El verdadero impacto de las migrañas

Quienes padecen este trastorno neurológico ven alterada su vida de múltiples maneras y las consecuencias alcanzan incluso a sus parejas e hijos. También revelan que aumenta el riesgo de depresión en mujeres.

La migraña afecta a una de cada siete personas en el mundo y la Organización Mundial de la Salud (OMS) la reconoce como una de las afecciones más discapacitantes de por vida.

Se trata de un trastorno neurológico complejo, sin causa conocida ni cura, que sufrirán durante años muchas personas a lo largo de su vida, con un impacto negativo sobre sus trabajos, familia y vida social.

Tal es así que un estudio reciente reveló que la migraña crónica influye de manera significativa sobre las relaciones y actividades familiares, incluso causando la cancelación de planes vacacionales y una reducción del tiempo compartido con la pareja y los hijos.

Los participantes en la investigación, que incluyó a 994 hombres y mujeres con migraña crónica, reportaron sentimientos de culpa, enojo y fastidio ante los miembros de la familia, y también reconocieron el haber evitado la intimidad sexual.

El objetivo del estudio, presentado en la 56ª Reunión Anual de la Sociedad Americana del Dolor de Cabeza, fue medir la naturaleza y extensión de la carga que implica la migraña crónica sobre las relaciones y las actividades familiares.

"Este trabajo destaca el significativo impacto de la migraña crónica, no sólo sobre la persona con migraña, sino sobre la familia entera", señaló la autora del estudio, doctora Dawn C. Buse, del Centro Montefiore de Dolor de Cabeza y profesora en el Colegio de Medicina Albert Einstein, en Estados Unidos.

"Los participantes dijeron que se pierden regularmente muchas rutinas y eventos familiares especiales y que sienten culpa y tristeza por cómo esto afecta su relación con sus parejas e hijos", comentó la investigadora.

Casi tres cuartos de los participantes (73%) piensa que serían mejores esposos o esposas si no sufrieran migraña crónica. La mayoría (64%) se siente culpable por enojarse o fastidiarse ante sus parejas debido al dolor de cabeza y el 67% evita en ocasiones la intimidad sexual por la misma razón.

La mayoría de los encuestados (59%) siente que sería mejor padre si no sufriese migraña crónica y el 61% reportó que se enoja fácilmente con sus hijos debido al dolor de cabeza.

Asimismo, el 54% de los participantes dijo que en el último año tuvo participación o disfrute reducidos en las vacaciones familiares debido al dolor de cabeza, y el 20% canceló o se perdió las vacaciones familiares.

"Está claro que los efectos de la migraña crónica pueden ser devastadores y de gran alcance. Este trastorno puede ser una gran carga, no sólo por sus efectos directos sobre quien lo padece sino también por sus efectos sobre los miembros de la familia", resaltó. 

En ese sentido, apuntó que en general no se habla de estos efectos de la migraña crónica sobre la familia, si bien quienes viven con este trastorno pueden experimentar distrés por sentirse preocupados, culpables y tristes al ver que la afección afecta a las personas que quieren.

CUANDO BAJA EL ESTRES

Otra investigación, publicada en marzo último en la revista "Neurology", de la Academia Americana de Neurología, halló que las personas que sufren migrañas y que experimentan un descenso del estrés de un día para otro, están en un riesgo significativamente mayor de que se active la migraña al día siguiente.

Desde hace tiempo se cree que el estrés es un gatillo común del dolor de cabeza. En este estudio, los investigadores encontraron que la relajación que sucede luego de niveles elevados de estrés fue un gatillo incluso más significativo de los ataques de migraña.

Según los investigadores que llevaron adelante el trabajo, los hallazgos pueden ser una ayuda a la hora de recomendar tratamientos preventivos e intervenciones conductuales.

"El estudio demuestra una sorprendente asociación entre la reducción del estrés percibido y la ocurrencia de los dolores de cabeza migrañosos", enfatizó el autor principal del trabajo, doctor Richard B. Lipton, del Centro Montefiore de Dolor de Cabeza y profesor de Neurología.

"Los resultados fueron más evidentes durante las primeras seis horas, en las que la disminución del estrés se asoció con un riesgo cinco veces mayor de que se active la migraña. La hormona cortisol, que aumenta durante los momentos de estrés y disminuye el dolor, puede contribuir a que se dispare el dolor de cabeza en los períodos de relajación", argumentó el investigador.

Para recabar los datos, Lipton y su equipo dispuso de un diario electrónico en el que los participantes debían registrar la información sobre sus ataques de migraña, dos tipos de nivel de estrés y gatillos habituales de la migraña, tales como las horas de sueño, determinados alimentos, bebidas y alcohol consumido, y el ciclo menstrual. También registraron su estado de ánimo de cada día, y las opciones incluían sentirse feliz, triste, relajado, nervioso, animado o aburrido.

"El estudio resalta la importancia del manejo del estrés y de los hábitos de vida saludables en las personas que viven con migraña", agregó la doctora Buse.

Por este motivo, los científicos hicieron hincapié en que es importante que las personas sean concientes de los aumentos en los niveles de estrés y que intenten relajarse durante esos períodos en vez de permitir que continúe aumentando. "Las estrategias para lograrlo pueden incluir hacer ejercicio físico o asistir a clases de yoga, e incluso algo tan simple como salir a caminar o concentrarse en la propia respiración por algunos minutos", concluyeron.

DEPRESION EN MUJERES

Los resultados de un tercer estudio, que se dio a conocer en abril de 2012 en la Reunión Anual de la Academia Americana de Neurología, sugiere que las mujeres que padecen migraña o que la han padecido en el pasado presentan mayor riesgo de desarrollar depresión que aquellas que nunca sufrieron el trastorno.

En el estudio, las participantes que tenían antecedentes de haber sufrido migraña fueron un 40% más propensas a desarrollar una depresión que las mujeres sin tales antecedentes. 

Los resultados fueron los mismos, sin importar si la mujer había tenido migraña con aura -la cual implica molestias visuales, tales como flashes de luz, líneas zigzagueantes, o una pérdida temporaria de la visión-.

Según remarcó el autor principal del estudio, doctor Tobias Kurth, este es el primer gran estudio que examinó el vínculo entre la migraña y el desarrollo de una depresión a lo largo del tiempo. "Esperamos que los hallazgos impulsen a los doctores para que dialoguen con las pacientes que padecen migraña sobre los riesgos de sufrir depresión y las potenciales alternativas para prevenirla", finalizó el experto.