Crítica: "El patrón...", describe con crudeza el trasfondo de las carnicerías,

Explotación y marginalidad

Filme intenso y con fuerza de denuncia, logra una de las mejores pinturas del mundo del hombre en lucha con la naturaleza encarnada por la carne.

"El patrón: radiografía de un crimen" (Argentina, Venezuela, 2014). Dirección y guión: Sebastián Schindel, basado en el libro de Elías Neuman. Fotografía: Marcelo Iaccarino. Música: Lucas Kohan. Actores: Joaquín Furriel, Luis Ziembrowski, Mónica Lairana, Germán De Silva, Andrea Garrote y Guillermo Pfening. Presenta: DCA. Duración: 98 minutos. Calificación: Para mayores de 13 años.

Hermógenes Saldívar, cosechero de Santiago, busca trabajo en Buenos Aires. Y lo consigue. Parece tener suerte. No es tan fácil conseguir ubicación rentada en otro lugar y hasta la posibilidad de una vivienda (un sucucho lamentable en la parte de atrás del negocio).

El trabajo es como carnicero a las órdenes del que llamara "patrón". De todo esta historia ficcionalizada, basada en un hecho real, se entera un abogado requerido por un caso de asesinato. El asesino es Saldívar y todo lo que se investiga es la trama de la película "El patrón: radiografía de un crimen".

Su director, Sebastián Schindel ("Rerum novarum", "Mundo Alas"), se basó en el libro del doctor Elías Neuman quien defendió en la vida real al protagonista. El filme, más allá de sus valores, no sólo debe servir como testimonio sobre el trabajo esclavo y la violacin de la dignidad humana, sino para rescatar el nombre del recordado legista Elías Neuman, que intensificó los estudios de las víctimas del sistema penal.

UN DURO CONFLICTO SOCIAL

La película exhibe una fuerza notable sin recurrir a los clisés habituales que pueden rodear el tratamiento del problema social del abuso. Y eso ocurre no sólo por la profundidad del desarrollo de caracteres que muestra el filme, sino por la encarnadura interpretativa que los actores han sabido darle.

Así la actuaciones de Joaquín Furriel, Germán De Silva, Luis Ziembrowski, Mónica Lairana y la breve intervención de Andrea Garrote, son un verdadero desfile de sólidas interpretaciones, manejadas con un austero caudal de miradas, gestos y actitudes posturales.

Joaquín Furriel se mete a pleno en ese explotado, a quien la sociedad lo define manso hasta que la injusticia lo hizo explotar. Ziembrowski y De Silva reviven dos extremos de un juego de corrupción. Por un lado el poder del Amo y por el otro, la pedagogía del trabajo corrupto impartido por Armando, el carnicero veterano. En cuanto a la Gladys, la mujer de Hermógenes, encuentra el punto justo del límite de la tolerancia en la injusticia en Mónica Lairana, mientras Andrea Garrote logra un verosímil valido en un personaje que podría haber sido intrascendente.

"El patrón: radiografía de un crimen" intenso y con fuerza de denuncia, logra una de las mejores pinturas del mundo del hombre en lucha con la naturaleza encarnada por la carne, objeto que representa a la vez para el trabajador el alimento y la necesidad de cumplir sobre ella un artificio que castiga la sociedad. Impecable la fotografía, las locaciones y el diseño de producción.

Calificación: Muy buena