Parto respetado, parto digno

A partir de mañana se celebra en todo el mundo la Semana del Parto Respetado. Los derechos de las mujeres a la hora de dar a luz y el reclamo de las parteras independientes que defienden los beneficios del parto en casa.

En 2004 la Alianza Francesa por el Parto Respetado (AFAR, por sus siglas en francés) estableció una semana internacional para concientizar sobre los derechos que protegen a las madres y sus hijos al momento del nacimiento.

Este año el lema será "Apoyo continuo y amoroso para mí y para mi bebé: el nacimiento es una cuestión de salud pública".

Desde la legislación argentina se apoya este concepto a través de la Ley 25.929 de Parto Humanizado, sancionada en 2004, en la que se establecen los derechos de la mujer en relación con el embarazo, el trabajo de parto, el parto y el posparto, entre los que se destacan: el derecho a ser informada sobre las distintas intervenciones médicas que pudieren tener lugar durante esos procesos de manera que pueda optar libremente cuando existieren diferentes alternativas; a ser tratada con respeto y de modo individual y personalizado, que le garantice la intimidad durante todo el proceso asistencial y tenga en consideración sus pautas culturales; al parto natural, respetuoso de los tiempos biológico y psicológico, evitando prácticas invasivas y el suministro de medicación que no estén justificados por el estado de salud de la parturienta o de la persona por nacer.

Sin embargo, el jueves último, la Asociación Argentina de Parteras Independientes (AAPI) hizo un reclamo ante los obstáculos que deben sortear las mujeres que eligen dar a luz en sus casas, una opción cada vez más elegida por muchas.

Según explicó la licenciada en Obstetricia Marina Lembo (M.N. 8.914), presidente de la institución, la manifestación -que se realizó en la avenida 9 de julio y Moreno, frente al Ministerio de Salud de la Nación- tuvo por objeto "frenar el lanzamiento de "La regulación del parto en casa", una resolución ministerial que establece que casi ninguna mujer es apta para parir en casa y obliga a las parteras a trabajar con normas ajenas al tipo de asistencia propia de los domicilios y a los protocolos internacionales".

Asimismo, Lembo hizo hincapié en que esta resolución "agrega costos de servicios y profesionales, que deberán ser afrontados por las familias -todos de difícil acceso, por el precio o por escasez de recursos, como las terapias intensivas en ambulancias o neonatólogos que quieran y estén entrenados para estar en el hogar-".

En opinión de la presidenta de AAPI, el Ministerio de Salud nacional atenta contra la posibilidad de optar por el parto domiciliario porque "desde el año 2011 hace lobby en el Congreso nacional, con la intención de que se aprueben leyes que limiten a la partera a trabajar solo en hospitales y como asistente de los médicos".

"Hablan de las parteras como ignorantes, inoperantes y menos idóneas que los médicos y muestran el parto en casa como una moda de clase alta y de la Capital", agregó.

Como contrapartida, Lembo hizo hincapié en que la partera es experta en la salud materno-infantil "y, a nivel internacional, ONU, OMS, UNICEF y UNFPA la consideran la figura propuesta para salvar vidas en los "Objetivos del milenio".

En ese sentido, enfatizó que la carrera universitaria de las parteras dura cinco años, de los cuales cuatro son exclusivos de la carrera de Obstetricia, con prácticas hospitalarias desde segundo año y tres años de residencia.

En tanto, contrastó: "En la carrera de Medicina, que dura seis años, solo se cursa la materia de obstetricia durante tres meses; muchos se reciben de médicos y nunca siquiera vieron un parto. Y los que hacen la especialidad de cuatro años, dos son en obstetricia y dos en ginecología".

Respecto del parto en casa, Lembo sostuvo que desde el Ministerio de Salud se pone en la misma bolsa los partos asistidos y planificados, y aquellos no-planificados y sin asistencia calificada.

"También basan sus argumentos en las estadísticas registradas en los hospitales, creyendo que los riesgos "impredecibles" son inherentes al parto en vez de discernir que las complicaciones en el parto son inherentes al tipo de asistencia", afirmó la licenciada en Obstetricia, para luego añadir: "La medicalización del parto y las intervenciones medico-obstétricas de rutina se acompañan de problemas en el parto o posparto inmediato".

DEMANDA EN AUMENTO

De acuerdo con Lembo, en los últimos años se registra un aumento exponencial de la demanda de partos en domicilio, que trasciende las clases sociales: se estima que la cifra asciende a 30.000 en todo el país. Y esto sucede a pesar de que "desde los ministerios de Salud y del Interior -al dificultar la inscripción de los bebés nacidos en casa- se generan políticas y acciones para descalificar el parto en casa y a las parteras", insistió.

Al ser consultada sobre los motivos que impulsan a las mujeres a elegir el contexto de su propio hogar para dar a luz, la profesional explicó que "algunas escapan a la epidemia de cesáreas o a someterse a una segunda o tercera cesárea, otras a la violencia obstétrica, otras al robo de bebes o al hecho de que el bebé quede en la neonatología separado de su madre; y todas coinciden en que buscan un parto respetado en la fisiología, sin el riesgo o cascada de complicaciones asociadas a la medicalización del parto, y poder ejercer derechos fundamentales como ser informadas y recibir un trato digno".

LOS RIESGOS

En cuanto a los riesgos que pueden estar asociados al parto domiciliario, Lembo enumeró: "cuando se trata de embarazos patológicos, el parto en casa sin asistencia calificada, que el parto no haya sido planificado, el no tener acceso a un hospital y, sobre todo, la falta de articulación de la partera con el hospital cuando la partera hace un traslado oportuno y el hospital desoye y demora la asistencia".

Entre las medidas que servirían para hacer frente a esta problemática, la presidenta de AAPI consideró la necesidad de impulsar leyes justas e inclusivas, la cobertura del servicio por parte de las obras sociales y prepagas, la recepción, escucha y respeto cuando una partera traslada al hospital a la parturienta, para poder continuar acompañando a esa familia dentro del hospital en colaboración con otros especialistas.

No obstante, desde la entidad enfatizan que los partos en casa obtienen los mejores resultados asistenciales del país.

"Esto significa que hay bajas tasas de cesáreas, solo un 5% -lo que refleja que el parto es posible y saludable- contra un 70 a 90% en el sector privado y 20 a 40% en el sector público, mientras que la OMS habla de que las cesáreas no deben superar el 10% en mujeres sanas y el 15% en mujeres con problemas de salud". 

Por otra parte, resaltó que el 99,9% de las mujeres que dan a luz en su casa continúan con la lactancia materna a largo plazo y que se logra "que la ganancia de peso en los bebes sea de 50 a 100 gramos por día, mientras que los pediatras se contentan con un aumento de 10 a 30 gramos por día. Además, no hay depresiones posparto y no se realizan episiotomías".

Según la presidenta de AAPI, sólo en un 0,4% de los partos en casa se dan hemorragias posparto, en un 0,6% dificultad respiratoria, entre un 8 y 12% se debe trasladar a la parturienta a un hospital por cansancio o dolor, en tanto que la mortalidad materna es del 0%.

PASO A PASO

A la hora de describir el procedimiento a seguir una vez que la embarazada decide dar a luz en su casa, Lembo comentó que las mujeres deben contratar el servicio de parteras independientes de manera particular.

"Basados en protocolos asistenciales extranjeros, existe un momento límite para brindar asistencia, que permite planificar y corroborar la salud de la embarazada, verificando que se trata de una mujer sana, cursando un embarazo saludable y que el bebe se desarrolla con normalidad y salud intra-útero", expresó.

Una vez cumplida esa evaluación, la especialista comentó que se determina cuál será el hospital de referencia -ante la eventual necesidad de traslado-, "que debe contar con mayor complejidad que la que ya llevamos a los domicilios", aclaró.

Asimismo, la partera realizará una visita al domicilio para cotejar que sea apto o dar sugerencias para que sea funcional al parto. "Se brinda en todo momento información clara, completa, precisa y actualizada, en el marco de una relación "partera-usuaria" cooperativa y no autoritaria, es decir, diferente a la postura médico-hegemónica, verticalista en la cual el profesional decide por la paciente", prosiguió.

"En este modelo asistencial, la partera brinda continuidad de cuidados: atiende el embarazo, el parto y continúa con el seguimiento posparto, bajo el concepto de decisiones informadas y responsabilidades compartidas. Algunas mujeres, ante un test de embarazo positivo se comunican con la partera e inician el seguimiento del embarazo con ella", concluyó Lembo.