Gabriela Michetti, a solas con La Prensa, en pleno cierre de campaña en Parque Centenario

"Siempre tuve vocación por liderar"

Un marcado perfil reflexivo define a una de las mujeres más protagonistas de las PASO porteñas. A sólo 48 horas del ingreso al cuarto oscuro, se decide sobre una oferta de precandidatos cada vez más dispuestos a mostrar su costado íntimo.

A dos días del ingreso de los porteños al cuarto oscuro, y en medio de un festivo cierre de campaña en Parque Centenario, la senadora Gabriela Michetti dialogó con La Prensa y describió cómo metaboliza el momento, de cara a las PASO en la Ciudad de Buenos Aires.

- ¿Qué lectura hace de los últimos meses?

- Es todo muy fuerte, la gente tiene una alegría que, políticamente, no veo desde hace años, desde el comienzo del PRO, en 2002.

- Pero se trata de una competencia que, por defecto, implica hostilidad. Noto que lleva un rosario: ¿en qué se ha apoyado durante esta campaña?

- Con las experiencias que se atraviesan en la vida, y al ejercer un rol de responsabilidad, se aprende a canalizar lo emocional y lo afectivo. Ese es mi momento: puedo sentir que mi fe, mi familia, mi pareja, todo lo que me rodea, me da muchísima consistencia para hacer frente a las cosas que pueden doler, sin que éstas me anulen. No se trata de dejar de sentir, que es lo que ocurre con algunos políticos que se pasan al cinismo total; porque cuando uno no siente, es probable que tampoco sienta lo que le pasa al pueblo.

- ¿Qué ítems incluye un día en la vida de Gabriela Michetti?

- Sabés que te levantás a las 7.30, siendo las 2 de la mañana; y promediás unas cuatro, cinco o seis de descanso por día. He pasado el último tiempo trabajando todo el día en la campaña que, más allá de que la he disfrutado mucho, estoy deseando también tener los espacios de los cuales me alimento: mi pareja, mi hijo, mis padres, mis hermanos, mis amigos. Extraño mis momentos para leer.

- ¿Qué lee?

- Todo lo que te puedas imaginar; soy una lectora compulsiva. Tengo siete u ocho libros sobre la mesa de luz, y los voy leyendo en simultáneo, de manera desordenada. Leo novelas, ensayos, temas técnicos para ir aprendiendo cada vez más en materia de política pública, biografías, espiritualidad, de todo.

- ¿Cómo procesa tanto material que incorpora en su lectura?

- Lo tengo muy asociado a mis espacios de reflexión e introspección. He aprendido a proporcionarme esas situaciones en los últimos años; antes no ocurría, era proactiva, proactiva, proactiva. Pero, respecto de ese tiempo libre que extraño, incluyo también volver a mi rehabilitación, mi gimnasia, mi buena alimentación. Me importa llevar la vida normal del individuo que se nutre de muchas cosas para poder ser buen político; porque si sólo se es político las 24 horas, no se tiene ese alimento para dar algo a la gente.

- Piense en su historia, su pasado. ¿Por qué quiso hacer política?

- Lo llevo en mis glóbulos rojos, lo supe desde chiquita. Siempre planificaba algún equipo, aplicado a lo que sea: estudio, alguna iniciativa. Todo lo que hacía, lo quería hacer en grupo. Desde muy chica ya tenía la vocación por liderar, además del empuje para hacer cosas, sobre todo, para los que menos tienen. Después estudié la carrera de política, fue una decisión a conciencia.

- ¿Cómo conceptualiza a la Ciudad de Buenos Aires y al porteño?

- La Ciudad tiene una diversidad que le da una riqueza muy especial, pero esa diversidad sólo se transforma en riqueza si hay encuentro. Yo quiero que esa Ciudad sea de integración. ¿Y el porteño? Es el ciudadano de la capital de los argentinos, busca innovación, creatividad, cultura, crecimiento; es insaciable.

- Puede ocurrir que, tras dos gestiones PRO, más que propuestas, se pretendan explicaciones respecto de la desigualdad, la vivienda, el juego. ¿Qué le dice a ese sector del electorado?

- Creo que el ciudadano va ir al cuarto oscuro el domingo con una libertad absoluta. Considero que esa noción sobre "este u otro electorado" es una cosa vieja de la política. Me parece que, si el mensaje fue bien transmitido de nuestra parte, el porteño seguramente lo va a tomar.