Crítica: "Road July" es una encantadora travesía de padre e hija por las rutas de Mendoza
Viaje a la Argentina profunda
"Road July". Argentina, 2010. Dirección y guión: Gaspar Gómez. Fotografía: Máximo Becci. Música: Maxi Amué. Actores: Francisco Carrasco, Federica Cafferata, Verónica Nonni, Laura Morales Rúpulo, Mirta Busnelli y Betiana Blum. Presenta: Oeste Films. Duración: 88 minutos. Calificación: Para todo público.
La provincia de Mendoza apuesta al cine para dar a conocer sus paisajes y las virtudes de sus bodegas. A películas recientes, como "Voyage, voyage" y "Vino para robar", se suma "Road July", de Gaspar Gómez.
A diferencia de las anteriores, en esta no hay una intención desembozadade exhibir las bodegas con que cuenta la provincia, como en "Vino para robar", por ejemplo.
"Road July", es una "road-movie" cálida y de humor sutil que cuenta la relación entre Santiago (Francisco Carrasco), el padre y July (Federica Cafferata), su hija, quienes viajan en Mendoza hasta San Rafael, a la casa de la abuela de la chica.
LO INESPERADO
La película toma como punto de partida a Santiago, un "buscavidas" que en la ciudad de Mendoza vende juguetes en un local céntrico. Hasta a él va a verlo Valeria (Verónica Nonni), la tía de July, quien le dice que su hermana, ex novia de Santiago murió seis meses atrás. De aquel noviazgo nació July, que en la actualidad tiene diez años y a la que Santiago nunca conoció porque nunca supo de su existencia.
En el presente Valeria quiere que Santiago asuma su paternidad y se haga cargo de la chica. El, primeramente se rehúsa, pero más tarde cuando Valeria le pide que lleve a la niña hasta la casa de la abuela en San Rafael, acepta, a pesar de las peleas que tiene con su novia actual.
"Road July" cuenta ese viaje, en el que no ocurren grandes cosas, pero sirve para mostrar la comunicación y la necesidad que surge entre padre e hija de estar juntos.
ENCANTO VISIBLE
Con algunas situaciones algo absurdas, como la que Santiago y July viven en un hotel en el camino, cuando la policía lo toma por sospechoso de un secuestro y lo interroga para preguntarle por qué la niña no lleva su apellido, sino el de la madre. La película cuenta una historia mínima, pero encantadora a la vez. Aunque por momentos las actuaciones, en especial la de niña Federica Cafferata, se observa algo forzada, la película resulta atractiva en su contenido y en los sentimientos que se van desarrollando entre padre e hija a lo largo de ese viaje, que permite observar los atractivos paisajes mendocinos.
En breves papeles se disfruta de las actuaciones de Mirta Busnelli, en el papel de Gladys, la madre de Santiago, y Betiana Blum, en el papel de la abuela de July.
Calificación: Buena