"Continuará la estrechez de divisas"

Finalmente el Gobierno apelará al pragmatismo para conseguir dólares, pronostica Lorenzo Sigaut Gravina. Sin crédito externo y con exportaciones decrecientes, la única salida será limitar las importaciones. "Ya hay recesión, pero se puede poner mucho peor", advierte el analista.

Tan aguda resulta la escasez de divisas que ninguna salida puede descartarse de plano. Algunos, como Lorenzo Sigaut Gravina, economista de la consultora Ecolatina, consideran que a la hora de la verdad, sin crédito externo y con las reservas llegando a la línea de flotación, el Gobierno sacará a relucir una vez más su costado pragmático. Es decir, que en enero podría acordar con los holdouts para conseguir esos dólares que tanto necesita la economía. El problema radica ahora en cómo atravesaremos este desierto de tres meses y qué efectos profundos puede arrojar la travesía.

-¿La escasez de dólares llegó para quedarse?

-Cada vez se ratifica que la escasez de divisas es más notoria. Las últimas medidas del Gobierno, casi medio Gabinete yendo a buscar dólares a China lo demuestra. Ahora se le puso un nuevo límite a las importaciones, ya que serán aprobadas directamente sólo las que estén por debajo de los u$s 150.000. Todo esto habla de esa escasez de dólares que sufrimos. Además, sin crédito externo al menos hasta el año que viene, ¿qué otra le queda al Gobierno? Cerrar las importaciones.

-¿Eso implica un impacto directo sobre la actividad económica?

-Claro, un impacto que se puede profundizar. Porque por ahora algo de stock tienen las empresas, ¿pero por cuánto tiempo? Hay algunas empresas que por un solo insumo tienen que parar la producción. Si la estrategia es seguir así hasta fin de año, será un diciembre con problemas importantes en la economía real. Ya hay recesión, pero se puede poner mucho peor.

-Urge conseguir divisas.

-¿Pero dónde consigue los dólares el Gobierno? Porque el swap con China irá largando los dólares a cuenta gotas. Para llegar a fin de año van a tener que pisar a fondo las importaciones, y eso afectará la actividad. La recesión se puede profundizar y mucho. Ahí es cuando digo que lo que va a primar es el pragmatismo el año que viene.

-¿El swap es un instrumento útil?

-Puede serlo, pero una cosa es si se otorgara el monto total, que ronda los u$s 11.000 millones, y otra si vienen u$s 800 millones. Esa cifra no mueve el amperímetro de la economía.

CREDITO EXTERNO

-¿Quedamos al margen del crédito internacional o igual podemos acceder a préstamos a tasas más altas? ¿Puede ser una salida?

-No creo que el Gobierno salga a emitir bonos a tasas de dos dígitos, porque convalidar eso sería reconocer que está desesperado por hacerse de dólares. Se notaría mucho la desesperación y enviaría una señal negativa a los mercados. Hay quienes dicen que lo mismo ocurre al ejecutarse el swap, que se supone que es un instrumento de última instancia, para utilizarse ante algunos desequilibrios monetarios.

¿Por qué utilizar el swap si estamos en una situación holgada? Por ejemplo, en el 2001 el blindaje no hizo efecto.

-Además del aspecto cambiario, hay otros problemas en el frente interno.

-Los problemas de fondo son otros, que hay inflación, que no hay inversiones, que cayó el comercio exterior. Para los ahorristas la situación es complicada, porque la tasa de interés de un plazo fijo da poco más del 20% anual, cuando la inflación es del 40%. Estamos viendo que todos los actores están dolarizando sus carteras. Si el Gobierno intenta evitar la devaluación corre el riesgo de que la situación se deteriore más hacia fin de año.

-¿La devaluación es inevitable?

-Hoy por hoy, que no hay dólares por otro canal que no sea el comercial, y que los exportadores no liquidan las divisas, estás realmente en problemas. Los efectos de la devaluación quedaron ya bastante disueltos. Ahora hay un atraso cambiario significativo, y si a eso se le suman los impuestos y otras cosas, genera un clima bastante complicado.

-¿Cuál es la estimación de Ecolatina para la cotización del dólar a fin de año?

-Nosotros creemos que el dólar llegará a $ 9,40, pero el análisis no incluye un escenario de stress cambiario. Eso puede modificar las cosas.

-¿Qué lectura hace de la medida del Banco Central que reduce al 20% la tenencia de activos dolarizados por parte de los bancos?

-Son sólo parches. Esta es una medida muy transitoria, puede generar uno, dos o tres días de mayor tranquilidad, pero no mucho más.

EMISION E INFLACION

-¿Cómo se está trabajando en torno a la inflación?

-A mí, más que el programa de Precios Cuidados o medidas semejantes, me preocupa más la otra pata, la emisión monetaria. No hay dólares y están sobrando muchos pesos. El Gobierno había anunciado a principio de año que iba a llevar adelante una política, no digo contractiva, pero al menos no tan expansiva en el gasto. Se había anunciado un aumento de las jubilaciones por debajo de la inflación y la suba de las tarifas en algunos servicios, o lo que es igual, la poda de algunos subsidios. La realidad es que el gasto se potenció y el déficit fiscal es muy alto. Al tener el crédito externo cerrado, todo se está financiando con emisión. Todo esto genera mayores presiones inflacionarias y cambiarias.

-Se solía decir que el Central hacía su trabajo aspirando pesos vía Letras, pero que Economía no cumplía con su parte en materia de gasto.

-El Banco Central comenzó el año subiendo las tasas de interés, pero las cosas cambiaron sobre todo en agosto. Hay una imposición por parte del Tesoro, que dice: tengo déficit y me tengo que financiar. No hay crédito, entonces dame pesos. Manda en esto la dominancia fiscal.

-¿Cómo puede desarrollarse la transición si no se consigue crédito?

-La estrechez de divisas continuará, habrá menos reservas y altos vencimientos de deuda por enfrentar. Además, el sector agropecuario está complicado por la merma en la cotización internacional de la soja. Ahí hay que ver qué pasa en 2015.

-¿Se complica el panorama de la deuda el año próximo?

-Hay muchos más compromisos de deuda el año próximo. Por ejemplo vence el Boden 2015 en octubre, con un monto de u$s 6.000 millones. ¿Qué hacemos? Si no podemos obtener divisas por exportaciones, y no podemos trabar aún más las importaciones porque ya este año fue recesivo, y no podemos repetirlo... Ahí creo que el dilema Patria o Buitres puede cambiar. Puede asomar el pragmatismo del Gobierno: necesito los dólares para llegar al final del 2015. Va a ser como un respirador artificial. Si no lo consiguen con China, no lo consiguen con las ventas al exterior, tendrá que ser en el mercado financiero.