Mauro Viera, quien fuera embajador en Argentina, tendrá una jornada de trabajo el miércoles junto a su par argentino, Héctor Timerman

El canciller de Brasil arriba a la Argentina para enmendar la relación bilateral en materia de comercio

Se esperaba que viniera en este viaje el ministro de Desarrollo de Brasil, Armando Monteiro, quien aseguró que "existe una incomodidad con la Argentina". Monteiro fue encargado por Rousseff para que genere negocios de manera urgente, pero su primera misión no será en Buenos Aires, sino en Washington.

El canciller de Brasil, Mauro Viera, quien fuera embajador en Argentina, arribará mañana a Buenos Aires con la misión de reflotar la relación bilateral en el plano comercial.

Viera llegará a Buenos Aires mañana por la tarde, en compañía del ex embajador José Botafogo Goncalvez, un experto reconocido en temas vinculados al país y de muy buenos contactos a nivel local.

El funcionario brasileño tendrá una jornada de trabajo el miércoles junto a su par argentino, Héctor Timerman, con quien repasará la agenda bilateral. 

En el plano económico, Argentina y Brasil atraviesan uno de los peores momentos en la historia, debido a la proliferación de restricciones a las importaciones que se han aplicado desde ambos lados.

A Brasil le preocupan las Declaraciones Juradas Anticipadas de Importación (DJAI), que ya han sido sancionadas como fuera de los marcos legales por la Organización Mundial del Comercio.

Según la consultora Abeceb.com, el intercambio comercial arrancó 2015 de la misma manera que se comportó durante 2014, y las perspectivas para este año no son nada alentadoras.

A enero, las cifras del comercio acumulan récords de retrocesos: 16 meses de caídas interanuales consecutivas para el intercambio bilateral, 13 para las importaciones, y 17 meses de 18 en terreno negativo para las ventas externas.

Pero, además, el análisis del comercio exterior argentino muestra que, si bien las restricciones a las importaciones afectan a productos de todos los orígenes, las mercaderías provenientes de China son las menos afectadas, y eso preocupa a los brasileños que se ven desplazados del mercado de su principal socio.

Uno de los puntos principales de la relación comercial está en el intercambio de autos que, según datos de la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa), en enero registró una caída de la demanda desde Brasil de 12.500 unidades.

Por otro lado, el plan de ajuste que puso en marcha este año el Gobierno de Dilma Rousseff para ordenar las cuentas de la principal economía regional, y la devaluación del real, generan un paquete que afecta a las exportaciones argentinas, sobre todo de las PyMEs.

Uno de los funcionarios que se esperaba que viniera en este viaje era el ministro de Desarrollo de Brasil, Armando Monteiro, quien aseguró que "existe una incomodidad con la Argentina".

Monteiro fue encargado por Rousseff para que genere negocios de manera urgente, pero su primera misión no será a Buenos Aires, sino a Washington.