Dónde festejó cada candidato

Un hecho indicativo de cómo la dirigencia interpretó lo ocurrido es el lugar que eligió cada candidato para festejar. La fórmula de la Casa Rosada, Daniel Scioli-Carlos Zannini, voló a La Rioja. Los candidatos porteño y cordobés de la presidenta Cristina Fernández, Mariano Recalde y Eduardo Accastello, fueron abandonados en la más completa soledad

La primera conclusión del `superdomingo' es que los resultados no fueron tan buenos para Mauricio Macri como malos para el kirchnerismo. De los cinco distritos en que se votó eran clave la ciudad de Buenos Aires y la provincia de de Córdoba.

Los otros tres -la Pampa, La Rioja y Corrientes- influyen poco en la lucha por la presidencia. Los votantes de la Pampa y La Rioja representan algo menos del 10% de los de Córdoba y la CABA.

Un hecho indicativo de cómo la dirigencia interpretó lo ocurrido es el lugar que eligió cada candidato para festejar. La fórmula de la Casa Rosada, Daniel Scioli-Carlos Zannini, voló a La Rioja.

Los candidatos porteño y cordobés de la presidenta Cristina Fernández, Mariano Recalde y Eduardo Accastello, fueron abandonados en la más completa soledad. Obtuvieron un tercer puesto, algo inadmisible para un partido de poder. En Córdoba, sin embargo, el escrutinio estuvo paralizado varias horas.

Tan poco tenía para festejar el kirchnerismo que la presidenta y Scioli optaron por felicitar en Córdoba a Schiaretti, al que Zannini había perjudicado dividiendo al peronismo y poniéndole como candidato a Accastello.

A Macri no le fue especialmente bien, pero volvió a ganar como lo hizo en los últimos ocho años cada vez que fue probado en las urnas porteñas. Ratificó lo que se esperaba de él: controlar la ciudad de Buenos Aires y lograr un aceptable segundo lugar en Córdoba. Allí luchó contra el oficialismo con muy poca estructura.

El triunfo de Horacio Rodríguez Larreta por 20 puntos sobre Martín Lousteau dejó abierta la instancia del balotaje y puso en evidencia que el candidato de Macri no retuvo todos los votos de Gabriela Michetti. Macri participó moderadamente de los festejos. No hubo euforia ni motivos para que la hubiera. Hizo un discurso defensivo denunciando que el kirchnerismo quiere instalar la idea de que ya ganó y sembrar el miedo al ajuste.

En lugar de hablar de la ciudad habló de la provincia de Buenos Aires donde se librará la batalla decisiva. Está muy lejos de triunfar o siquiera de emparejar las cuentas ahí, pero la decisión de Lousteau de volver a competir contra el PRO a pesar de haber perdido por paliza, le da la oportunidad de ganar por tercera vez antes de las PASO nacionales en el único distrito que domina.

Mención especial merece Sergio Massa que apareció por los medios desde Corrientes, donde sus aliados radicales triunfaron en una legislativa provincial. Cada elección que pasa queda más en evidencia su marginalidad en la lucha por el poder.