa del propio Lagomarsino, y luego la jueza deberá resolver en última instancia.