Crítica: "Mentiras mortales" es un atrapante "thriller" psicológico con Richard Gere
Los secretos de un financista
Juego de lucha de poder, con aperturas hacia temas como la omnipotencia individual y el quiebre ético y moral, el filme de Nicholas Jarecki tiene en Richard Gere y Susan Sarandon, los intérpretes ideales.
"Mentiras mortales" (Arbitrage). Coproducida entre Estados Unidos y Polonia, 2012. Dirección y guión: Nicholas Jarecki. Fotografía: Dougls Crise. Música: Yorick Le Saux. Actores: Richard Gere, Susan Sarandon, Nate Parker, Tim Roth y Brit Marling. Presenta: DCA. Duración: 107 minutos. Calificación: Para mayores de 13 años.
Robert Miller (Richard Gere) es algo a así como el Gordon Gekko de "Wall Street", aquella película de Michael Douglas. Exitoso financista, elegante, ambicioso, inescrupuloso, con mujer inteligente, hijos capaces y amante voluptuosa. La soberbia y la "Biblia" del dólar controlan su vida. Llegó a los 60. Rebosa fortuna, pero una reciente inversiónn equivocada está poniendo en peligro su imperio. Por supuesto que Miller está seguro que podrá controlar el derrumbe. Pero justamente en ese momento, el destino se le cruza y un accidente fatal lo ingresará a una carrera de obstáculos difícil de sortear.
SUSPENSO DOSIFICADO
Con formato de thriller, "Mentiras mortales" (titulo comercial y barato, por supuesto, modificado para venderlo al público) podría haber sido un filme más. Pero su director y guionista, chico treintañero, conocido hacker neoyorquino en la adolescencia, luego destacado universitario decidió dejar los videos musicales que dirigía y hacer un guión y una película sobre el mundo de las finanzas, del que conocía un montón por razones familiares. Su producción independiente y cuidada, con un reparto estelar y un libreto que conjuga tensión y suspenso, atrapa. Y exhibe la particularidad de que uno nunca sabe hacia dónde va el próximo paso de la historia. Sus virajes son abruptos, a veces no tan creíbles, pero mantienen cohesión y la provocación necesarias.
LA LUCHA DE PODER
Juego de lucha de poder, con aperturas hacia temas como la omnipotencia individual y el quiebre ético y moral, el filme de Nicholas Jarecki tiene en Richard Gere (Robert Miller) y Susan Sarandon (Ellen Miller), su mujer, los intérpretes ideales. Toda la ambición pasa por los apretados ojos de Gere y su leve sonrisa, mientras Sarandon en un papel a su medida es esa particular esposa de triunfadores, que uno piensa despreocupada y superficial, pero que con mirada fría observa las maniobras de un marido especulador, disfruta de sus logros, pero exhibe garras de leona, cuando la ambición desmesurada pone en peligro a la familia.
Se destacan Tim Roth como el detective Michael Bryer; Nate Parker, como Jimmy Grant, el chico de Harlem y Brit Marling (en el papel de Brooke Miller, hija del personaje que hace Gere), interesante actriz, economista en la vida real y que dejara de lado al grupo de inversiones Goldman Sachs por el cine. Alrededor de estos nombres un grupo de actores veteranos dan un apoyo especial en sus personajes de abogados y asesores.
Con un brillante diseño de producción y art; un vestuario impecable y rubros formales de fotografía y música que calzan al tono, resulta un filme para no dejar de ver.
Calificación: Muy buena