Leche materna, todo lo que necesita un bebé

La lactancia promueve la salud del recién nacido y lo protege de diversas enfermedades. Además, estimula su desarrollo cognitivo y psicomotor. Una experta detalla por qué se trata del mejor alimento natural.

“No hay ninguna fórmula comercial que pueda igualar a la leche materna”, afirma la doctora Marisa Bretón, médica neonatóloga de la Fundación Hospitalaria. Si bien esa alternativa es buena en los casos en los que por un motivo de fuerza mayor la madre no puede dar el pecho a su bebé, la leche materna sigue siendo un alimento inmejorable en términos de su valor alimenticio. “Por los nutrientes que posee, le proporciona al bebé todo lo que necesita para lograr un desarrollo óptimo”, señala la experta.

Según destaca la neonatóloga, para el bebé es muy importante la lactancia porque le brinda la protección que necesita para evitar infecciones, lo protege contra alergias, hace que tenga un mayor desarrollo cognitivo, un mejor desarrollo psicomotor, emocional y social, una mejor respuesta a las vacunas, más capacidad de reacción frente a enfermedades, menos problemas dentales y de ortodoncia, menor incidencia de diabetes y de síndrome de muerta súbita.

La leche materna tiene varios nutrientes, por ejemplo contiene proteínas que el bebé puede digerir fácilmente.

“Estas proteínas no se ven afectadas por lo que ingiera, de alimento o líquidos, la madre. La cantidad de proteínas que tiene la mamá en su leche es perfecta para el crecimiento del niño y para un buen desarrollo del sistema nervioso", explica Bretón.

"También tiene lípidos que, a diferencia de las proteínas, sí se ven afectados por la dieta de la mamá. Estos lípidos contienen ácidos grasos de cadena larga que favorecen el desarrollo neurológico del bebé”, agrega.

 Asimismo, la experta comenta que la leche materna tiene un alto contenido de hierro, en comparación con las leches de fórmula. “Una de las ventajas más destacables del hierro es que se absorbe muy bien en el intestino del bebé”, precisa, para luego añadir: “También tiene anticuerpos de la madre, que pueden evitar infecciones en el bebé, estos anticuerpos se llaman inmunoglobulinas”.

MOMENTO ESPECIAL

A la hora de amamantar, lo mejor es que la mamá esté bien sentada y use almohadones para estar cómoda; los lugares tranquilos son ideales para que esté relajada y pueda amamantar sin sentirse incomoda, indica Bretón.

En el caso de las mamás que no tienen leche, la especialista sugiere que el primer paso debe ser identificar por qué no produce leche. En opinión de la neonatóloga, muchas veces esto se puede revertir amamantando con más frecuencia y asegurando la posición del bebé al pecho para amamantar mejor.  “Si la madre no produce leche, se pueden usar medicamentos como domperidona y oxitocina, estos tratamientos se utilizan para estimular la secreción hormonal, siempre bajo indicación médica”, asegura.

CONSERVACION Y CUIDADOS

De acuerdo con la profesional, la leche materna se puede conservar a temperatura ambiente durante seis horas. En la heladera, no en la puerta, sino en el interior, se puede guardar durante 48 horas, y en el freezer seis meses. Saber esto es importante para aquellas madres que comenzarán a trabajar y no desean interrumpir el suministro de leche materna a su bebé.

Por otra parte, Bretón recuerda que durante el embarazo es necesario preparar los pezones para la lactancia. “Deben ser observados por el obstetra previo al nacimiento del bebé para que éste nos aconseje el tratamiento más adecuado. Es recomendable utilizar cremas hidratantes con vitamina A para fortalecer la piel. El sol y el aire ayudan a la preparación correcta del pecho. También existen ejercicios que se pueden realizar durante el embarazo para formarlos y se pueden utilizar instrumentos formadores de pezón para darles la forma que el bebé necesita”, resume. 

Otro consejo para el cuidado de los pezones que brinda la profesional es que entre toma y toma se los airee, para lo cual se pueden usar casquillos aireadores y ungüentos. “También una buena manera de preparar el pezón es con la misma leche materna que se saca entre una toma y otra. La leche, tiene mucha vitamina A, que ayuda a humedecer e hidratar el pezón”, subraya.

Mientras baja leche, se sentirá calor, el pecho tenso, se puede experimentar una sensación de escalofrío, mucho sueño, y también el goteo de leche por el pecho, describe la neonatóloga de la Fundación Hospitalaria.

“Durante el tiempo de amamantamiento no se requiere mayor cuidado que la higiene diaria, tomar un baño todos los días es el mejor tratamiento que se puede realizar”, resalta.

COMPLICACIONES

Respecto de las complicaciones que pueden ocurrir en torno a la lactancia materna, Bretón informa que la mastitis es una infección de la glándula mamaria que se produce por un mal vaciado del pecho, o por el taponamiento de algún conducto que hace que no se vacíe el pecho de forma adecuada.

“Es algo malo para la mamá porque se sentirá tensa y con dolor, de todos modos no se debe suspender la lactancia, porque lo que más ayuda a tratarlo es que el bebé tome mucho, y si no alcanza con esto para vaciar el pecho, se pueden hacer extracciones manuales y tomar duchas calientes”, sugiere.

“También es necesario que la mamá tome antibióticos y analgésicos, recetados por un médico, para aliviar el dolor. Cabe resaltar que no es un cuadro frecuente, y que se puede prevenir”, aclara.

En tanto, si el pezón se agrieta, la especialista indica que se pueden usar ungüentos para ayudar a la cicatrización y casquillos aireadores. “Además se debe corregir la posición del amamantamiento e ir rotando las posturas para que no se profundicen las grietas que aparecen cuando el bebé no se prende bien”, enfatiza. A diferencia de lo que muchas mujeres creen, se puede seguir amamantado si la mamá soporta el dolor y no debe suspenderse la lactancia ni cuando los pezones sangran.

Otra complicación que puede darse es que los conductos mamarios se pueden tapar. “Para revertirlo hay que realizar fomentos tibios, utilizar compresas tibias y efectuar masajes suaves para que la leche empiece a fluir”, aconseja.

LAS MEJORES POSTURAS

Cuando el bebé está bien prendido no debería sentirse dolor, y si él mismo queda satisfecho con cada toma quiere decir que se está prendiendo bien, dice la profesional. “Otra manera de darse cuenta tiene que ver con el pezón, si éste no se lastima ni queda deformado cuando se quita al bebe, quiere decir que el amamantamiento es correcto”, describe Bretón.

La neonatóloga también asegura que no existe una postura ideal para amamantar, sino que lo mejor es ir rotando.

“Cuando se presentan dolores en la espalda o cuello durante el amamantamiento lo más recomendable es mejorar la postura, la mamá tiene que estar bien sentada y usar almohadones para estar cómoda, los lugares tranquilos son ideales para que esté relajada y pueda amamantar sin sentirse incomoda”, recuerda.

También expresa que los almohadones en forma de medialuna o almohadones para amamantar son recomendables porque ayudan a posicionar al bebe en el pecho y colaboran con la posición correcta.

“Se aconseja que entre toma y toma -prosigue- se vaya cambiando al bebé de posición, así ambas mamas se “vacían” de forma pareja”.

CONSEJOS UTILES

Entre los principales consejos que brinda la experta para tener éxito en la lactancia materna, se encuentran:

* Amamantar no duele, de llegar a sentir dolor lo que hay que hacer es corregir la posición del bebé.

* Cuando una mamá tiene poca leche tiene que tomar mucho líquido, comer saludable, respetar todas las comidas, y descansar. Tiene que seguir prendido al bebé del pecho, porque eso es lo que sostiene el estímulo hormonal.

* Si la mamá tiene mucha leche se puede conservar a temperatura ambiente durante seis horas; en la heladera, no en la puerta, sino en el interior se puede guardar durante 48 horas, y en el freezer seis meses.

* Las mujeres que tienen el pezón invertido también pueden dar la teta, lo que se usa para mejorar el invertido son instrumentos que ayudan a que corregir el pezón, son recomendables las pezoneras y los casquillos formadores.

* El bebé puede llegar a rechazar la teta, pero también se puede trabajar para que no la rechace. A veces la rechaza porque tiene mucha leche o porque tiene poca, y a veces puede rechazar un solo pecho y el otro no.

* Se aconseja no dar mamadera, ya que se acostumbra al flujo de leche y a la forma de succionar, y luego le cuesta mucho volver al pecho. La leche de fórmula le da más saciedad porque es mayor la cantidad de líquido que toma.

DECALOGO

     Por último, Bretón hace hincapié en que las instituciones de salud deberían:

1- Disponer de una política por escrito relativa a la lactancia natural, para poner al corriente a todo el personal.

2- Informar a todas las embarazas de los beneficios de la lactancia.

3- Ayuda a las madres a iniciar la lactancia durante la hora siguiente al parto.

4- Mostrar a las madres como se debe dar de mamar al niño.

5- Mostrar a las mamás como mantener la lactancia.

6- No dar a los niños más que leche materna.

7- Facilitar la cohabitación de la madre y el niño durante las 24 horas del día.

8- Fomentar la lactancia cada vez que se solicite.

9- No dar tetinas a los niños alimentados a pecho.

10- Fomentar la creación de grupos de apoyo a la lactancia.