Infartos: 4 de cada 5 podrían prevenirse con hábitos saludables

Un experto describe la situación actual en torno a la enfermedad cardiovascular y habla de los últimos adelantos que permiten prolongar la vida de quienes padecen estas patologías.

Existen algunas cuestiones paradójicas en torno a la salud del corazón, ya que un mismo recurso puede ayudar a protegerlo o ponerlo en peligro. El equilibrio parece ser la clave para gozar de los beneficios. "El bajo consumo de alcohol ayuda a proteger el corazón, pero el consumo excesivo lo pone en riesgo. Se recomienda hacer ejercicio físico moderado para fomentar la salud cardiovascular, y el peligro de infarto aumenta dos a seis veces en la hora posterior a un ejercicio físico intenso. Además, la aspirina previene infartos pero no es para todos, en general, se indica a mayores 50 años y con enfermedad cardiovascular diagnosticada", señaló en una entrevista con La Prensa el doctor Guillermo Ortiz, cardiólogo universitario y director asociado de Cardiotest.

Según enfatizó el experto, las enfermedades cardiovasculares constituyen hoy la principal causa de muerte en el mundo: representan el 30% del total de defunciones. Tan solo el año pasado 17 millones de personas murieron por esta razón y se estima que para 2030 la cifra ascenderá a 20 millones.

"Aproximadamente la mitad de las muertes por enfermedad cardiovascular son por infarto de miocardio y la otra mitad se debe a accidente cerebrovascular (ACV)", precisó.

Un dato no menor -enfatizó Ortiz- es que cuatro de cada cinco infartos podrían prevenirse al evitar los "factores de riesgo modificables", entre los que se encuentran la dieta inadecuada, el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol, la hipertensión arterial, la diabetes, las dislipemias, la obesidad y el sedentarismo. Todos ellos son acumulativos, es decir que cuantos más de estos factores presente una persona, mayor será su riesgo de padecer un infarto o un ACV.

Por otra parte, mencionó que la edad, la genética y el sexo masculino son factores que no pueden modificarse y que también se asocian con un incremento del riesgo de sufrir enfermedad cardiovascular.

"La cantidad de patología cardiovascular aumenta muchísimo en relación al envejecimiento de la población", comentó el cardiólogo.

Como contrapartida, el ejercicio físico y el consumo bajo de alcohol (menos de 10 gramos por semana), actúan como factores protectores del corazón.

En cuanto a cuáles son las principales patologías que afectan el corazón, Ortiz indicó que pueden dividirse en tres grandes grupos: las cardiopatías hipertróficas (provocadas por la hipertensión), las cardiopatías dilatadas (insuficiencia cardíaca o dilatación del corazón), y las cardiopatías valvulares.

Aunque con mucha menor incidencia, también existen las cardiopatías congénitas, que afectan a alrededor de dos personas cada mil.

"Las cardiopatías congénitas hoy por hoy se pueden diagnosticar hasta antes del parto, mediante una ecografía fetal, y muchas son tratables inclusive intraútero o inmediatamente después del nacimiento", remarcó el profesional, quien insistió en que la principal causa de enfermedad cardíaca es la enfermedad adquirida con el tiempo, a consecuencia de los factores de riesgo mencionados.

CON AVISO

Aquellas personas que llevan una mala alimentación -pobre en frutas y verduras, rica en grasas saturadas-, realizan escaso o nulo ejercicio físico, fuman o consumen grandes cantidades de alcohol, antes de padecer enfermedad cardiovascular suelen presentar "síndrome metabólico" y, ante la presencia de estos factores de riesgo, resulta fundamental la consulta al cardiólogo.

"El síndrome metabólico es el preludio, es una especie de combo que incluye dos ítems clínicos y tres valores de laboratorio; la presencia de tres o más de ellos debe ser un signo de alarma", advirtió Ortiz.

Los parámetros que configuran este síndrome son: un perímetro de cintura mayor a 102 centímetros en los hombres y a 88 centímetros en las mujeres; valor de los triglicéridos superior a 150mg/dl; Hdl (colesterol bueno) menor a 40 en hombres y a 50 en mujeres; presión arterial mayor a 130/85; y glucemia mayor a 110.

Tanto para evitar el síndrome metabólico como la enfermedad cardiovascular, la promoción de la salud y la prevención desde la infancia se alzan como las armas más eficaces, aseguró.

En ese sentido, el director asociado de Cardiotest diferenció la "prevención primaria" (aquella que permite evitar que aparezca la enfermedad) de la "prevención secundaria" (que consiste en el tratamiento de los pacientes con enfermedad cardiovascular).

Entre las estrategias de prevención primaria, Ortiz refirió la educación en la salud, la promoción de hábitos saludables desde la infancia, con comedores y kioscos escolares que ofrezcan alimentos saludables, las políticas antitabaco, los impuestos a los alimentos ricos en grasas y azúcares, las vías peatonales y las bicisendas.

En tanto, señaló que la prevención secundaria consiste habitualmente en el tratamiento de la hipertensión, la diabetes y las dislipemias.

TRES EN UNA

Respecto de las últimas novedades en materia de tratamiento de la enfermedad cardiovascular, Ortiz se mostró entusiasta frente al desarrollo de la "polypill" o polipíldora. Se trata de un solo comprimido que contiene entre tres y seis drogas (básicamente aspirina, estatinas y antihipertensivos, que son los medicamentos que suele necesitar el paciente), lo cual aumenta de manera considerable la adherencia al tratamiento.

"El paciente con síndrome metabólico o enfermedad cardiovascular generalmente presenta varios factores de riesgo acumulados (hipertensión, colesterol alto, diabetes) y por lo tanto requiere múltiples medicaciones. Pero en los países de bajos o medianos ingresos hay muy poca adherencia al tratamiento, sólo dos de cada 10 personas están bien tratadas, porque no se les diagnosticó la enfermedad o porque no pueden ir al médico, o porque no cumple el tratamiento o no puede pagar las medicaciones", describió el especialista.

Si bien la polipíldora aún no está a la venta en el país, Ortiz aclaró que se encuentra en las últimas instancias de los estudios científicos en seres humanos. "Es un desarrollo muy cuestionado por la industria farmacéutica, que prefiere vender las drogas por separado, en las que un paciente puede gastar 1.000 pesos, en vez de vender una sola píldora que tiene todo y hasta quizás el gobierno pueda repartir", añadió.

Los resultados de los estudios sobre la polipíldora presentados en el reciente Congreso de Cardiología, en Barcelona, comprobaron que permite un aumento de la adherencia al tratamiento en comparación con la adherencia que se logra cuando se deben tomar las drogas de manera individual.

"La polipíldora es para pacientes que ya tuvieron un infarto o ya tuvieron un ACV, no es una medicación para todo el mundo", matizó Ortiz.

GRANDES AVANCES

Asimismo, el experto enfatizó que la cardiología es una de las especialidades en las que más se avanzó al prolongar la vida de pacientes con enfermedad cardiovascular. La revascularización -mediante la colocación de stents- y la cirugía de by-pass fueron, según Ortiz, los principales avances que han permitido este logro.

"Hasta los años 60, en que se crearon las Unidades Coronarias, un paciente con un infarto sólo quedaba bajo observación y, si tenía alguna arritmia, se le podía hacer una desfibrilación, pero no había forma de destapar las arterias", relató, para luego agregar: "A partir de los 90 aparecieron los fármacos denominados fibrinolíticos, que licúan la sangre y permitían salvar algunos infartos. Y, a partir del 2000, aparecieron los stents y la cirugía de by-pass, que es lo que realmente cambió la historia, porque se hizo posible abrir la arteria y revertir o abortar el infarto en pacientes que lo habían sufrido".

Ortiz también hizo hincapié en los avances alcanzados en materia de cardiopatías valvulares. "En principio, las cirugías para el recambio de válvula aórtica se hacían a corazón abierto, pero en la actualidad se puede hacer una reparación valvular inclusive a través de hemodinamia (con un catéter, sin abrir el pecho)", subrayó.

Por último, el cardiólogo incluyó en la lista de nuevas terapéuticas los parches colocados mediante hemodinamia para el cierre de comunicaciones interventriculares o interauriculares.